27/11/2003

La TV Itinerante se abre camino

«El desafío no es poner un canal, sino organizarse en una forma de democracia directa que nos permita cambiar a la sociedad y sus relaciones»


La TV Itinerante es un proyecto de comunicación comunitaria (por antena) que intenta ser una herramienta de construcción de poder y de democracia directa para los ciudadanos y las organizaciones sociales, quienes a través de este medio, pueden llegar a la comunidad sin interpretaciones ajenas.

Ricardo Leguizamón, una de las personas que impulsa el proyecto, es un técnico electromagnético que trabaja en instalaciones de radios y canales desde el año 1983; y se interesó en el aspecto legal de la comunicación social en la Argentina después de la última dictadura militar.

REVISIÓN DE LAS LEYES

La mayoría de las leyes, decretos y resoluciones que se implementaron al respecto luego de 1984, beneficiaron la concentración, el negociado y la manipulación de los medios masivos de comunicación a favor de empresas privadas y unos pocos individuos y en detrimento de una verdadera comunicación comunitaria, que comenzó desarrollarse a partir del año 1986 con la instalación de los primeros medios (radios y canales) de baja potencia.
Durante ese año, a pesar de que las radios locales son declaradas «clandestinas», el fenómeno se agudiza y los controles y decomisos no son suficientes para lograr frenarlo. Por el lado de los canales, la situación es parecida. También en el año 86, la Argentina adhiere al Convenio de Nairobi -de carácter constitucional por su internacionalidad-, que aprueba la utilización de 48 canales libres y gratuitos de la banda UHF (del 21 al 36 y del 38 al 69), pero dos años antes, el 13 de abril de 1984, el decreto número 1151 había suspendido los concursos públicos para acceder a las licencias de radio y televisión. Es decir, que inhabilitaba el uso de los 48 canales (UHF), que hubieran permitido un reparto equitativo de medios televisivos en todo el país.

Pero la legislación no sólo perjudica al pueblo privándolo de los medios que legítimamente les pertenecen, sino que, a partir del año 1987 -esta vez mediante un decreto del COMFER-, comienza a entregarlos a personas que los utilizan para codificarlos. Entonces, una sola persona podía concentrar hasta 4 canales de UHF y convertirlos en TV codificada (paga), mientras estos deberían ser públicos y gratuitos. En años posteriores, este número se amplio, primero a 6 (1990), luego a 10 (1991) y por último se elimina el límite de canales por persona (1992). Esto explica el por qué de la cantidad de medios manejados por algunos personajes ligados al poder (sobre todo al Legislativo).

TV ITINERANTE

En el año 1985, Leguizamón y otros vecinos instalan el Canal 4 de Alejandro Korn en el sur de la Provincia de Buenos Aires, primer canal comunitario del país. El mismo año, funda, con los nuevos radiodifusores (de baja potencia), la primera asociación de radios comunitarias ARCO, que posteriormente se transforma en FARCO (Federación Argentina de Radios Comunitarias) y en 1989 también participa de AATECO (Asociación Argentina de Teledifusoras Comunitarias), con más de 250 canales de todo el país. Durante la década del noventa reivindicó el otorgamiento de licencias a las organizaciones sociales. Para ello, demostró anta organismos del Estado, que es posible la utilización de los canales 4, 5 y 6 para la TV comunitaria.

En el año 2002, Leguizamón y Enrique Cagiao, asambleísta de Hurlingam; comenzaron a planear cómo sería el canal «TV Itinerante»; que inauguraron el 20 de diciembre de ese año, cuando se sumó al proyecto Carlos Miranda, vecino de la localidad de Glew. Desde entonces, se trasladan con un transmisor, una antena y el resto del equipo necesario para realizar una transmisión en vivo, que se puede realizar desde el punto que elijan con un radio de aproximadamente 10 cuadras a la redonda. Estas buscan reflejar la opinión pública sin ningún tipo de mediación.
La TV Itinerante, además de ser invitados a realizar estas presentaciones directas, tiene como objetivo incentivar a la reproducción de experiencias de comunicación similares. Han salido al aire desde la Asamblea de Pompeya, Asamblea de Floresta, Asamblea de Parque Avellaneda, Asamblea de Cláypole, Vecinos Autoconvocados Don Orione, Comedor Comunitario Los Gorriones, Comedor Comunitario La Casita de Jesús, MTD Claypole, Yumen, MUP 20, Grupo Alavío, TC29, Frente de Unidad Obrera y Popular, Galpón Cultural y Red-Acción.

«Es importante tomar conciencia de que podemos robarle un pedazo de torta al poder y del potencial creativo que tiene un medio como la televisión. Algunos canales ya les han sido sacados. Pero todavía no se ve a los medios como parte da la construcción de poder -los evangelios y los políticos lo han notado-. El trabajo que hicieron los Medios Masivos es muy bueno: no discutimos su propiedad, ni el valor de dinero», comentó Leguizamón, quien también agregó: «Son pocas las organizaciones y las personas que se animan a transgredirlos. Hay que empezar de a poco, se podrían hacer transmisiones semanales desde cada localidad donde participen la mayor cantidad posible de gente».

REVISIÓN DE LAS EXPERIENCIAS

«Hasta ahora, por lo general, se tomaron las diferentes experiencias como una militancia comunicacional y no política, y ese fue un error. Para trabajar en un proyecto de comunicación comunitaria, se debe saber como recaudar -ya que esto es necesario para el mantenimiento- sin transar con el sistema; cómo se compatibiliza con un comerciante que explota a otras personas; cómo se mantienen los ideales. Estas son cuestiones que deben plantear y resolver desde el principio.

También hubo cosas buenas: con la inserción de algunos canales se consiguió un cambio en la estética. Otras personas-aunque minimamente- pudieron entrar a los medios. Por otro lado, el desafío ya no es poner un canal, sino organizarse en una forma de democracia directa que nos permita cambiar a la sociedad y sus relaciones», concluyó Ricardo.

rleguizamon@hotmail.com



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