29/06/2003

Mujeres en lucha contra la impunidad

Luego del asesinato de su hijo, la madre de Maxi se organizó junto a otras mujeres contra la impunidad.


El asesinato de Maximiliano Kosteki en manos de la Policía Bonaerense, entre los tantos cambios que provocó en su familia, lanzó a Mabel Ruiz, su madre, a iniciar un camino para exigir justicia y procurar que se juzgue a los asesinos, el cual la llevó a organizarse junto a otras madres de víctimas de casos similares y crear la agrupación de Familiares y Víctimas en Lucha Contra la Impunidad en Democracia, FAVELCID. La organización, gestada tras cumplirse el primer mes de la muerte de Maximiliano, el 26 de julio del 2002, cuando varias madres de otros jóvenes asesinados por policías se acercaron a Mabel durante un acto conmemorativo bajo el Puente Pueyredón, ya presentó 50 casos ante el secretario de Derechos Humanos, EduardoLuis Duhalde. El grupo, formalizado en febrero último, está trabajando en la elaboración de una base de datos «con 1600 casos no resueltos de todo el país, y otra base con los policías que tienen alguna responsabilidad en esos crímenes, y los jueces y fiscales que permiten que continúen impunes», adelantó a ANRed Mabel Ruiz. «Como asociación tenemos de referente y como ejemplo a la lucha de las madres de Plaza de Mayo, aunque nosotras tengamos un lugar al cual ir a llorar a nuestros hijos y ellas no, siempre decimos que si ellas fueron las locas de la dictadura nosotras seremos las locas de la democracia», aseguró. Existe otra coincidencia, la conformación de FAVELCID es esencialmente femenina, aunque en este caso se trate de madres y esposas de víctimas de la violencia institucional.

Mabel relató que el grupo surgió de la idea de organizarse «justamente a raíz de que me hayan matado un hijo» y cuando «otras madres se solidarizaron conmigo, como Linda Vázquez, que es la presidenta y la mamá de Mariano Vázquez, asesinado hace 8 años por la policía y cuyo asesino está suelto». Se fueron sumando madres y al notar que pasaban los meses y a Mabel todavía le ponían un micrófono o una cámara de TV en frente comenzaron a reunirse con la idea de que se conozcan los casos «cajoneados» como una forma de hacer presión para que seresulevan. «Nos organizamos porque veíamos que había muchos casos de hace años sin resolver y que los asesinos siguen sueltos porque la mayoría son policías, en actividad o retirados, o personal de seguridad como el caso de ‘Sugus’, Ramón Santillán, a quien lo mató un agente de seguridad de Metropolitano», reseñó Mabel.

Empezaron juntándose en distintas casas pero las distancias eran muy amplias y necesitaban «un punto medio» para los encuentros, lo cual se logró cuando un militante de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) inauguró un merendero en Lanús con el nombre de MAximiliano y conectó a Ruiz con el titular de esa central Obrera, Víctor de Gennaro. De Gennaro les ofreció una oficina en la sede de Independencia 776 y allí trabajan las mujeres, los miércoles y viernes de 11 a 18, a la espera de que se defina otro lugar con la ayuda de la diputada de Izquierda Unida (IU) Vilma Ripoll, según señaló la mujer.

Respecto a cómo elaboró esto, remarcó que aunque «mucha gente me felicita y me dice que está orgullosa de mí, para mí no es ningún orgullo y no mererzco felicitación tampoco, porque el dolor va mucho más allá, es mucho más fuerte, la mayoría de las veces pienso que no estoy haciendo nada». «Este año aprendí que ante la muerte de un hijo existen tres actitudes: te encerrás en tu casa a llorar por el resto de tu vida; vas, venís, hacés las cosas del trabajo y la casa, aguantás, esperás la resignación y resitís hasta que te morís también; o salís a luchar y a reclamar a las calles lo que nos deberían dar»,aseguró. «Por supuesto que he tenido días de bajón, pero es peor, entonces al día siguiente otra vez abro la puerta y salgo a reclamar justicia», concluyó.



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