25/11/2005

Harina, la obra teatral de «Las víctimas de la triste espera»

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Harina, la obra de Tejeda y Podolsky, parte de la desolación de un pueblo, luego de que los ferrocarriles han dejado de pasar. La soledad, la constitución del ser a partir de la falta, la identidad, el olvido, la espera, son sólo algunos temas que se escapan de la obra y trepan por el público. La obra es una alegoría, una metáfora extendida que nos grita que lo que pasa en ese pueblo, lo que le sucede a Rosalía (la protagonista) puede ocurrir en cualquier lugar, en cualquier época.


«Lo que hay es que nuestro arte no lo independizamos del hombre; es su producto como la voz de la boca; y así como la voz dice tristeza o alegría, exaltación lírica o pesadumbre derrotista, del mismo modo nuestro arte expresa nuestras ideas y nuestros sentimientos».

Esta frase dicha hace ya algunos años por el escritor Roberto Mariani, en clara respuesta a los intelectuales argentinos que conformaban el conocido grupo de Florida (quienes proponían la separación del arte de cualquier esfera o dimensión que fuera ajena a la literatura o el arte en sí mismo) explica, resume, puntualiza el eje de una obra teatral que desde una puesta acertada cristaliza múltiples miradas de una realidad que atraviesa todas las fibras del ser.

«Harina», el unipersonal de Carolina Tejeda y Román Podolsky que se presenta en el Teatro del Abasto todos los domingos a las 20, cuenta mucho de la identidad de nuestro país, pero no se queda allí y va por más. Conformaría una visión parcial cualquier crítica que se quedara en la temática social de la obra y se perdiera por ende el jugoso sumun que despliega como un abanico esta obra.

Se plantean desde el comienzo diversos interrogantes que quedan flotando en el aire a la espera de que espectadores ansiosos los apropien para transformarlos en alguna certeza posible.

La obra de Tejeda y Podolsky parte, desde una interpretación exacta y brillante, de la desolación de un pueblo (de muchísimos pueblos) luego de que los ferrocarriles han dejado de pasar. La soledad, la constitución del ser a partir de la falta, la identidad, el olvido, la espera son sólo algunos temas que se escapan de la obra y trepan por el público.

Un complejo y minucioso guión que entreteje una construcción significativa a partir de: El tiempo del relato que se presenta como el soliloquio de Rosalía, la protagonista, que transcurre en el presente, aunque habla, todo el tiempo, del pasado.

El pasado que sirve como catapulta para poder transponer desde ese tiempo que ha permitido la vida, entiéndase en su pleno desarrollo y transcurso, a un nuevo espacio que es actual y desde el que se dispara la crítica y las añoranzas de Rosalía.

Los recuerdos de la protagonista hacen muy evidentes los rastros de ese pasado, nítidamente separado de la experiencia narrativa, porque la obra no quiere sino sugerir la persistencia histórica de ciertos problemas en nuestra historia. La obra es una alegoría, una metáfora extendida que nos grita que lo que pasa en ese pueblo, lo que le sucede a Rosalía, en un momento no específico, puede ocurrir en cualquier lugar, en cualquier época. Un alejamiento hacia el pasado para evidenciar la crudeza del presente que se desangra por la soledad.

Harina, no cuenta grandes hazañas, no utiliza despliegues escénicos exuberantes pero a pesar de su austeridad, es la obra de la espera y casi rayando la insistencia, de la soledad. Una frase viene inmediatamente a la mente, al alma «El hombre que está sólo y espera». La pregunta es qué se puede esperar. O mejor dicho quién o quiénes esperan. Quizá Argentina sea quien está en espera permanente.

La apuesta de este unipersonal juega con un doble movimiento, mejor dicho con una doble dimensión discursiva: por un lado se nos presenta el relato de Rosalía de manera lineal, ella interpela directamente al público. Pero dicha simplicidad es engañosa: la narración se interrumpe por breves historias de vecinos, amigos, proyección de fotografías, recuerdos personales. Se instaura la dimensión mítica propia del arte.
El sentido profundo de Harina está latiendo, está por venir a cada momento. La mejor iluminación del guión está dada en las pequeñas detenciones que hace Rosalía en sus añoranzas que nos transportan a cualquier otro lugar.

Alejándonos de lo teatral específicamente, cabe destacar que este logro discursivo lo encontramos en otros ámbitos culturales como puede ser la plástica pero es en la literatura donde se ve más acabadamente y nombres como Jorge Luis Borges o Antonio Di Benedetto resuenan en esta obra teatral que otorga mucho más de lo que puede prometer cualquier anuncio de la crítica mediática.

Decididamente, Harina es una de las obras en la cartela porteña que tiene demasiadas cosas interesantes para contar y donde el espectador tiene mucho por rastrear. Es en esta apuesta del Teatro del Abasto donde Harina nos cuenta no lo que pasó lejos y hace tiempo a seres desconocidos. Harina es un relato que se refiere a nosotros, sus espectadores.

Qué cosas le pasa al hombre cuando sus manos ya no pueden ser utilizadas porque la realidad ya nos las requiere; qué pasa cuando el silencio es más potente que cualquier palabra, cuándo el silencio tiene mayor resonancia que un grito en la desolación de una noche, o en el clamor de una batalla.

Sin duda Harina es una hora en la que el público deambula por un tiempo y un espacio que no le son ajenos: la Argentina y los procesos de inestabilidad económica; privatizaciones que dejaron un Estado incapaz de cumplir con sus funciones elementales, individuos en el más sinuoso de los abismos, un pueblo (cientos de pueblos) que se convirtieron en un espectro de lo que alguna vez habían sido… y, demás está decir, demasiadas cosas de la subjetividad de cada uno de nosotros que al igual que la protagonista parecemos estar en una atmósfera de encierro, encerrados en una interioridad que nos ahoga.

 Nora Sánchez

 Mariano Minasso


Harina

Unipersonal creado por Carolina Tejeda y Román Podolsky

Dirección: Román Podolsky

Funciones: domingos 20hs

Teatro Del Abasto – Humahuaca 3549

Reservas: 4865-0014

Localidades: $10



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