Más de 200 docentes repudian concursos arbitrarios y reclaman estabilidad laboral
Este jueves 13 se realizó -con alta adhesión- un nuevo paro de la docencia universitaria de todo el país, en reclamo de reapertura paritaria y aplicación de la estabilidad laborall exigida por el convenio colectivo de trabajo (CCT). El pico de movilización se produjo en la sede del CBC de la UBA, donde más de 200 docentes interinos, en promedio con más de veinte años en sus cargos, se concentraron y entregaron más de mil firmas en repudio al llamado a concursos arbitrarios. Por Corresponsal Popular para ANRed
En el acto central convocado por la AGD y empujado desde diversas formas de autoorganización en las sedes de trabajo, la emoción, sorpresa y alegría, ante una movida sin precedentes, se mezclaban con muestras de repudio y enojo a las autoridades, como atestiguaban los cantitos y variados carteles artesanales.
En las universidades del interior el paro refuerza la aplicación ya en marcha de la regularización exigida por el CCT en más de quince universidades (Comahue, Mendoza, Luján, Tierra del Fuego, San Luis, La Rioja…). En cambio en el CBC de la UBA con el paro se busca dar vuelta la situación, ya que los alrededor de dos mil docentes son en su conjunto interinos y el único cambio que han recibido en este año ha sido la aprobación de un reglamento de concursos abiertos que los expone a competir por sus puestos de trabajo prácticamente sin reconocerles que hace décadas se desempeñan en es tarea. El estado de alerta y movilización se viene profundizando así en el CBC, sin visos de solución.
En el curso de una concentración sin precedentes, una delegación de los docentes fueron recibidos en su despacho por el director del CBC Jorge Ferronato. Allí Ferronato expresó que él es sólo un delegado en el CBC, designado y al servicio del rector Alberto Barbieri. Pero que justo acababa de reunirse con él para analizar la situación de los concursos y que en función de ello podía comunicar lo esencial de esa charla. Informó entonces que el rector ha conformado una comisión para instrumentar los concursos de tal manera que nadie pierda su cargo, pudiendo regularizar los mismos, contemplando distintas opciones a ese fin.
La delegación docente le señaló al director que ya nadie creía en palabras al viento, que lo que cuenta son las resoluciones escritas y que en tal sentido objetivamente el reglamento de concursos tal como está redactado dejaría el trabajo de centenares de docentes al criterio arbitrario de jurados elegidos a su vez arbitrariamente.
Al terminar la reunión se realizó un asamblea en la sede, donde se analizó la propuesta de participar en la citada comisión. Pareció haber consenso en torno a que las autoridades de la UBA por primera vez muestran disposición a negociar algo, pero que aún se está lejos de conseguir algo concreto y que habrá que mantener la movilización para lograrlo.
La asamblea resolvió entonces mantener el estado de alerta y movilización, decidiendo enfocar el reclamo de estabilidad laboral al rector con una protesta y exigencia de reunión a fecha a definir. Allí se reclamará alguna forma de participación docente efectiva para establecer mecanismos de regularización.
En el cierre, el secretario general de la CONADU-H informó que el miércoles doce se reunión la comisión de seguimiento del CCT (conformada por seis rectores por el CIN y seis delegados por los gremios docentes de presencia nacional) donde la AGD-UBA repudió la negativa de la UBA a aplicar el CCT. Ante esto la comisión de seguimiento ratificó por unanimidad que el CCT es nacional y tiene vigencia en todas las universidades nacionales.
En la desconcentración la satisfacción con la lucha desplegada se combinaba con un estado deliberativo acerca de cuál puede ser la propuesta concreta que canalice la energía demostrada en la anhelada regularización de los cargos trabajados por décadas. Allí muchxs (una gran cantidad de independientes, miembros del Colectivo Docente, entre ellxs) coincidían que la resistencia no va contra el hecho de que se evalúe de alguna manera el trabajo docente, sino contrael desconocimiento del trabajo de décadas. Por ello promovían que quienes vienen trabajando por más de cinco años deben tener sólo una evauación de idoneidad en el cargo y no una competencia con los centenares de docentes que de seguro se inscribirán cuando se abran concursos. Y que en todo caso esto se debe resolver en ámbitos institucionales con plena participación docente y no entre cuatro paredes como hasta ahora.