04/01/2018

«El reconocimiento a las Mujeres Indígenas que hemos estado invisibles por años»

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En octubre pasado se realizó el 32° Encuentro Nacional de Mujeres en la ciudad de Resistencia. Durante los meses previos a la realización del evento, una Comisión de Interior recorrió la provincia de Chaco para garantizar la participación de la mayor cantidad de mujeres posible, y esto representó una gran oportunidad para que mujeres indígenas pudieran conocerlo y asistir, algunas por primera vez. Por Agencia Periodística Timbó


Elizabeth González, miembro de esta Comisión y coordinadora de la Mesa de Pueblos Originarios, lideresa del Pueblo Qom con un largo recorrido en la reivindicación de los derechos indígenas, los derechos de la mujer y el acceso a la justicia, en diálogo con la Agencia Periodística Timbó, realizó un análisis y evaluación del Encuentro y de la importancia del protagonismo de las mujeres en las luchas indígenas.

APT: ¿Cuál es tu visión de cómo se desarrolló el Encuentro y la Mesa de Pueblos Originarios?

Elizabeth González
: Mi nombre es Elizabeth González y pertenezco al Pueblo Indígena Qom. Para nosotras fue maravilloso, una experiencia nueva, especialmente de muchas hermanas ancianas y jóvenes que han venido del Gran Impenetrable. Poder venir y participar en lo que me tocó a mí coordinar, el taller de Pueblos Originarios, eso fue muy importante. A partir de hoy la propuesta es cambiar, que no sea más un taller de Pueblos Originarios, sino que sea el Conversatorio de Mujeres Indígenas.

Realmente fueron conclusiones muy productivas, cada quien exigiendo cada demanda que existe en cada situación. En el caso nuestro, los Pueblos Indígenas de Chaco, tuvimos masiva concurrencia, entonces podemos decir que estuvo la voz del interior. Históricamente, según lo que otras encuentreras han dicho, fue muy lindo esto de la Sub Comisión de Interior, poder haber invitado a las mujeres que quizás a veces no tienen la posibilidad de saber cómo es el Encuentro y, por primera vez, poder participar. Hemos tratado de que cada hermana lo pueda hacer, así que lo han hecho desde sus lenguas indígenas, con traductoras intérpretes, que fue maravilloso. Y un pedido de una anciana, que nos exhortaba a no querer aprender tanto el idioma castellano, sino mantener nuestra lengua. Que debemos seguir trabajando, pero no quebrar eso que ella sostiene que no se debe tocar: la lengua.

APT: Y las mujeres como guardianas de esa lengua, justamente, materna»¦

Elizabeth González: Así es, recibir esa cátedra de una anciana fue maravilloso. Tenemos mucho por compartir, porque también, cuando ya era la hora de la marcha casi salimos llegando tarde, las ancianas pidieron de forma especial bendecirnos antes de caminar. Para nosotras fue muy fuerte, muchas energías. Teníamos un lugar privilegiado, atrás de la comisión organizadora y para poder llegar hasta ahí tuvimos que correr. Fue maravilloso ver a las ancianas corriendo, algunas por primera vez estando en una marcha.

Fue muy fructífero, estoy realmente satisfecha. Y las hermanas también con mucha satisfacción de poder llegar a sus lugares y poder dar la réplica de lo que uno vive aquí que es maravilloso, y la dimensión de la cantidad de mujeres.

APT: Hubo fuertes reclamos de las mujeres en la cuestión territorial, ¿qué opinión tiene de eso?

Elizabeth González: Yo estoy hablando mucho de las mujeres moqoit, wichí y qom, sin embargo, vinieron muchas hermanas de todo el país. También tuvimos la dicha de contar con hermanas indígenas del Paraguay, de Ecuador, de Bolivia, de Uruguay, de Chile. Esto marca que las mujeres indígenas no delimitan los territorios, y eso es importante, porque cuando hablamos de territorio hablamos de la primera violación de derecho que tenemos los Pueblos Indígenas. El saqueo de nuestras tierras, la denegación de poder llegar a nuestros montes, decían las hermanas wichí «a nuestros «˜supermercados»™”, y eso fue muy fuerte. Hablaron también las hermanas mapuche por todo lo que hoy están sufriendo de los grandes desalojos.

Para nosotras como mujeres poder ser hoy partícipes reales de las propuestas, para que no sean meras propuestas para el otro Encuentro, sino que también se puedan enviar a la Legislatura. Se han hecho reclamos a todas las entidades por la gran discriminación que sufren cuando una mujer perteneciente al Pueblo Indígena tiene que hacer algún trámite.

APT: Su trabajo no se resume a la coordinación de este taller, tiene un trabajo desde hace muchísimos años por la reivindicación de los Pueblos Indígenas y los derechos de la mujer, ¿qué nos puede decir de esta trayectoria?


Elizabeth González:
Para mí, he sido simplemente una vocera, siempre digo que soy un nexo entre estás dificultades que se tienen para el acceso al derecho, para el acceso a la Justicia. Para mí, es un mandato ancestral. La política indígena es muy linda y sostengo y voy a sostener hasta el último suspiro de mi vida que los Pueblos Indígenas debemos luchar por nuestros derechos. No es que yo esté en contra de ningún partido político, pero para que yo pueda creer en un partido político, debo realmente empezar a conocer acciones positivas, acciones concretas. No es época para estar reclamando que nos creen leyes, las leyes tenemos suficientes. Simplemente nosotros queremos que esas leyes se implementen en acciones concretas, que se terminen las vulneraciones.

Y en este Encuentro a mí me dio mucha satisfacción, porque yo volvía de una situación tan triste, tan horrorosa cuando vemos la vulneración de derechos de las niñas, y aquí también poder contar testimonios con jóvenes indígenas que ya pueden tener la fuerza de hablar, de decir: «Este cuerpo es mi territorio”. Y eso para mí es satisfactorio, que las mujeres empiecen también a levantar su voz, ellas como protagonistas de que se dé cumplimiento a nuestros derechos. Esa es mi función, simplemente soy una humilde servidora de mi Pueblo.

Eso es lo que cada día a mí me fortalece, fortalece también saber que no soy yo la que hace los logros, son las propias hermanas que me llaman a la madrugada, son las hermanas que confían en mí. Yo no puedo pretender que alguien me reconozca, porque el reconocimiento que debemos tener es el reconocimiento a las mujeres indígenas que hemos estado invisibles por años. Porque nuestro Pueblo, nuestra cultura no es de esa cultura machista, pero han aprendido acciones, han aprendido conductas que no son buenas, cosas que enferman a nuestros Pueblos Indígenas.

Entonces, a nuestros grandes líderes, creo que deben ponerse un poquito a detenerse sobre cuál es realmente la posición de cada hermano. Yo festejo que cada hermano o cada hermana tenga participación política, pero en mi persona no cabe. Tengo experiencias muy tristes que he pasado y debo reivindicar los derechos de los Pueblos Indígenas. A veces veo que, si uno es servil a un partido político, a la larga, siempre terminás rendido a los pies de los que tienen fuerza. El capitalismo es muy fuerte y eso yo no creo que en mí pueda entrar ese pensamiento. Tengo un mandato ancestral de mis antepasados y especialmente de mi padre, quien ha luchado desde muy joven. Y ese ejemplo es el que sigo y ese ejemplo es el que voy a continuar, nadie me va a callar mientras pueda hablar, como hoy me ves, voy a seguir y seguiré porque hay una juventud que hoy ya está enamorada del liderazgo de las mujeres indígenas.

Y esa es la gran, gran recompensa que puedo recibir como una lideresa indígena. Recompensa que, cuando no esté Elizabeth, muchas recuerden. El empezar a hacer una picada para andar y hoy decir: «tenemos este camino andado”. Un camino lindo, donde nuestros niños disfruten hablando en su lengua indígena, disfruten hablando en castellano, pero disfruten realmente de su niñez. Que ni una muerte más sea impune, que no haya más femicidios. Porque en cada denuncia, en cada socorro de una mujer indígena, debe estar presente el acceso a la Justicia de nuestros Pueblos Originarios.



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