Enfermos de prejuicios
«La ternura» es una obra del autor sueco Jonas Gardell, adaptada y dirigida por Hugo Álvarez, que nos habla del dolor y la soledad que debe padecer una pareja de homosexuales infectados por el virus del SIDA. ANRed asistió a su representación y se encontró con una trama anclada en los años ochenta que pone en foco la discriminación y la marginación a las que estaban expuestas las personas que padecían ese mal. Todo una muestra de un sector de la sociedad siempre proclive a condenar y a juzgar el sufrimiento ajeno.
Afecta y duele. No podemos entender que lo que vemos en escena refleje una época signada por la intolerancia y la ignorancia. Corría 1986 y una pareja de homosexuales infectados por el virus del SIDA recibe la visita de los padres de uno de ellos. A ese primer desconocimiento de encontrarse con el hijo enfermo, le sigue el rechazo y la incapacidad de poder ayudar a esa vida que poco a poco se va extinguiendo.
La acción se desarrolla en Estocolmo, Suecia, en la casa de Rasmus y Benjamín. Pero eso poco importa. El argumento puede situarse en cualquier rincón del planeta y no perder su sentido. Lo que no da lo mismo es el año en donde el devenir de estas almas está anclada: fines de los 80. Y dentro de ese contexto, el SIDA no era sólo un mal mortal y letal, llamado peyorativamente «la peste rosa» al pensarse que los gays eran los únicos en infectarse, sino que, además, quienes lo sufrían eran víctimas de la marginación. Y precisamente de esos gays había que huir porque circulaban diversas y confusas versiones acerca de su forma de contagio.
Se le daba a esta plaga el pretexto perfecto para condenar a personas que habían elegido otra forma de amar y sentir. La ecuación resultaba sencilla y, a la vez, aterradora: desde la iglesia y desde otros sectores conservadores, el virus era presentado como una forma de castigo divino hacia quienes osaban transgredir las buenas costumbres.
En la obra, Rasmus y Benjamín abren las puertas de su hogar y nos exponen su realidad: seres humanos que sufren y se aman. Y que, a pesar de saber que su dolencia avanza, siguen adelante y juntos. Por el contrario, Sara y Harald, los padres de Rasmus, exhiben la peor cara que el hombre puede mostrar: la del prejuicio y de la imposibilidad de poder luchar en contra de él. Dentro de ese marco, ¿quiénes son los enfermos?
Hoy el SIDA puede ser controlado para quienes tengan acceso al cóctel de drogas y la gente ya no se muere como en aquellos años, aunque el contagio continua su marcha ascendente. También la comunidad homosexual dejó de ser el grupo de más alto riesgo. Mujeres, pobres y jóvenes han ocupado su lugar. Pero los enfermos de prejuicios y los imposibilitados de entender otras realidades siguen su marcha. Ya no, quizá, discriminando a los infectados, sino cambiando su eje de ignorancia y rencor hacia otras zonas vulnerables de ataque.
«La ternura» es una pieza que permite la reflexión y el involucramiento de sus espectadores. El tema que aborda no es el SIDA ni muchos menos la muerte, estos son subterfugios para plantearnos el desamor y la soledad que deben afrontar dos jóvenes contra la incomprensión que pueden ejercer algunos humanos.
Hugo Alvarez dirigió y adaptó, de forma más que eficaz, esta obra del autor sueco Jonas Gardell, estrenada originalmente como un unitario para la televisión de Suecia en 1989. Su desafío fue mayúsculo: lograr que en un pequeño decorado, cuatro personas cobren vida y nos cuenten su historia y, a la vez, que esa historia abra un debate, ofrezca una visión sobre los comportamientos ajenos, pero también una mirada interna hacia nuestros propios actos sobre los demás.
Hilario Quinteros, Mariano Mandetta, Eva Kal y David Sznek ponen el cuerpo y el alma para componer a estas dos parejas de opuestos generacional y de distintas conductas sexuales que posibilitan a unos practicar la ternura y a los otros desconocer el significado de esa palabra.
Mariano Minasso
Funciones:
Jueves y viernes a las 21hs en Espacio Teatral, Corrientes Azul.
Avenida Corrientes 5965, Capital Federal
Reservas: 4854-1048
Localidades $15 (jubilados y estudiantes $8)
Ficha Técnica:
Traducción, versión, director y puesta en escena: Hugo Alvarez
Protagonistas: Hilario Quinteros, Mariano Mandetta, Eva Kal, David Sznek
Diseño Escenografía y vestuario: Gabriela Fernández
Diseño de Iluminación: Martín Antonini
Música y sonido: Fabián Kesler
Maquillaje: Gabry Romero
Asistente de dirección: Rodrigo Monti
Asistente escenografía y vestuario: Valeria Cook
Gráfica: Marión Gravier
Fotos: Antonio Fernández
Prensa: Simkin & Franco
Realización escenografía: Miguel Yanson
Realización utilería / vestuario: Valeria Cook
Operador luces: Miguel Yanson
Operador sonido: Rodrigo Monti
Asesor temático: Miguel Zapatela / Ong Nexo A.C.
Producción general: Corrientes azul