01/08/2016

Huelga y sanciones a los dirigentes de la seccional Oeste de la Unión Ferroviaria

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Las amenazas de sanciones al Secretario General de la seccional Oeste de la Unión Ferroviaria, Rubén «Pollo” Sobrero, buscan desarmar las organizaciones de los trabajadores que resiste la ofensiva de los empresarios y el Estado. Por Julia Soul para ANRed


El jueves 28 de Julio, en cumplimiento de resoluciones de asamblea, los trabajadores del ramal Sarmiento de la empresa Trenes Argentinos, realizaron una huelga por 24 hs. reclamando mejoras en las condiciones de seguridad y que se levantaran las sanciones sobre 70 trabajadores de limpieza. El viernes 29, la prensa gráfica recoge declaraciones de la empresa y de la dirección nacional de la Unión Ferroviaria desconociendo la legitimidad por la medida de fuerza y amenazando a la dirección de la seccional con sanciones e incluso con el pedido de «exclusión de la tutela sindical” «“ o «desafuero”.

Esta situación y estas amenazas revisten extrema gravedad y son parte fundamental de la ofensiva que empresarios y Estado llevan adelante sobre el conjunto de los trabajadores y el pueblo. Esta ofensiva tiene dos caras, una «económica” – disminuir los salarios y el costo laboral y, con ello, deteriorar las condiciones de vida de la clase trabajadora – y una «política” «“desarmar y desorganizar los núcleos de organización y resistencia obrera y popular que puedan presentar obstáculos a esa ofensiva. Este aspecto es, por definición, autoritario y tiende a cuestionar el ejercicio de libertades democráticas mínimas, pues a través de ellas se organiza y se canaliza la resistencia a la baja del salario y al deterior de las condiciones de trabajo.

En el conflicto que actualmente protagonizan los compañeros de la seccional Oeste de la Unión Ferroviaria se manifiestan las dos caras de la ofensiva actual contra los trabajadores. Es importante detenerse en cada una de ellas.

La ofensiva «económica”: peores condiciones de trabajo, accidentes y»¦ vidas obreras

Un elemento fundamental para bajar los costos laborales es el deterioro de las condiciones de trabajo. Este deterioro puede darse en la falta de herramientas o en la no reparación de instalaciones o instrumentos; pero también en la falta de cumplimiento de los procedimientos y protocolos para trabajar según las «normas de seguridad” «“ por acelerar tiempos, por hacerlo con «menos gente”, etc. Es fundamental que los trabajadores acepten trabajar en malas condiciones para que ese «ahorro” sea posible. Para los trabajadores, trabajar en esas condiciones significa arriesgarse a sufrir accidentes y pagar con el propio cuerpo los «ahorros” de la empresa.

Esto fue lo que entendieron los trabajadores de limpieza del taller de Castelar al abandonar sus tareas debido a la falta de energía eléctrica en los galpones. Al mismo tiempo, reclamaron colectivamente por mejores condiciones de trabajo. La respuesta de la empresa fue sancionarlos con 5 días de suspensión por no haber seguido los procedimientos de reclamo previstos. En un accidente que se produjo días después, un trabajador perdió una pierna y todavía lucha por su recuperación. La empresa no realiza ninguna acción, no modifica sus esquemas de trabajo ni atiende los reclamos de los trabajadores, y sigue adelante con las sanciones.

Ese es el marco en el que la dirección de la Seccional Oeste de la Unión Ferroviaria organiza una asamblea y se decide la huelga de la última semana.

La ofensiva «política”: avance sobre las organizaciones combativas para impedir la resistencia

El día después de la huelga, tanto la dirección nacional de la Unión Ferroviaria como la empresa Trenes Argentinos hicieron públicas sus intenciones de sancionar al Secretario General de la seccional Oeste. Según el diario La Nación, la dirección nacional de la Unión Ferroviaria realizó una advertencia al dirigente vía carta documento por no haber notificado la realización de la asamblea. En la misma nota, tanto la empresa (estatal) como el Ministerio de Trabajo plantearon la posibilidad de avanzar con el desafuero de delegados y sobre la conducción de la seccional. La mención del reciente fallo de la Corte Suprema (Orellano) da por descontada una interpretación que, según la visión de expertos en derecho laboral colectivo, dista de ser unánime en el fuero laboral. En efecto, la aplicación de dicho fallo en este caso supondría desconocer que las seccionales son instancias organizativas de naturaleza colectiva «“ por lo tanto, titulares del derecho a huelga.

El sólo anuncio de estas medidas pone en evidencia el carácter profundamente autoritario y represivo en la relación con los sindicatos «“ específicamente con los sindicatos combativos. Y esto con independencia de las herramientas legales de las que pueda echarse mano para avanzar.

El objetivo del ataque al «Pollo” Sobrero, a la Lista Bordó y a la seccional Gran Buenos Aires Oeste de la Unión Ferroviaria no es otro que el de desorganizar ese núcleo de resistencia que se fue forjando a través de los años. Los «ferroviarios del Sarmiento” simbolizan la posibilidad de una construcción sindical con mayores niveles de democracia interna que la media, que produjo articulaciones con organizaciones de usuarios en la denuncia de las pésimas condiciones del servicio y del entramado de corrupción que cientos de trabajadores (usuarios y empelados del ferrocarril) pagaron con sus vidas). Los «ferroviarios del Sarmiento” dieron que dio la batalla por las condiciones de trabajo de los empleados de las empresas tercerizadas y son referentes en la organización de la oposición a la conducción de la Unión Ferroviaria.

Disciplinar a los ferroviarios del Sarmiento es un objetivo central no solo para el gobierno, sino para el conjunto de las empresas. Para los empresarios y el gobierno es fundamental demostrar que no es posible resistir para los trabajadores. El ataque contra Sobrero es el ataque al conjunto de comisiones internas, cuerpos de delegados e incluso comisiones seccionales que pretendan canalizar la resistencia a la ofensiva de los empresarios y el Estado. La construcción de un amplio arco de apoyo por parte de las organizaciones sindicales y populares será la única posibilidad de revertir y resistir este ataque a las organizaciones combativas.

La Agencia para la Libertad comenzó a juntar firmas solidarias que pueden enviarse a contacto@agenciaparalalibertad.org, con nombre, apellido, organización y DNI.



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