«La memoria se ejerce en las calles»
Alrededor de cien personas, encolumnados tras la bandera de HIJOS, marcharon desde el Congreso hasta la Casa provincial para expresar su indignación frente a las intimidaciones que sufren los militantes de distintas organizaciones. Además, el objetivo de la movilización fue responsabilizar al gobernador Felipe Solá por la desaparición de Jorge Julio López, testigo clave en el juicio al genocida Miguel Etchecolatz. .
«Hola, qué tal, Solá, cómo te va. Fascista hijo de puta, te vinimos a escrachar», fue el canto que anunciaba la llegada de la Agrupación HIJOS -junto a otras organizaciones adherentes – a la puerta de la Casa de la provincia de Buenos Aires, ubicada en Callao al 200.
Para muestra un botón… o varios
Allí los esperaba un operativo policial que no sólo se plantó con muchos efectivos uniformados, sino que también participaron policías de civil, incluso dentro de las columnas de las organizaciones de Derechos Humanos.
De todos modos el escrache se pudo realizar y fueron escuchadas las voces de denuncia de las organizaciones.
«Responsabilizo a Felipe Solá»
Ramiro González, el militante de la Agrupación HIJOS que fue secuestrado la semana pasada, culpó al gobernador de la provincia de Buenos Aires por el episodio del que fue víctima. Si bien había trascendido la invitación a entrevistarse con el Secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde, González explicó que el funcionario en ningún momento se comunicó con él. Esto relató a ANRed:
ANRed: ¿Hace cuánto vienen denunciando intimidaciones?
Ramiro: Nos hicieron amenazas y el Gobierno jamás dio respuesta alguna. Estuvimos presenciando el juicio a Miguel Osvaldo Etchecolatz y ese mismo día que estábamos ahí, recibimos llamados desde el Servicio Penitenciario Federal, más precisamente del Penal de Marcos Paz para que no nos presentáramos. Hicimos la denuncia correspondiente y ningún organismo de Derechos Humanos ni nadie del Gobierno dieron respuestas. Si nos hubiesen escuchado, quizás, habríamos protegido al compañero (Julio) López y no estarían todas las intimidaciones que están sufriendo diferentes militantes.
ANRed: ¿Cómo fue tu secuestro?
R: El martes pasado- alrededor de las 23.30- soy interceptado por un coche Volkswagen Polo rojo. Una persona con una pistola me dice que agache la cabeza y que ingrese adentro del auto. Ahí, me dicen que no mire nunca para arriba y me empiezan a mostrar fotos de gente de mi edad. Me preguntaban si conocía a alguien y , a la respuesta de no, eran golpes, golpes, golpes. Después, me tomaron huellas dactilares de ambas manos y luego de haber dado vueltas con el coche por una hora y media, me liberan cerca de Liniers. Y lo que me dicen es que no me de vuelta, que empiece a correr y que nos dejáramos de joder todos mis compañeros y yo porque nos iban a matar a todos.
ANRed: ¿Qué acciones judiciales tomó la Agrupación?
R: Se hizo la presentación ante la Cámara Penal. Lo que yo exigí a las autoridades de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación fue que la denuncia no quede archivada como tantas otras que fuimos haciendo a lo largo del juicio y antes, también.
ANRed: ¿Se comunicó Eduardo Luis Duhalde directamente con vos?
R: Duhalde no se comunicó en ningún momento. Sí, se comunicó conmigo Luis Alem, que es el Jefe de Gabinete de la Secretaría de Derechos Humanos.
ANRed: ¿Quiénes son los responsables de tu secuestro?
R: Responsabilizo a Felipe Solá porque donde yo empiezo a salir visiblemente, a participar de actividades, es en la provincia. Y es precisamente es él quien sabe quiénes son estas personas que están haciendo estas intimidaciones – tanto a mí como a otros compañeros más.
A continuación reproducimos el discurso dado por Julio Talavera (HIJOS):
«Hace treinta años se llevaron a nuestros viejos de nuestras casas, venían en sus Falcon, armaban operativos, entraban pateando la puerta, rompían todo, secuestraban a nuestros padres delante nuestro, los torturaban y luego, los desaparecían. Se llevaron a nuestros hermanos, nos robaron a 500 de ellos.
Hace una semana, nuestro compañero fue secuestrado durante dos horas. En esas dos horas, se le hizo vivir el mismo calvario que sufrieron muchos de nuestros padres: Fue golpeado, se le exhieron fotos de compañeros para que los reconozca, se le tomaron huellas digitales y no conformes con eso, lo apuntaron en la cabeza y simularon varios disparos antes de liberarlo.
Nosotros hicimos la denuncia correspondiente pero también la habíamos hecho un mes antes de que desaparezca el compañero Julio López. También, nos habían apretado y nos habían llamado a nuestras casas, diciéndonos que apareciéramos en el juicio porque íbamos a morir.
Nosotros estamos acá para decirles que no tenemos miedo. Que, a pesar de los aprietes, a pesar de las torturas, vamos a seguir adelante. Que nosotros no somos parte del oficialismo K en los Derechos Humanos. Nosotros no tranzamos ni nos paseamos por los despachos oficiales ensuciando la memoria de nuestros padres.
María Cristina Saborido, una ex detenida del Pozo de Banfield que fue torturada también en ese Pozo, y el 9 de octubre pasado, el novio de su hija sufrió cortes en sus brazos por haberse manifestado en contra del Gobierno de la Ciudad, de la Nación y de la Provincia, exigiendo la aparición con vida de López. Los hermanos Ariel y María Montes, el mismo 9 de octubre, fueron detenidos y sometidos a torturas en la comisaría de Mármol en el marco de la lucha por el esclarecimiento de la desaparición del compañero Julio López.
Nosotros entendemos que la responsabilidad máxima de todos estos recae en el Gobierno nacional y en el Gobierno provincial, en particular. Porque son las fuerzas de seguridad al mando de Felipe Solá, las mismas que integraban la ‘mejor policía del mundo’ de sus anteriores jefes: Duhalde y Menem. Y son las que hoy pretenden custodiar a los compañeros que somos testigos en juicios por delitos de lesa humanidad. No aceptamos eso. No aceptamos que nos cuiden los verdugos. No aceptamos que la búsqueda sea parcial en tanto esté en manos de los mismos que desaparecieron al compañero Julio López. Y esos mismos son las fuerzas represivas que están a cargo del gobernador Felipe Solá.
No puede ser que haya tenido que esperar a que desaparezca un compañero en el marco de un juicio importantísimo, a que torturen a un hijo de desaparecidos, a que violen sistemáticamente los Derechos Humanos y que esto salga a la luz pública para decirnos que en sus comisarías y en sus fuerzas todavía quedaban hombres vinculados al Proceso militar. Y para el colmo ni siquiera se los exonera, se los premia con una jubilación, jubilación que deberemos pagar todos-incluso quienes fuimos víctimas.
Nosotros entendemos que hay una continuidad y esa continuidad se expresa hoy en la represión de la que venimos siendo parte todos los sectores populares que no cerramos con este proyecto político, que entendemos que los Derechos Humanos son mucho más que la construcción de un museo y que la memoria no se ejerce en los pasillos. La memoria, compañeros, se ejerce en las calles. Los pueblos ejercemos nuestros derechos acá, protestando y no, tranzando con el Gobierno.
No podemos entender que ellos se pregunten dónde está López cuando ellos son los que nos tienen que decir dónde está el compañero López porque fueron ellos los que lo secuestraron. El gobernador Felipe Solá, la Policía de la Provincia, la Policía Federal, los Servicios de Inteligencia y el máximo responsable, el propio Presidente de la Nación, que tanto se jacta de haber pertenecido a una generación revolucionaria. A nosotros no nos interesa qué hiciste en los 70, nos interesa cómo vendiste la patria en los 90, cómo construiste tu poder político al lado de Menem, cómo fuiste reprimiendo a los compañeros piqueteros en la provincia de Santa Cruz y de esa forma armaste el mismo poder que hoy estás pretendiendo construir a lo largo y ancho del país.
Hoy estamos acá para exigir al Gobierno de la provincia de Buenos Aires y al escracharlo:
Por ser el máximo responsable del territorio en donde desapareció Julio López.
Porque es en tierras bonaerenses donde las amenazas y aprietes a militantes populares son diarias.
Porque las Fuerzas de Seguridad a su cargo son un refugio de Genocidas, que no solo nunca recibieron castigo sino que fueron premiados con una jubilación que el pueblo deberá pagar a sus verdugos.
Porque las torturas en las Comisarías de «la mejor policía del mundo» son Política de Estado en su administración.
Porque mientras Julio López no aparezca: TODOS ESTAMOS EN PELIGRO
Porque su incapacidad lo transforma en cómplice.
Porque ante el cuadro de situación actual, en lugar de pensar, vergonzosamente, en su candidatura para el 2007, debería presentar su renuncia por incapaz, por cara dura y por hijo de puta.
Exigimos al Gobierno de la Provincia de Buenos Aires que si se va a conformar una comisión investigadora para esclarecer el caso de la desaparición del compañero López y todas las amenazas y aprietes que venimos sufriendo los sectores populares, que esa comisión esté integrada por los organismos de Derechos Humanos y que tenga poder de policía, no como sucedió con la CONADEP, que simplemente fue testimonial y nunca pudimos ir a patearles la puerta a los cuarteles para preguntarles claramente dónde están nuestros viejos: Porque ellos tienen la información, la tenían y aún, la siguen teniendo.
Porque el Estado es el mismo, el que nos reprime es el mismo, la lucha sigue siendo la misma.
Exigimos: Aparición con vida del compañero López, basta de la persecución a militantes populares, castigo a los genocidas de ayer y de hoy.
No olvidamos. No perdonamos. No nos reconciliamos.»