Hacia la conformación de un nuevo colectivo de artistas populares
ANRed se dio una vuelta por el Centro Cultural Libres del Sur, en el cual tuvo lugar un nuevo Encuentro Taller de Grupos de Arte «Rumbo al 24/3», cuyo objetivo inicial es coordinar actividades artísticas conjuntas para la conmemoración del 30° aniversario del golpe militar de 1976. Son grupos de artistas populares que despliegan sus creaciones en diversas áreas, como la plástica, la poesía, la música y el teatro, entre otras formas expresivas.
En diálogo con ANRed, Diego («El Turco»), del área de cultura del Frente Popular Darío Santillán, sostuvo que «si no existe el derecho a la vida, si hay hambre, seguimos estando en falta HOY con los derechos humanos», remarcando las contradicciones que muestra el actual gobierno en su llamada «política de derechos humanos».
«Una inscripción del presente excluido en el espacio público sólo puede ser política, aún estando su realización inserta en una matriz artística». Ese es el principio teórico base del cual parten para el desarrollo de sus intervenciones. Son diversas agrupaciones de artistas populares provenientes de diferentes áreas expresivas, como la plástica, la música, el teatro, la poesía, entre otras, que desde hace tiempo vienen trabajando en torno al cruce inevitable entre cultura y política, entendida la cultura como intervención política sobre la realidad.
El colectivo, aún en pleno proceso de formación, está integrado por las agrupaciones Brutos Aires, Arde!, el Taller Popular de Serigrafía, el Área Cultural del Frente Popular Darío Santillán, los estudiantes del IUNA, El Amasijo, Viento que vienes del Sur, el Centro Cultural Libres del Sur, el grupo Contraviento, y otros provenientes del ámbito teatral y performático.
«Empezamos a hacer algunas reuniones, al principio exploratorias -cuenta Diego, más conocido como «El turco», del área de cultura del Frente Popular Darío Santillán- para ver cuáles eran los temas con los que estábamos trabajando en cada grupo. Empezamos a mostrarnos cómo trabajábamos entre nosotros. Y fue un intercambio de experiencias muy fructífero y satisfactorio, porque el hecho de juntarnos 30 personas, de diferentes grupos, y cada una con su propio tipo de trabajo específico, es una forma de aprender mucho unos de otros».
La organización y dinámica de los encuentros están regidos por la interrelación entre todas las disciplinas y la horizontalidad en el trabajo. «Sin jerarquías y sin que prevalezcan las decisiones de unos sobre las de otros -explica Diego- que es difícil, pero que hay que aprender a laburarlo de esa manera, ya que realmente esa es una forma de diferenciarnos».
Los encuentros tienen una parte de discusión política, que luego es acompañada con trabajo manual concreto, en modalidad de taller. «Tenemos que aprender a crear -sostiene «El Turco»- Saber que todo este proceso, que tiene aciertos y equivocaciones, tiene que ser transparente, ya que de eso vamos a sacar conclusiones positivas y una mayor capacidad de respuesta y avance sobre la realidad. Y estamos en eso»¦ En ir encontrando lo que queremos decir, no sólo desde la palabra y la discusión política, que tenemos siempre (hasta cuando vamos a tomar el colectivo), sino a partir del trabajo artístico y cultural específico».
Un «signo común» para el 24 de marzo
El colectivo, que se viene juntando una vez por semana en el Centro Cultural Libres del Sur tiene, como objetivo inicial, la búsqueda de un «signo común» que permita ligar las diferentes acciones artísticas para el 30° aniversario del golpe de 1976, en torno al eje del «hambre y el genocidio social, planificando una acción para el 24 de marzo para hacer visible la idea de genocidio social, tanto con el fusil como con el hambre. La idea es tomar los derechos humanos en referencia al HOY (a la buena alimentación, a la vivienda, a la salud, la educación) en contraste a la idea de reivindicar los derechos humanos como pasado», con el fin de remarcar la contradictoria «política de derechos humanos» del gobierno de Néstor Kirchner.
Es por eso que, en principio, los ejes estéticos o motivos sobre los cuales se propusieron trabajar a través de imágenes son: el hambre, como concepto general, tomado como continuidad del modelo impuesto desde el 76′, y los huesos, tan vinculados a la temática de la desaparición de personas durante la última dictadura. Aunque no descartan que puedan surgir nuevas ideas sobre las cuales trabajar.
En este camino, el taller improvisado cada semana en Libres del Sur se puebla de recortes de diario, y de otros materiales, como el tergopol o la arcilla, como así también de los murales que el próximo 24 de marzo circularán en las calles «gritando» consignas contra el hambre y los nuevos desaparecidos del sistema: los excluidos.
Cómo ese dibujo de un plato vacío con una cuchara, y la leyenda: «desaparecidos». O aquél otro con una argentina dividida en porciones y un tenedor presto a llevarse un pedazo, acompañado con el concepto de «No nos comemos esta historia».
Diego señala la intención que tienen dentro del colectivo de remarcar que «la anulación de las leyes de obediencia debida y punto final y el procesamiento de varios militares son un avance, pero al que no se podría haber llegado sin la movilización popular. No debemos comprar el discurso de los «derechos humanos» del gobierno. Debemos profundizar más. Si no existe el derecho a la vida; si hay hambre, seguimos estando en falta HOY con los derechos humanos».
Arte y política: perspectivas de un proyecto común
Diego señala, además, que «una cuestión fundamental en el colectivo es que la cultura, desde una visión artístico-política, tiene que tener incidencia real dentro de los movimientos y los sectores en lucha, para reforzar aún más sus diferentes formas de enfrentamiento al sistema».
Esto va de la mano con la idea común dentro del colectivo de continuar con sus intervenciones artísticas, más allá del 24 de marzo, con el fin de participar con sus creaciones en «diversas movilizaciones y participando en construcciones en los barrios, gremios, parques y espacios públicos. Es decir, los lugares de pertenencia de cada agrupación».
Una forma de construir políticamente desde lo artístico. Un proyecto de unidad y propuesta estética a largo plazo. Una experiencia abierta a cualquier persona o grupo artístico que se quiera sumar, obviamente siempre bajo la línea de trabajo central planteada desde el principio por el colectivo.
En definitiva, bastan para ilustrar esta experiencia las palabras de una de las gacetillas del colectivo: «La murga juega seriamente a agacharse para pasar bajo la línea de pobreza o arrastrarse al nivel de la indigencia. Un improvisado panel se puebla de dibujos, de ideas, de palabras. La ronda debate cada propuesta. En resultado: plástica, música, poesía, pensamiento-emoción puestos en acto».
Por Fernando Ruffa
Contactos:
Libres del Sur, Colectivo de Cultura y Acción Popular
Av. H. Yrigoyen 1635, Avellaneda
Tel: 4218-2477
www.libresalsur.com
libressur2004@yahoo.com.ar
Diego / «El turco» (FPDS): dabuarab@gmail.com