27/09/2016

«Para nosotras las muertas por aborto son femicidios del Estado”

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El derecho al aborto legal seguro y gratuito continúa siendo una deuda de la democracia, sin embargo, no es una deuda de la militancia, las compañeras de la Campaña por el Derecho al Aborto luchan cada día con convicción para exigir al Estado que se aplique el protocolo para la atención integral de las personas con derecho a la interrupción legal de embarazo, y que se siga avanzando en el camino hacia la legalización del aborto. Por Colectivo Cultural Otro Viento


A unos pocos días del 28 de septiembre, día de lucha por el aborto legal, seguro y gratuito, Otro Viento dialogó con dos compañeras de la campaña, Maria Julia de Las Azucenas y Julia de Desde el Fuego- COB La Brecha, sobre su lucha diaria el proyecto de Ley presentado y sobre la importancia de resistir en las calles, tal como lo demostró recientemente la liberación de Belén.

El pasado 30 de junio se volvió a presentar por sexta vez el Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria de Embarazo (IVE), por su parte Lipovertzky, presidente de la comisión que motoriza dicha ley, dijo: «Las mujeres que reclaman aborto legal también están a favor de la vida” y afirmó que hay diferentes posiciones dentro de su bloque político ¿Cómo analizan ustedes esta nueva coyuntura política?

María Julia: El proyecto de ley de interrupción de embarazo está a favor de la vida de las mujeres, porque justamente con los abortos clandestinos las que mueren son mujeres, sobre todo mujeres pobres que no pueden acceder al negocio millonario del aborto, que siendo millonario es también inseguro.

Nosotrxs presentamos el proyecto por sexta vez, un proyecto reformado a través del trabajo de todo un año realizando foros en muchos lugares del país. Los foros estuvieron compuestos por psicólogxs, médicxs, abogadxs, para ir acomodando el proyecto a todas las legislaciones vigentes. Una de las figuras que se sacó del proyecto es la del objetor de conciencia, que tantas trabas nos trae cuando acompañamos a las mujeres al hospital. En esta coyuntura es difícil, también lo fue en la década pasada, hasta ahora tenemos más o menos 40 firmas, de las cuales 4 son del pro.

¿Se está dificultando conseguir firmas para este nuevo proyecto?

Julia: A diferencia del último proyecto este tiene menos firmas, pero son más los bloques políticos que lo apoyaron. Lo que vemos es que el lobby de la iglesia sigue siendo fuerte, lo ves en los medios, el caso de Belén es un ejemplo de cómo se siguen resistiendo los sectores del poder, sobre todo el mismo Estado.
En el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, que es donde estamos nosotras, no se están garantizando los abortos no punibles. Denunciamos a la jefa del servicio de ginecología del policlínico por tortura, por violencia institucional ejercida sobre una piba que había sido violada. El ministerio de salud a ese sumario nunca lo avanzó, es la inactividad del ministerio lo que hace aún más clandestino el aborto.

María Julia: Esta coyuntura es difícil, pero nosotras creemos que el proyecto va a salir o se va a empezar a discutir si hay una gran movilización afuera, en la calle, en estos casos individuales, como en el caso de Belén,en el Encuentro Nacional de Mujeres, y presionando para que se discuta y que pase el recinto. En la década pasada nunca se discutió en ninguna de las tres comisiones en las que se tiene que discutir.
Es una coyuntura difícil pero también vemos muy positivo el proceso de movilización del movimiento de mujeres.

¿Creen que el caso Belén puede marcar un antecedente para que, desde el Poder Legislativo, vean la necesidad de discutir el Proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo? ¿Conocen otros casos como el de Belén?

Julia: Existe fuerza en el movimiento popular, pero también veo la fuerza que tiene el congreso de frenar derechos que son civiles, constitucionales, es un freno importante. Hay que destacar la heterogeneidad que hay en la campaña, el caso de Belén fue llevado adelante a partir de una mesa por la libertad de Belén. La campaña también tuvo mucho protagonismo, pero no salió de su seno, sino de otro espacio de organizaciones. Esto puede ser positivo para que otras organizaciones que no están en la campaña, que no siguen la agenda del aborto legal, empiecen a tomar la interrupción del embarazo como una lucha más.

María Julia: El caso de Belén hizo traer otra vez el tema del aborto, hubo otras Belén, a este caso se le dio difusión. Nuestra prioridad es estar permanentemente en la calle, tratando de visibilizar y de exigir la legalización del aborto. Creemos que va a salir por ahí, con una gran presión popular y denunciando lo que está pasando y también acompañando a mujeres para exigir que se practique el aborto punible, en casos que es legal.

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¿Cómo analizan el rol que tuvieron los medios de comunicación con el caso Belén?

Julia: Desde la campaña, desde este espacio de la mesa por la libertad de Belén, y las compañeras que estuvieron al frente de la difusión, se tomaron la tarea de hacer un tweetazo, de generar la consigna, el hashtag libertad para Belén y anulación de la condena. Esto da cuenta que se necesita al cerco mediático. Por otro lado, siempre existe la manipulación de estos temas por los grandes medios al enmarcarlos en la irresponsabilidad de las mujeres al tener relaciones sexuales, a la mujer asesina del hijo, siguen estando porque los medios tienen que cambiar un poco el lenguaje para que sea más comprable la noticia.

La política de prensa por la lucha de la libertad para Belén fue algo importante como para contraponer, para saltar las barreras que tenemos las organizaciones del sector militante, para que se enteren otras personas. Los medios nacionales, empresariales y hegemónicos no sorprenden, pero los medios comunitarios, alternativos y populares, son centrales en la difusión.

En el primer artículo del proyecto se habla del derecho de «toda mujer”, mientras que en el artículo 10 se abre al derecho de «toda persona con capacidad gestante”.

¿Qué postura toma la Campaña respecto al derecho al aborto a toda persona con capacidad gestante? ¿Qué implicancia tiene hablar el derecho de TODA MUJER?

María Julia: Fue toda una discusión en la campaña, si tenía que estar en el primer artículo «que toda persona capaz de gestar» tiene el derecho o tenía que estar dirigido, por lo común y cotidiano, a que sea «toda mujer” tiene derecho.Fue una discusión porque lo que se planteaba era qué es un tema que afecta en su mayoría a la mujer, y en las condiciones que está este proyecto, que cuesta hasta que se discuta, se llevó a plantear los artículos de esta forma.

Julia: Fue una conclusión mayoritaria, porque al ser la campaña heterogénea, hay desacuerdos y disputas dentro, ganó esa posición, que no tiene muy en cuenta una agenda más disidente de otro tipo de identidades porque no es una fantasía decir que hay varones trans que quedan embarazados, sino que es la realidad. En la ley vos tenes que poner todo lo que haya, pero es un gran paso que esté en alguno de los artículos, aunque no en el primero.

Lo positivo de la campaña es que tiene once años de existencia, no hay otros movimientos tan heterogéneos que sigan existiendo, con nuestras diferencias y con la autonomía que tiene cada región. Hay un objetivo que nos unifica que es la exigencia a la despenalización y legalización del aborto. Hay sectores y periodistas que siempre hablan del proyecto como despenalización. Nosotrxs no queremos que las mujeres vayan presas, pero lo que queremos es que toda mujer que quiera interrumpir un embarazo, lo pueda hacer en un hospital público y que lo cubran las mutuales.

María Julia: Es difícil a veces priorizar cual tiene que ser la estrategia por la coyuntura porque hay distintos partidos políticos, hay macristas, radicales, kirchneristas, marxistas, independientes, sindicatos, pero lo que reivindicamos es que siga existiendo y que cada vez se sumen más grupos. Por mi parte me parece re positivo crear estos espacios, que no se los adueñe nadie, son construcciones colectivas.

¿Cómo evalúan el rol de las Consejerías? ¿Qué implica militar desde el derecho a la información?

María Julia: A nosotras nos parece una estrategia a corto plazo por una necesidad vital que tenemos las mujeres. A veces la campaña también ocupa un rol que debería ocupar el Estado, nosotras todos los 28 vamos los hospitales a informar los derechos de las mujeres cosa que debería hacer el Estado.

Al Estado, al ministerio, al gobierno, nosotras le exigimos, pero mientras tanto ¿qué?, le exigimos mínimamente que pongan afiches para que diga que hoy una mujer violada puede pedir hacerse un aborto. Entonces, nos parece muy positivo el rol de las consejerías, en particular creo que, a las consejerías, y no lo digo yo, está escrito, las tiene que poner el Estado, en todos los hospitales públicos, no en los amigables o como los llaman ellxs. A veces el socorrismo y nosotras como campaña suplantamos al Estado por una omisión del mismo.

Julia: una omisión que es súper política, la desinformación que hay es muy grande, desde que las pibas van a la farmacia a pedir la pastilla del día después y se la niega la farmacéutica, esas cosas si no las pones en crisis crees que es así, porque hay un poder de esa profesional de la salud, que está en el hospital, que es una construcción de poder en la cual lo que se impone es «si yo que estudié tantos años te estoy diciendo que no: es no”, entonces la cantidad de mujeres que no llega ni siquiera al hospital para pedir un derecho es un número muy alto.

Nosotras nos debemos todavía, que ya lo estamos viendo, talleres en las escuelas, porque también a veces exigirle tanto al Estado es una pérdida de tiempo, porque es muy fuerte la negativa, así que mientras seguimos con la exigencia nos vamos metiendo donde podemos, aprovechando las oportunidades, compañeras que son docentes, por ejemplo, cumplen ese rol de informar. Incluso en la militancia muchas veces hay muy poca información, porque es muy fuerte la tradición católica opresiva que hay.

Maria Julia: La campaña ve esta necesidad de informar y por eso armamos distintas redes, una que es la de profesionales por el derecho a decidir que está integrada por medicxs, trabajadorxs sociales, psicologxs que se encontraban en los hospitales y veían todas las complicaciones que pasaba una mujer cuando iba por una interrupcion legal embarazo.

Nosotras apelamos a algunas estrategias en el mientras tanto, pero queda claro que la mayor responsabilidad la tiene el Estado.Para nosotras todos los abortos son no punibles porque si consideramos que la salud abarca la parte emotiva, emocional, psicológica, todo aborto es no punible. Y ante eso también tenemos que exigir y defender.

Hubo un fallo muy importante hace poco de una abogada de la campaña, Nina Brugo, un aborto no punible de una mujer víctima de violencia, uno de los pocos casos que la mujer decide interrumpir su embarazo producto de una situación de violación y víctima de violencia de su pareja, y estaban procesadas las médicas por haber hecho el aborto y fueron absueltas.

Por este motivo entendemos la importancia de las estrategias, porque hay mucha resistencia, en algunos hospitales, por ejemplo, el de Gonnet, si vos vas con un problema traumatológico te anotan en un libro de entrada, en cambio a una mujer con un pedido de una interrupción legal del embarazo, no la anotan, no figura. Tampoco hay una atención post aborto hay un abandono, no hay seguimiento.

Por eso es seguir exigiendo, denunciando, no permitir que pase nada, por ejemplo cuando sacaron el protocolo de la página web del Ministerio de Salud La Nación, inmediatamente el movimiento feminista lo denunció y tuvieron que volver a ponerlo, o en Morón cuando pusieron un cartel que decía que si una mujer llegaba con un presunto aborto había que denunciar a la policía, inmediatamente ahí la red de profesionales por el derecho a decidir de la campaña sacaron un comunicado y lo tuvieron que sacar, siempre hay que estar alerta y seguir movilizadas.

¿De cara al encuentro de mujeres como se prepara la campaña?

Julia: La idea es seguir difundiendo todas estas redes de profesionales y difundir el laburo que se está haciendo que es bastante importante, también sumar más adherentes.

María Julia: Nos parece muy importante el encuentro y lo que se genera, es ahí donde se empiezan a formar otros grupos, la campaña sale de los encuentros, el proyecto sale de los encuentros, es muy importante para nosotras, nos encontramos con compañeras de todo el país y de otros países que luchan también por el derecho al aborto.

Más allá de que todavía no se ha logrado el derecho al aborto legal seguro y gratuito, ¿cuáles creen que son los grandes logros de la campaña?

Maria Julia: Yo creo que la campaña y la lucha de todas las mujeres han servido para visibilizar el tema del derecho al aborto, ya no es un tabú. Creemos que socialmente está instalado, lo vemos en nuestras salidas a la calle. No entramos en discusión con la gente sobre si hay vida o no hay vida, entendemos que el aborto es una realidad, cuando vos planteas que se hacen 500 mil abortos por año, ya no discutimos si eso está bien o está mal, sino que discutimos que ante eso tenemos que hacer algo, porque si no el resto es muerte.

Julia: Al mismo tiempo el empoderamiento de cada mujer, es lo que se necesita. Que nosotras mismas estemos peleando por este derecho que es totalmente humano.

El cuerpo de la mujer sigue apareciendo como un espacio de la iglesia y del Estado, nosotras decimos que las mujeres que mueren por aborto son femicidios del Estado, y hay que decirlo así, porque la «exageración”, la «radicalidad”, es lo que a nosotras nos ayuda a plantarnos frente a un Estado que tiene políticas misóginas y de abandono, a las mujeres y sobre todo a las mujeres pobres.

La agenda feminista no tiene que bajar la guardia con estas cuestiones, los gobiernos no van a ponerlo en agenda.

Maria Julia: Cuando decimos yo decido sobre mi cuerpo, es clave para la emancipación de la mujer. Yo aborté y la imagen que tengo de mi último aborto es un médico que estaba jugando a los jueguitos en una computadora, me duerme una mujer y cuando me despierto el médico seguía jugando a los jueguitos, es decir el desprecio hacia la mujer es muy fuerte.

También me parece importante llenar todo de testimonios, porque hablamos de 500 mil abortos por año, son los registrados, en esta clandestinidad, de los que llegan a los hospitales porque no están terminados, imagínate que es una cifra relativa. Los testimonios ponen en claro lo que nos pasa en esos momentos, esa soledad que tenemos, la incertidumbre, el miedo en un lugar que estamos clandestinas, y queda en un número, no es un número es la realidad.



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