Toda mujer nace para ser atrevida y desobediente
Hasta el 28 de mayo, en el Centro Cultural Borges (Viamonte esquina San Martín), se podrá visitar: «Ninguna mujer nace para puta», una muestra organizada por AMMAR Capital y Mujeres Creando de Bolivia. «Se trata de una interpelación directa no solo al Estado corrupto sino a toda la sociedad», señaló a ANRed Sonia Sánchez, integrante de AMMAR. La exposición cuenta con fotos, videos e instalaciones y sobre todo con la palabra de las mujeres organizadas que cuestionan desde la experiencia a la prostitución como ‘salida laboral’.
Fotos: Gisela Volá – Argentina Photo.
A Mujeres Creando y AMMAR Capital (Asociación de Mujeres Argentinas por los Derechos Humanos) no las reunió ni las mezcló el azar. Las juntó la necesidad de utilizar unos pocos elementos para mostrar lo de todos los días: la explotación y la discriminación hacia la mujer en situación de prostitución. Decir ‘ninguna mujer nace para puta’ es cuestionar a una sociedad y a un Estado dispuestos a crear ‘zonas rojas’ y luego a señalar con el dedo. «Esta sociedad mira desde la vereda de enfrente pero en ella están los clientes, los prostituyentes», advirtió Sonia Sánchez de AMMAR Capital. Entonces, la discusión se extiende al tipo de relaciones jerárquicas que se construyen entre hombres y mujeres, en todos los ámbitos: la calle, la casa, la ciudad.
La Paz: Objetos que no exigen, revelan…
La muestra, ahora en Buenos Aires, fue inaugurada a fines del año pasado en La Paz, Bolivia. En esa ocasión la presentación estuvo a cargo de María Galindo, integrante del Colectivo Mujeres Creando: «Solo tres camas: La primera dedicada a una mujer que murió de un derrame cerebral. Se atrasó diez minutos en llegar a la cita y murió por los golpes de su protector. Los calzones estaban ahí; las compañeras de trabajo estaban ahí; pero el fiscal absolvió a su asesino. La muerte de ella y de tantas hermanas nos acompañan, nos duelen y comprometen».
«La segunda cama está dedicada a la calle y a las mujeres. Al vínculo entre una puta y una no puta. Porque ese vínculo existe. Porque la palabra puta es una palabra violenta que se instala y nos paraliza. Nos produce rechazo, bochorno y condiciona la vida todas las mujeres. Estamos aqui para conjurar esa violencia.
Y la tercera está dedicada a los clientes. El afán es decir que prostituir parece un derecho del hombre y eso es una sociedad patriarcal».
Sobre una de las paredes de la sala se colocaron fotos de una mujer en situación de prostitución, típica de cualquier archivo policial, que datan de principio de siglo. «A ellas se las obligaba a diferenciarse y colocarse un velo negro para el registro» -explicó Maria Galindo- «Además, hemos expuesto el reglamento de las casas de tolerancia de esa época. Estamos en el 2006 ha pasado un siglo y los cambios sociales a estos sujetos no los toca. Lamentablemente el gobierno municipal actual tiene su reglamento que es de la anterior gestión, pero lo único que ha modernizado es el lenguaje porque el fondo queda ahí. Ahora se trata de regular ‘el trabajo sexual comercial’. Es indignante la analogía, la arrogancia de redactar estas reglamentaciones de manera unilateral como si la ciudad no fuera nuestra, como sino fuéramos interlocutoras. En realidad, nosotras no lo somos y es lo que pretendemos denunciar».
Buenos Aires: Objetos que no exigen, revelan…
A lo ya detallado se suma, entre otras cosas, un extraño y valioso hallazgo: «Lupanar», una serie de fotografías de autor desconocido, que retratan la incursión de un grupo de hombres en un prostíbulo, entre los años 1935 y 1940. El material fue compilado por Ricardo Ceppi.
«Sentimos y vivimos a la prostitución como una violencia física y psíquica que atraviesa nuestro cuerpo y nos convierte en un objeto de uso y abuso. Cuando en realidad, nosotras somos personas sujetas de derecho. Pero qué es lo que pasa. Los estados son los grandes proxenetas, son los primeros proxenetas de las personas pobres y en particular si nacemos mujeres», señaló Sonia. «Decimos que la prostitución no es trabajo. Es una salida desesperada al hambre del capitalismo. No hemos tenido la libertad interior de decidir qué hacer de nuestras vidas. Entonces, el Estado que nos gobierna dice: ‘Ustedes tienen que vender sexo, placer, ustedes son mano de obra barata’«.
Los resultados de una encuesta realizada en la Capital Federal, a fines del año pasado, arrojan varias conclusiones: la mayoría de las mujeres en situación de prostitución viven en casas ocupadas o en habitaciones de hoteles. Algunas son analfabetas y muchas no tienen el primario completo. Los problemas de salud más frecuentes son el HIV, la diabetes y la depresión.
Una caja con mercaderías básicas como fideos y aceite es la respuesta del gobierno. Amerita que sean expuestas, resignificadas. «Y más en el Centro Cultural Borges donde existe tanto lujo mientras que a nosotras nos quieren mantener ocultas, en ‘zonas rojas’. Pero estamos aquí para decir basta», sostuvo Silvia Mónica, otra de las referentes de AMMAR Capital.
«Los Estados deberían legislar políticas sociales como educación, capacitación laboral, para que nosotras podamos decir en nuestras casas, a nuestros padres, madres, hermanos, hijos, hijas de qué diablos sobrevivimos. Por ser atrevidas, por ser desobedientes, hemos creado un espacio, una organización que se construye colectivamente para todas las mujeres en situación de vulnerabilidad y en situación de prostitución. Convocamos a fortalecernos, a trabajar nuestra autoestima. Entonces, empezamos a tomar la palabra. No hay otra palabra que no sea la nuestra», subrayó Sonia.
«Llegamos a este lugar por nuestra lucha» -reconoció la referente- «pero no llegamos solas. Llegamos gracias a Mujeres Creando: de ellas fue la iniciativa desde Bolivia. También estamos acompañadas del Colectivo Situaciones, La Vaca Org, el Grupo de Arte Callejero. Nuestra intención es que esta muestra sea itinerante porque es una interpelación a la sociedad y tenemos que llegar a los que no vienen a estos lugares. Lo bueno sería que recorra el país».
La exposición se completa con videos del programa ‘Mamá no me lo dijo’, que Mujeres Creando emitió por la televisión estatal boliviana, y fotos de Gisela Volá, integrante de Argentina Photo.
En palabras de Maria Galindo, «el encuentro es un pretexto para cambiar el tipo de relaciones sociales que se dan en nuestra casa, en la calle, en sociedad. Esa es nuestra utopía».
Mariana Collante
Fotos: Gisela – www.argentinaphoto.com.ar