24/12/2005

Una experiencia para la organización: red de radios en Santiago Del Estero

La importancia de las herramientas de comunicación para la construcción de los movimientos en lucha por el cambio social. ANRed entrevistó en el marco del III Encuentro Nacional de Estudiantes de Comunicación (ENEC) en Rosario a Rubén Lobos del MOCASE (Movimiento Campesino de Santiago del Estero)



 ANRed: ¿Cómo les sirvió la comunicación para ir construyendo el movimiento?

 Rubén Lobos: El MOCASE surge porque no había conciencia. Una persona que ha vivido durante años en la tierra, que ha tenido hijos y nietos que trabajaron toda su vida ahí, de repente llega un día un hombre de afuera y le dice «Señor, usted se tiene que ir porque yo soy el dueño de la tierra y tengo los papeles». A veces esos papeles ni siquiera eran legales, pero igual los pobladores se tenían que ir. Esto sucedía porque no se conocía que hay una ley que se llama «Ley de Posesión Veinteñal», que dice que toda persona que haya vivido en un lugar durante 20 años, que ha hecho una posesión pacifica, continua e ininterrumpida, es dueño de esa tierra, aunque existiera otra persona que tuviera título sobre esa propiedad. Lo que prevalece siempre es la posesión. Pero al no conocerse ese derecho, muchas familias campesinas son desalojadas y esas familias vienen a engrosar las villas miseria de las grandes ciudades.

Ante esto, algunos campesinos empezaron a ver cuál era la forma de evitar esto. Se contactaron con gente más formada y juntos fueron buscando soluciones. Así encontraron la Ley y el siguiente paso fue darla a conocer. Entonces empezamos a transmitir desde un paraje, que son como unidades de familia que pueden ir de 4-5 o 20-30 familias, eso siempre varía. Desde allí se empezó a informar que si venía alguien desde afuera con un papel y decían que eran los dueños de las tierras, no había por qué irse.

Cuando se empezó a organizar el MOCASE no había vehículos y para poder llegar a un lugar era muy difícil, entonces se tuvieron que organizar primero las bases o las comunidades. Una vez que esto se logró, se empezaron a organizar las centrales y las reuniones, su frecuencia y de qué temas se iba a hablar. Los delegados funcionaban como intermediario entre las comunidades y las reuniones del movimiento. A la vez había otros compañeros que se encargaban de hacer el seguimiento de que se haya transmitido toda la información, simplemente para saber si todos tienen la misma capacidad de decisión. Y aquí es donde está el fuerte del MOCASE, en ese control.

 A: ¿Cuál fue el quiebre que le hizo dar cuenta al MOCASE de la necesidad de tener una radio?

 RL: A medida que las comunidades se iban multiplicando y que muchas veces faltaban recursos. Los problemas principales en Santiago del Estero son las distancias y los caminos, que son intransitables. Entonces lo que se hizo fue buscar medios alternativos a la comunicación tradicional para que, si eventualmente sucedía algún problema, podamos difundirlo inmediatamente; o si había desalojos, los podamos transmitir y reunirnos en masa para apoyar a los compañeros.

Todo eso implicaba pensar en cómo dar ese paso, porque ya no sólo eran necesarios los caballos, las bicicletas, el boca a boca, sino que hacía falta tener un equipo que nos garantice difundir la información mucho más rápido. Entonces se nos planteó el siguiente problema: tenemos el inconveniente de que en Santiago del Estero en las comunidades rurales, no existe luz eléctrica, los caminos son intransitables, las distancias son demasiado largas. ¿Cómo podemos resolver este problema? A través de radios. Entonces empezamos a ver la posibilidad de conseguir proyectos en este medio. En un principio, lo que creo que fue un gran acierto del MOCASE, pensamos en radios comunicadoras, tipo VHF- VLU, radios de ondas cortas y largas. Esto nos permitía que una central tenga una radio en un punto fijo y sus comunidades estén conectadas para armar una red de radios. Entonces si a una comunidad le sucedía algo, informaba a la central y esta distribuía en todas las demás comunidades de base. Esto nos ayudó mucho a agilizar el tema de los trámites. Si había algo de urgencia la información iba a la central y decía para tal comunidad hay tal mensaje o recuerden que tal día es tal reunión, no se olviden de hablar tal cosa en su comunidad de base. Eso nos ayudó mucho. Por supuesto que en todo esto hubo talleres en los que hablábamos de cómo nos vamos a comunicar, porque si tenemos que hablar de un desalojo o una retoma, las radios tradicionales no nos sirven porque tienen frecuencia abierta y cualquiera puede retomarnos, por lo tanto nosotros necesitábamos hablar en clave, cómo combinarnos, a qué horario, cómo cambiar de frecuencia. Eso funciona como comunicación hacia adentro del movimiento. Lo que veíamos es que aún así faltaba cómo concientizar hacia afuera, cómo tener una alternativa a lo que decían los medios masivos.

En Santiago hay dos grandes diarios: «El Liberal» y el «Nuevo Diario». El Nuevo Diario, al igual que la radio LV11, es propiedad del actual presidente del Partido Justicialista de Santiago. Y El Liberal siempre estuvo pegado al gobierno, entonces la información salía como les convenía a ellos. Además tenemos un sólo canal de aire, que tapa al Canal 7 nacional. Y este canal, el Canal 7 de Santiago, tiene programas propios pero obedece al oficialismo y pertenece al grupo empresario más grande de Santiago del Estero: el Grupo Hick. Todos estos medios han tratado de dejar mal parado al MOCASE. Entonces, de alguna manera, nosotros dijimos vamos a empezara a utilizar la radio y, a las comunidades a donde no hemos llegado todavía, hagámosle saber que estamos. Porque en muchos lugares de Santiago no podemos llegar por muchos motivos y así por lo menos les decimos compañeros «Pueden defenderse, organizarse, hay leyes que los amparan». Siempre hacemos análisis político, leemos leyes, vemos qué está pasando con la educación, emitimos programas sobre algún problema específico, comunicamos los talleres que hacemos. Bajamos información de los medios masivos clásicos y de los medios alternativos. Ahora que pudimos poner Internet en la radio tenemos esa posibilidad y comparamos lo que sucede con lo que nos quieren hacer creer.

 A: ¿Cuál es la programación, salen todos los días?

 RL: La radio es bilingüe, se hace en quichua y en castellano para revalorizar nuestras tradiciones y cultura. Está abierta desde las 6 de la mañana hasta las 12 de la noche y se orienta sobre todo al público campesino, pero, como transmite a un radio de 80km, también llega a las poblaciones urbanas; así que tenemos una amplia cobertura.
La programación va variando. Hay dos programas fijos: uno a la mañana y otro a la tarde. El de la mañana es de tipo editorial, con opinión, análisis político, más periodístico. El de la tarde es un programa de deportes y música. Después hay programas ocasionales que hablan sobre salud, problemas de género, etc.

 A: ¿Qué articulación tienen con otros movimientos?

 RL: Estamos articulando a nivel nacional en el Movimiento Nacional Campesino Indígena. Con el Movimiento Campesino de Córdoba, la UST de Mendoza, organizaciones de Misiones. Fuera de eso tenemos relación con el Frente Popular Darío Santillán. A nivel internacional estamos con la CLOC (Coordinadora Latinoamericana del Campo) y con la Vía Campesina.

 A: ¿Cuántas familias componen el MOCASE?

 RL: En este momento somos unas ocho mil familias distribuidas en distintos puntos de la provincia.



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