03/09/2003

Brutal caso de gatillo fácil en Pompeya

Los casos de gatillo fácil difícilmente son esclarecidos y por lo general quedan impunes, aún cuando los informes policiales contrastan tan evidentemente con la realidad. Lucas Ariel Roldán vivía en La Matanza y fue asesinado en marzo pasado en el barrio de Pompeya, donde trabajaba como limpiaparabrisas, en un confuso incidente en el que participó la Policía Federal.
Después de estar desaparecido durante 6 días, el cuerpo de Lucas fue encontrado por su familia como NN en la morgue judicial. Previamente, la policía le había negado todo tipo de información a sus familiares.


Los hechos

Lucas tenía 29 años, vivía en el kilometro 28 de la Ruta Nacional 3 de La Matanza, y si bien logró llegar a ser técnico mecánico, no podía conseguir un trabajo. Por esto la única opción que tenía era limpiar parabrisas en la esquina de la avenida Sáenz y Alcorta, del barrio de Pompeya. Compartía esta actividad con su esposa Verónica, con quien tenía dos hijos, Lucas Damián, de 7 años, y Jesús Ariel, de 3.

El día 6 de febrero, Lucas había recibido intimidaciones por parte de la policía de la zona en que trababa. Fue un oficial de la Comisaría Nº 52 de la Policía Federal quien ese día le dijo: «vos, negro, acá no trabajas más, es un capricho mío y punto». Por supuesto, él no estaba dispuesto a abandonar su tarea, con la cual le daba de comer a su familia, por el capricho de un agente policial y continuó realizándola. Exactamente un mes después desaparece.

Esto sucedió el 6 de marzo, que es el último día en que es visto con vida, justamente allí, en su lugar de trabajo. Los testigos cuentan que Lucas tuvo que moverse de esquina porque el semáforo cambió de color y la camioneta Renault Kangoo, a la cual le estaba limpiando el vidrio, arranca sin que él pueda terminar su trabajo. Esto sucede a las 17 horas, cuando los testigos ven cómo, inexplicablemente, Lucas es subido a la camioneta que se pone en marcha a toda velocidad.

Cuando su familia toma conocimiento de este suceso, comienza a llamar a las 53 comisarias de la Capital Federal, sin tener ninguna respuesta. Recién a los 6 días del secuestro, el 12 de marzo, reciben una llamada anónima que les dice que deberían buscar en la Comisaría Nº 52, donde les negaban cualquier tipo de información. Finalmente, la familia reconoció el cuerpo de Lucas que se encontraba como N.N. en la morgue judicial.

La versión policial

Justamente fue la Comisaría Nº 52 a la que le tocó realizar el informe sobre esta muerte. En éste afirmaba que: «el sospechoso, transportaba en un auto robado un kilo y medio de cocaína, con armas de fuego, luego de ser interceptado por la policía, huye a punta de pistola comenzando un tiroteo donde pierde la vida».

Son muchas las razones que demuestran que lo único cierto en este informe es que Lucas perdió la vida. En primer lugar, él fue asesinado 55 minutos después de que los testigos vieran cómo era levantado por una camioneta; difícilmente pudo escapar con al volante del vehículo pues no sabía manejar. Es decir, según el informe policial, en sólo 55 minutos pudo robar un auto, aprender a manejar, traficar drogas, armas y mantener un enfrentamiento con la policía.

Además, el informe policial decía que Lucas recibió 5 disparos y que tenía antecedentes penales, mientras que en el parte forense se hablaba de 8 tiros y el cuerpo figuraba como N.N. Es decir, si le adjudicaron antecedentes es porque previamente pudieron identificarlo; entonces, ¿por qué permanecía como N.N masculino?

El barrio se organiza por justicia

Todos los días 6 de cada mes los amigos y la familia se movilizan organizando marchas y escraches para pedir justicia. La última marcha, que se realizó hasta Tribunales, contó con la participación de diversas organizaciones y abogados de CORREPI. Estas organizaciones son las brindan apoyo y contención a los familiares de las víctimas, que además del dolor de perder a un ser querido, deben soportar que el sistema judicial ignore sus reclamos.

Los más de mil casos de gatillo fácil desde la vuelta de la democracia en 1983, demuestran que existe una política represiva institucional que convierte a los jóvenes, y pobres, en blancos potenciales de las fuerzas represivas.



0 comentarios

1000/1000
Los comentarios publicados y las posibles consecuencias derivadas son de exclusiva responsabilidad de sus autores. Está prohibido la publicación de comentarios discriminatorios, difamatorios, calumniosos, injuriosos o amenazantes. Está prohibida la publicación de datos personales o de contacto propios o de terceros, con o sin autorización. Está prohibida la utilización de los comentarios con fines de promoción comercial o la realización de cualquier acto lucrativo a través de los mismos. Sin perjuicio de lo indicado ANRed se reserva el derecho a publicar o remover los comentarios más allá de lo establecido por estas condiciones sin que se pueda considerar un aval de lo publicado o un acto de censura. Enviar un comentario implica la aceptación de estas condiciones.
Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Ir arriba