Despidos en «El Gráfico» tras la decisión de Torneos de discontinuar la edición impresa
La empresa Torneos anunció que en diciembre salió la última edición impresa de «El Gráfico» y despidió a 20 trabajadores. Martín Estévez, redactor por más de 7 años de la revista deportiva, sostiene: «no valgo ni más ni menos que los compañeros de Cresta Roja, PepsiCo y tantas otras empresas que saben explotarnos cuando necesitan ganancias y expulsarnos cuando ya no les alcanzan». Difundimos su carta.
«Me acaban de echar del trabajo y no tengo ganas de escribir, pero siento que tengo que hacerlo igual, en medio de la ensalada de cosas que nos pasan por la cabeza cuando nos echan del trabajo.
«Después de 99 años de existencia, cerró la revista El Gráfico. Lo decidió una empresa con mucha menos antigüedad y con eso despidió, echó, mandó a la calle sin postre a veinte personas, entre ellas yo.
«No voy a adorar a El Gráfico, porque su historia está manchada con sangre: fue uno de los medios de comunicación aliados a la dictadura entre 1976 y 1983. Pero como siempre castigué a la revista, también tengo que decir que durante los siete años y medio en los que estuve escribí muchas barbaridades llenas de justicia, y sólo me censuraron una vez.
«Pienso en el gordo Delmonte, que hoy tenía que festejar el cumpleaños de su hijo y se encontró con esta trompada. En Elías, que le dedicó más horas a la revista que a su vida. En que a cada compañer@ le habrá entrado el puñal por un lugar distinto. Pienso que no tengo derecho a sorprenderme: si siempre repito lo que las empresas privadas hacen con nosotr@s, no podía esperar otra cosa de Torneos. Nunca lo esperé, ni de cerca.
«Cuando tenga más lucidez podré relacionar este cierre con la decadencia de los medios de comunicación tradicionales, con la gran cantidad de desocupad@s (incluido yo) que generaron las decisiones del gobierno de Macri y con los métodos similares a una tortura psicológica que utilizan los departamentos de Recursos Humanos para desestabilizar a l@s trabajadores.
«Pero, por ahora, prefiero decir sólo lo que me pasa por la cabeza.
«Que mi despido me duele tanto como cualquier despido que le clavan a cualquier persona honesta.
«Que no valgo ni más ni menos que los compañer@s de Cresta Roja, PepsiCo y tantas otras empresas que saben explotarnos cuando necesitan ganancias y expulsarnos cuando ya no les alcanzan.
«Que el camino colectivo son las cooperativas de trabajo y la lucha por una sociedad donde no haya opresores que no mueven un dedo y se quedan con lo que producimos l@s oprimid@s.
«Y que, si alguien está preocupado por mí, despreocúpese: mañana arrancó una vida mucho, pero mucho mejor».