17/03/2006

«Ninguna mujer nace para puta»

mar2.jpg«Cuando nosotras nos organizamos, primero nos apropiamos de nuestro cuerpo, luego de nuestras palabras, no dejando que nadie decida y hable por nosotras». ANRed conversó, entonces, con las principales referentes de AMMAR Capital. Una entrevista que transitó las sombras de la experiencia en el cuerpo y las luces de construir la identidad que la prostitución ha quebrado. Una lucha política y cotidiana.

Fotos de Argentina Photo.


Varios hombres juntos arman un gran alboroto, muchas mujeres juntas, también. Pero las chicas de AMMAR están tramando una presentación conjunta con Mujeres Creando de Bolivia para fines del mes próximo. Y ahí sí habrá alboroto de verdad, dicen, porque van a instalar temas ignorados que tienen que ver con las mujeres en situación de prostitución, entre otros temas del género. «Ya tenemos el lugar y parte de las actividades pero cuando esté todo completo les avisamos», nos dicen a las integrantes de ANRed. No nos quedamos calladas y contribuimos a la algarabía generalizada, tratando de sacar datos, precisiones. Imaginamos en voz alta alguna escapada nocturna para grafitear, para no solo intervenir en el espacio público sino también para crear cierta inquietud a alguna persona desprevenida. A la vez, tomamos mate con edulcorante y le cantamos el cumpleaños feliz a Elba, una de las chicas de AMMAR. Recibe besos, abrazos, regalos de sus compañeras y al rato recordamos por qué estamos ahí. Entonces, empezamos la entrevista.

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 ANRed: ¿Qué es AMMAR Capital?

 Silvia Mónica: Somos la Asociación de Mujeres por los Derechos Humanos; una organización que se ocupa de las mujeres en estado de prostitución y en estado de vulnerabilidad. Cuando una está en situación de prostitución, todo se le nubla y sólo se piensa en la calle, el trabajo, mientras, hay todo un universo negado».

 Sonia Sánchez: Si trabajas en prostitución no te reconoces persona sos un objeto de uso y abuso. Al organizarte y conocer tus derechos, empiezas a crear la identidad que la prostitución ha quebrado y comienzas a transitar otros caminos. Nosotras acá construimos a diario nuestra identidad de mujeres sujetas de derecho. Amar, sonreír, vivir, como mujeres, como personas.

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 ANRed: ¿Cuál es la diferencia entre «mujer en situación de prostitución» y «trabajadora sexual»?

 Sonia Sánchez: La prostitución, a pesar de ser una actividad redituable, no lo consideramos un trabajo. La prostitución es violencia que se ejerce sobre el cuerpo de las mujeres o de las personas que se prostituyen para sobrevivir. La violencia no es solo física es también psíquica. Es una violencia que te convierte en objeto. Por más que nosotras paguemos nuestros impuestos, como cualquier ciudadana o ciudadano estamos marginadas en la prostitución. Somos mano de obra barata que producimos placer para este sistema capitalista.

 ANRed: Existe otra agrupación de mujeres meretrices dentro de la CTA que lo ve como un trabajo y propician la sindicalización.

 Silvia Mónica: Nosotras respetamos que haya un sector que se quiera sindicalizar, porque trabajamos desde la diversidad. Lo que nosotras no queremos es que se nos imponga una manera de pensar y organizarnos. Directamente le preguntamos a las compañeras cómo sentís y cómo vivís la prostitución. Si lo viven como nosotras, con violencia, con vergüenza, que mentimos en las escuelas, en los barrios, a nuestros familiares, este es tu espacio. Aquí vamos a construir identidad, un oficio, una profesión y volver a nuestras casas y decir de qué vivimos. Podrán hacer un sindicato, pero las compañeras van a volver a sus casas y decir: Soy trabajadora sexual. La discriminación no termina cambiando una palabrita, tampoco terminará con la automarginación. El tema es más profundo … A nosotras no nos interesa, nuestra lucha es otra. Debemos golpear fuerte para instalar estos temas. Nosotras ya no pedimos por favor, nosotras discutimos.

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 Sonia Sánchez: Algunas formamos parte de AMMAR/CTA, pero desde el 2002 organizamos esta agrupación. Fuimos parte de una lucha común en la época de los edictos policiales, para denunciar el abuso, el maltrato y represión policial a las mujeres que trabajan en la calle. Luego que se suprimieran los edictos, empezamos a discutir la validez de la figura «trabajadora sexual» y decidimos dejar la CTA (Central de Trabajadores Argentinos). Llegamos a la conclusión que si bien la lucha es por mejorar las condiciones de las mujeres en situación de prostitución, la prioridad debía ser resaltar nuestra condición de mujeres excluidas del sistema. Y a partir de ahí comienza nuestra construcción colectiva, entre pares, para esto: primero nos apropiamos de nuestro cuerpo, luego de nuestras palabras, no dejando que nadie decida y hable por nosotras. Nos adueñarnos del saber.

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 ANRed: ¿Qué relación mantiene el poder político con la prostitución?

 Sonia Sánchez: Siempre han decidido por nosotras. Los legisladores nunca nos han llamado, simplemente ellos deciden sobre nuestras vidas sin conocernos, sobre nuestros cuerpos, como cuando se sancionó el Código Contravencional. A ellos no les interesa lo que pensamos, no somos obsecuentes con ellos. Nosotras decimos: la prostitución no es trabajo queremos que legislen políticas sociales, queremos capacitación y trabajo genuino. Ellos legislan para sus intereses, porque el Código Contravencional nos sigue manteniendo en la esquina, que trabajemos en zonas rojas. ¿Por qué? Porque de esta manera tienen más poder sobre nosotras. Seguiremos siendo un número, seguiremos siendo explotadas porque los que mandan son los y las proxenetas, la policía seguirá cobrando coima como siempre. Nuestra lucha no le conviene a la clase política porque ellos son los primeros proxenetas. Nuestra lucha es paso a paso porque no tenemos ayuda de nadie.

 ANRed: ¿Cómo fue la lucha contra el Código Contravencional, hoy vigente?

 Graciela Collante: Siempre se reprime al más débil: ¿a quién le importa una mujer que se prostituye? Si desde chica te dicen que sos puta. Nosotras solo tenemos que saber abrir la boca y las piernas. Por eso, a raíz de nuestra oposición al Código Contravencional, encarcelaron a dos compañeras, esas detenciones estaban previstas para cualquiera de nosotras

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 ANRed: ¿Cómo fueron detenidas? ¿Hubo pruebas para mantenerlas por catorce meses en la cárcel?

 Sonia Sánchez: Ese día éramos veinte compañeras. Subimos al colectivo, mientras Carmen y Marcela fueron a comprar cigarrillos y no volvían más. Nosotras estábamos dentro del micro listas para salir y nos faltaban ellas dos. Las buscamos hasta que nos avisaron por celular que estaban detenidas. Nos dijeron que a las 7 de la tarde serían derivadas a la provincia, y el lunes aparecieron en la cárcel de Ezeiza sin avisarnos. No hay pruebas contra ellas, de Marcela ni siquiera hay una foto y de Carmen hay fotos pero no está rompiendo nada. Estas detenciones no fueron al azar porque justamente estas compañeras viven en el barrio de Flores y han denunciado a la policía en la época de los edictos policiales. En ese momento, el ex fiscal Lanusse estaba investigando a la federal y las compañeras fueron a declarar ante las reiteradas detenciones que eran de 21 días porque ya la figura legal era privación ilegitima de la libertad.

Es decir, nosotras no fuimos a la Legislatura a decir ‘queremos unas parcelas para seguir prostituyéndonos, sino que exigimos trabajo genuino’. El tema es que nos tenían que parar de alguna manera, nos tenían que callar la boca. Y lo hicieron al mejor estilo militar en plena democracia. Este gobierno dice defender los derechos humanos pero se los viola alegremente. Somos mujeres muy capaces, solo nos tienen que dejar la oportunidad y van a ver que no somos taradas como ellos creen. Las decisiones las tomamos nosotras mismas y nosotras pagamos con nuestros cuerpos y con nuestra libertad el precio.

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 ANRed: ¿Qué efecto tuvieron las detenciones al interior de la organización?

 Sonia Sánchez: El efecto en la organización fue muy fuerte. Durante los catorce meses, todos los viernes íbamos a ver a las compañeras y a sostenerlas anímicamente. Eso era lo más difícil, porque vos podes llevar mercadería, abrigo, pero cómo le levantás la autoestima, cómo les digo: ‘Sean fuertes’, si yo tengo la posibilidad de pasar las rejas y estar con mis hijos y ellas no. Fue un parate de la organización durante los catorce meses. No pudimos presentar microemprendimientos para las compañeras. La prioridad absoluta eran Carmen y Marcela. Íbamos a las marchas, a ver abogados, hablamos con (Eugenio) Zaffaroni, miembro de la Corte Suprema de Justicia. Y cada vez que íbamos a Ezeiza a visitarlas, afuera nos desmoronábamos. Era un golpe muy fuerte en el alma. ¿Ese es el precio que nos imponen para ser libres, de ser personas? Lo pagamos. Salimos más fortalecidas y más unidas.

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 ANRed: ¿Cómo son los talleres y los microemprendimientos?

 Graciela Collante: Estos talleres son participativos, no son nada formales ni estructurados. Nos juntamos entre pares. Los hacemos en las zonas de mayor concentración de compañeras: Once, Villa del Parque, Constitución. Tenemos compañeras que son referentes y están en las calles repartiendo preservativos e información. También nos ocupamos de las compañeras que necesitan mercaderías. Tenemos una feria americana, una peluquería y un taller de costura. Tratamos de trabajar en redes con otras organizaciones. Para los talleres productivos utilizamos la iglesia metodista; la peluquería está en la asamblea de Flores… Gestionamos una casa ante el Gobierno de la Ciudad para organizarnos y trabajar. Nos dijeron que no. En cambio nos designan zonas rojas para que sigamos en la calle.

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 ANRed: El tráfico de personas para la explotación sexual ocupa el cuarto lugar de importancia económica a nivel mundial. En la Argentina, aunque surgen evidencias -testimonios de menores y mujeres esclavizadas, misteriosas desapariciones y muertes- el tema no se instala y parecen casos aislados.

 Sonia Sánchez: Si hablamos de este tema, volvemos a hablar de la complicidad del poder político. Las desapariciones de mujeres como la de Marita Verón, los asesinatos de mujeres en Mar del Plata, todavía impunes, ocurren todos los días. Las redes de prostitución cuentan con la complicidad de la policía y el poder político. En la muestra que haremos con Mujeres Creando vamos a tratar este tema. Todas estas mujeres secuestradas, esclavizadas o asesinadas, son las nuevas desaparecidas en democracia.


Mariana Collante


Contactos:

AMMAR Capital

tel 4637-5998

e-mail: asocammarcapital@hotmail.com


Nota: El título de la nota pertenece al colectivo Mujeres Creando


Fotos: www.argentinaphoto.com.ar



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