26/08/2015

De devaluaciones, bloques y nuevas formas de imperialismo

tapamoneda-china.jpg
Luego de que la devaluación del yuan impactara con una importante caída en las bolsas de todo el mundo, realizamos una entrevista a Ariel Slipak, economista, investigador y docente de la UBA, para entender por qué se lleva a cabo esta medida. Además, buscamos comprender qué consecuencias tiene a nivel mundial y en América Latina en particular. Por Enzo Vaccaro para ANRed


La pregunta inicial es, en términos generales, ¿cuál es la importancia de la devaluación del yuan?

Es interesante ver cómo los medios de comunicación tradicionales, porque exceptuando medios contrahegemónicos se puede apreciar que los medios de comunicación, con la caída de la bolsa de China, que comenzó el 12 de junio de este año, y la devaluación de la otra semana, que acumula un 4,6%, se empecinaron en mostrar una economía china debilitada.

Entonces, una de las cuestiones a ahondar es cuáles son las explicaciones. En algún momento apareció la explicación de la guerra de monedas, en otro una idea de China tratando de competir abaratando sus exportaciones. La idea, para mí, es ver cuánto hay de cierto en esto, y cuánto hay de otras cuestiones.

En primer lugar, es importante saber que China desde el año 2014 en adelante ya se consolida como la primera economía del planeta, o rivaliza con Estados Unidos para ser la economía con mayor producto del planeta, y es una potencia en lo militar, tiene el segundo presupuesto militar del planeta, y está construyendo un segundo portaaviones. Además, es una potencia financiera, es el primer prestamista de Estados Unidos, el principal tenedor mundial de reservas, y está generando bancos de desarrollo, como el nuevo banco de los BRICS o el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura, para competir con el financiamiento en infraestructura para desarrollo que daban los países centrales.

En este marco, para comprender a China necesitamos comprender que el Partido Comunista de China, que parece ser muy homogéneo, en realidad no lo es tanto. Dentro del PC hay un sector vinculado a los gobiernos provinciales que quiere que China crezca en los salarios reales, y que la economía esté tirada por un mayor consumo interno. Esto porque si se sigue creciendo en base a ser una plataforma exportadora, si el mundo demanda menos, se pone en riesgo su propio crecimiento. China tiene como primer destino de exportaciones a Estados Unidos, entonces si sigue creciendo como plataforma exportadora sigue dependiendo de Estados Unidos.

En el 2011, el plan quinquenal que presentó el Partido Comunista Chino apunta a esto. Desde ese año hacia adelante se aceleran las subidas en el salario real en China, pero no tanto como el alza de la productividad, en términos de la plusvalía que se le extrae al trabajador chino, porque por más que suba el salario real, si está aumentando la productividad del trabajo uno deja más de su energía en la jornada laboral. Pero bueno, en este sentido, devaluar para fomentar exportaciones pareciera ser contradictorio, que es interesante porque el estado chino siempre hizo lo que el PC presenta en los planes quinquenales.

pdte-chino.jpg

Entonces, esta devaluación del 4,6% es importante, constituye una amenaza para las industrias de los países que compiten con China, pero hay que saber que es una devaluación menor a las acumuladas del resto de los países. De las crisis asiáticas de fines de los «™90 y del siglo XXI, cada vez que los demás países devaluaron implicó una revaluación del yuan, entonces China siguió absorbiendo esas devaluaciones de los demás países, por lo que la moneda china en líneas generales se había fortalecido, y ahora se devalúa relativamente. Podemos decir que esta devaluación china es menor a las acumuladas de estas economías que se ven amenazadas.

Entonces, ¿cuál es la razón para devaluar?

Mi hipótesis es que, ya que es contradictorio con el plan quinquenal, tiene que haber una explicación de carácter geopolítico. Si uno viene siguiendo el tema durante los últimos años, se dio un proceso de desdolarización de la economía global. Cuando China firma con Rusia y con decenas de países del mundo comerciar sin pasar por el dólar, sin tener que comprar dólares cuando se hacen exportaciones e importaciones, baja la demanda global de dólares. China firma estos acuerdos con muchos países, como por ejemplo Brasil, donde trabajan para que el comercio sea reales por yuanes. Si los brasileños tienen que pagarle una importación a los chinos, en vez de comprar dólares cambian reales por yuanes. Eso baja la demanda de dólares y revalúa el yuan.

Además, hay que tener cuenta de que 40 bancos centrales de todo el mundo, a pesar de que el yuan es inconvertible, empiezan a usar el yuan como moneda de reserva, no como moneda principal, pero lo empiezan a tener en su canasta de monedas. El FMI maneja las transacciones internacionales con una canasta de monedas que se llama Derechos Especiales de Giro (DEG). Lo que viene pidiendo China es que el yuan se incorpore a los DEG, que es lo que usan los bancos centrales para hacer transacciones. Esta canasta de monedas está compuesta por dólares, por libras esterlinas, por euros, por yenes, entre otras monedas.

Bueno, China viene pidiendo esto y Estados Unidos y Japón se lo niegan, y el argumento que esgrime Estados Unidos es que China tiene un mecanismo de determinación del tipo de cambio donde no se permite el libre mercado. La determinación del yuan la centraliza el Partido Comunista de China y al hacer esto no hay libre mercado, entonces se incorpora la moneda si China liberaliza o flexibiliza su forma de determinación del tipo de cambio.

Para mí China, como una demostración de fuerzas, devaluó intencionadamente, diciendo que es producto de una inflexibilización de la forma de determinación del tipo de cambio. Dicho de manera coloquial, es una amenaza: «¿No me querés aceptar mi moneda en los Derechos Especiales de Giro? Mirá lo que le pasa a tus economías si yo devalúo”. Todos los industriales de Estados Unidos y las potencias tradicionales occidentales han puesto el grito en el cielo después de la devaluación. Por eso digo que, para mí, no es una demostración de debilidad la devaluación del yuan, sino que es una demostración de fortaleza que tiene China. Es parte de una puja de intereses a nivel geopolítico.

Otra cosa que debemos tener en cuenta es que después de la devaluación del yuan, lo que aumentó su cotización fueron los bonos de deuda de Estados Unidos. Entonces todos los tenedores de bonos de deuda de Estados Unidos, por la devaluación del yuan se han beneficiado. El principal tenedor de estos bonos es China. Entonces, el propio gobierno de China se ha beneficiado de la devaluación del yuan porque subió la cotización de los bonos de deuda que emite Estados Unidos. Esos bonos que tiene China mejoraron su cotización.

bolsa_china.jpg

En esa línea de lo que venías diciendo recién, ¿quiénes se benefician y quiénes se perjudican a nivel global?

Los bancos centrales que empezaron a usar el yuan como moneda de reserva se perjudican por esta devaluación, pero los países endeudados en yuanes se benefician porque su deuda se reduce. Entonces, para algunos países como Argentina, que tienen yuanes en sus reservas con el swap, el efecto es ambiguo porque también es más fácil pagar la deuda.

Entonces, parecería ser que esta devaluación es contradictoria con lo postulado en el plan quinquenal del 2011, y también, a priori, con la tendencia a tratar de que la moneda se revalúe a nivel global, pero es una demostración de fortaleza hacia Japón, hacia algunos países de Europa como Alemania y Francia, y hacia Estados Unidos.

Tenemos que tener en cuenta que en el FMI las decisiones no se toman por un país un voto, sino que cada país tiene una cuota de votos. En este esquema, Estados Unidos tiene el 16,5% de los votos. Para que las decisiones más importantes se efectivicen se necesita el 85%. Entonces, Estados Unidos es el único país del mundo que individualmente tiene poder de veto en el FMI. China es el sexto país en porcentaje de votos con algo más del 3%. En esta puja de China por incorporar su moneda a los derechos especiales de giro e incrementar su participación en los votos del FMI, se produce la devaluación, y las grandes empresas exportadoras de China, de paso, se benefician.

¿Y cómo impacta esto en América Latina?

Primero, decirte que una cosa es un acuerdo para negociar bilateralmente, y otra cosa es un swap, un intercambio de moneda. Con Brasil tiene acuerdo para negociar bilateralmente y swap también. Con Chile, que se dice que está alineado a Estados Unidos, China tiene un tratado de libre comercio. Es decir, China tiene tratados de libre comercio con Chile, Perú y Costa Rica, y está por firmar uno con Colombia. Países que parecen alineados con Estados Unidos juegan a dos puntas, con una idea de apertura comercial a ultranza: apuntan a pertenecer al Tratado de Comercio Transpacífico, el Transpacific Partnership, que impulsa Estados Unidos con México, Canadá, estos países y algunos países del sudeste asiático, pero además Perú, Chile, Colombia y demás, negocian simultáneamente con China y otros países del sudeste asiático sin Estados Unidos.

Chile tiene como principal destino de exportaciones China, o sea que son países que se muestran muy liberales y demás pero en lo comercial son socios de los dos, por lo que hay que tener recaudos al analizar esto. Para Brasil, China es el principal destino de exportaciones y su principal origen de importaciones, y hay que tener en cuenta que las decisiones del estado son resultado de tensiones de clase e intercapitalistas, y esto nos arroja que sectores de la burguesía y oligarquía brasileñas son pro norteamericanos, otros pro chinos, otros pro Mercosur y otros pro Unión Europea.

comercio-china.jpg

Brevemente, ¿cómo impacta la expansión de China en América Latina?

Desde inicios del siglo XXI, la expansión de los negocios entre China y cada país de América Latina, desplazaba como socios comerciales a Estados Unidos, Japón y la Unión Europea. A partir de la segunda década de este siglo, lo que se ve como fenómeno es que China, al comercial bilateralmente con cada país, comienza a desplazar como socios comerciales a los demás países del conosur. El ejemplo más nítido es el caso del comercio argentino-brasileño. Durante la primera década del siglo XXI para Argentina crecían los vínculos con China desplazando a Japón, Estados Unidos y la Unión Europea pero el comercio con Brasil crecía, y lo mismo pasaba en Brasil.

Desde la segunda década, la expansión de los flujos comerciales con China orada también la integración intraindustrial de los países sudamericanos. Argentina y Brasil se desplazan mutuamente como socios y comienzan a comerciar más con China. Esto se ve en el mercado automotriz por ejemplo. Para el año 2010, de las compras de partes de vehículos (esto son, paragolpes, cinturones de seguridad, cabinas, accesorios, frenos, cajas de cambio, ruedas, caños de escape, ejes, etc.), Brasil le compraba a Argentina el 15,6% de sus importaciones y a China solo el 3,6%. Para 2014, a Argentina solo le compra el 10,5% y a China aumentaron a un 6,3%. Esta desintegración intraindustrial en el sector automotriz en Argentina y Brasil, significa menos puestos de trabajo en Argentina y en Brasil.

El gobierno argentino, como respuesta, continúa con una política de negociar sumisamente con China, de manera bilateral, sin sentarse con Brasil, Uruguay, Paraguay, Bolivia, etc., para tratar de ver conjuntamente cuáles son las necesidades que tenemos como región. En lugar de la «sintonía fina”, el discurso que tiene Scioli de mejorar lo que haya que mejorar, con una retórica industrialista, lo que se hace es negociar bilateralmente tratando de conseguir la mayor cantidad de divisas posibles de China, destruyendo la propia industria. Cuando esto genera desocupación, como en las autopartistas de la Panamericana, lo manda a Berni en helicóptero y reprime, no hace una política industrial que genere empleo.

Entonces, esta devaluación va a provocar que esas autopartes que vienen de China a los brasileños y a los argentinos les sean más baratos, y va a seguir oradando el comercio intraindustrial en el sector automotriz entre Argentina y Brasil.

Pero te pregunto entonces, China, ¿de qué forma puede operar en América Latina para favorecer esta atomización de los países de la región? ¿O es un comportamiento que se explica a partir de las disputas de poder de las distintas fracciones de la burguesía regional?

Justamente, China opera. En el año 2001, China ingresa a la Organización Mundial del Comercio, donde los países tienen diferentes reglamentaciones para comerciar según su estatus. China ingresa como economía en transición y no como economía de mercado. Los países como Argentina o Brasil que sí son economías de mercado le podían poner barreras antidumping (medidas para evitar la venta de productos exportados a precios inferiores al costo de producción, desplazando las industrias locales. N. del E.) a la industria china, que competía de manera desleal, sin las mismas normas liberales de las economías de mercado.

Bien, en el año 2004, en la gira que hace Hu Jintao por Brasil, Argentina y Chile, siempre con reuniones bilaterales. O sea, estos países en lugar de juntarse y ver cuáles son los intereses de la región, se juntan bilateralmente tratando de expandir sus exportaciones de productos primarios a China. Entonces, ¿qué hace China con Argentina? Le promete de 2004 a 2009 incrementar sus compras de porotos de soja, a cambio de que lo reconozcan como economía de mercado. Cuando el gobierno hace esto, renuncia a la posibilidad de ponerle algunos tipos de barreras antidumping.

Hay que decir que la mayor cantidad de denuncias por dumping que hay en la Argentina son contra China, pero, en 2008 por ejemplo, cuando hubo gran cantidad de demandas por dumping a China, este país deja de comprar aceite de soja a Argentina, eso le produce un descalabro muy importante en la balanza comercial, y Argentina tiene que ceder. Entonces, a partir de que China impone negociaciones bilaterales, y de la asimetría que tiene la primera potencia financiera del planeta, hace valer estas asimetrías, y opera para inundar los mercados de los países del Cono Sur de manufacturas de China que compiten de manera desleal.

Otra forma de operar es la siguiente: China desde el año 2000-2001 tiene una política de salir afuera, que se le llama going global, que consiste en que China promueve la internacionalización de su economía. En el año 2000, como emisor de flujos de inversión extranjera directa China era el país número 33. En el 2014 es el tercer emisor. O sea, para darnos una idea, en catorce años, pasó de ser el trigésimo tercer exportador de flujos de capitales a ser el tercero.

¿Es distinta la forma en que opera con las potencias occidentales y en América Latina?

Sí, en los países occidentales compra empresas que son dueñas de patentes y marcas. Por ejemplo, en el 2014 compró parte de Pirelli, que tiene productos de alto contenido tecnológico. Varios años antes, Lenovo, que es china, compró la división de computadoras de IBM. Compra empresas con participación en el mercado, con recursos humanos y patentes.

En África primero, y en América Latina después, comienza a realizar inversiones para el aseguramiento de sus productos básicos. En Argentina invierte en empresas hidrocarburíferas y se asegura el petróleo. En Perú y Ecuador compra mineras, y se asegura cobre y distintos minerales. Chile es una excepción porque por su nacionalismo no vende sus empresas de cobre. En Brasil también hace grandes inversiones hidrocarburíferas, y así se asegura acaparar los hidrocarburos, porque Estados Unidos tiene su autoabastecimiento pero China no. Esto nos muestra las tensiones geopolíticas.

En Brasil se dan las únicas inversiones chinas en empresas manufactureras. Para asegurarse el mercado del conosur de autos, ha puesto empresas automotrices chinas en Brasil. De esta manera, estas empresas en vez de comprar partes argentinas comienzan a comprar más partes de China.
Entonces, hace valer sus asimetrías en las negociaciones comerciales, obliga a que lo acepten como economía de mercado y coercionar a los países con un mínimo desarrollo industrial como Argentina y Brasil para que no le puedan poner barreras antidumping, oradando el comercio intraindustrial de los países del Conosur a través de negociaciones bilaterales.

arton3871.jpg

En relación al BRICS, esta devaluación del yuan, con sus consecuentes caídas en las bolsas, ¿perjudica específicamente a los países del bloque?

Después de la devaluación de China, Rusia devaluó, creo que India devaluó también, Brasil ya había devaluado, pero el BRICS es un bloque complejo. China y Rusia parecen aliados en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, pero las tensiones limítrofes que supuestamente se distendieron a partir de 1989 siguen existiendo.

Además, China y Rusia tienen sus asientos permanentes en el Consejo de Seguridad, que tiene quince miembros, de los cuales los cinco permanentes, además, tienen derecho a veto. Brasil y la India abogan hace bastante por tener asientos permanentes, entonces en las cumbres de los BRICS estos países piden que las declaraciones digan que tienen que tenerlos, pero China y Rusia eluden este tema, y sólo dicen que hay que pelear por empoderar a India y Brasil en los organismos multilaterales.

Entonces, el BRICS es un bloque ambiguo, tienen una iniciativa alrededor del nuevo banco de desarrollo, una retórica de favorecer en las instituciones globales a los países en vías de desarrollo o emergentes, pero no está exento de tensiones. Sin embargo, creo que para todo país que siente una amenaza de las manufacturas de China la devaluación ha sido un problema, pero eso más allá de ser parte o no del BRICS.

Pero, ¿qué importancia tiene el BRICS como bloque geopolítico?

Para mí, cada país del BRICS tiene un propósito ahí adentro. El de China es el de empoderarse en el sistema de instituciones globales. El gobierno chino tiene una retórica para las relaciones internacionales que se basa en los famosos Cinco Principios de Coexistencia Pacífica, que son por ejemplo, buscar relaciones de mutuo beneficio, la no injerencia en los asuntos internos, etc. Estos principios los formularon conjuntamente la India, Myanmar y China en 1954. Lo paradójico es que China se presenta como una potencia emergente sin intenciones de desplazar a Estados Unidos, que apunta a un mundo multipolar, es decir, en vez de un mundo con primacía de un país, dice que viene a establecer relaciones multilaterales y parejas con todo el mundo.

Ahora, en cada negociación, hacen valer sus asimetrías y se relacionan en lo comercial, en las inversiones y demás, estableciendo relaciones asimétricas con cada país. La base de observación aeroespacial que van a instalar en la Provincia de Neuquén implica la cesión por 50 años de 200 hectáreas que se rigen por las leyes chinas y no las argentinas, o sea que es un enclave territorial. Para mí es fuerte decir que es una base militar, pero queda fuera de las normativas internacionales, y en lo concreto depende del ejército chino, y lo que hay es mucho secreto tecnológico.

¿Qué busca China con estas inversiones en infraestructura?

Pensemos que China es el principal consumidor de energía eléctrica, el principal de cobre, el segundo consumidor de petróleo, el primero de estaño, de zinc, uno de los primeros de madera, el segundo de azúcar, uno de los primeros de hierro, el primero de soja, uno de los primeros de café, el primero de pescado, el primero de carbonato de litio, que se usa para hacer baterías de celulares y también de los nuevos autos eléctricos, bueno, y todo esto siempre en torno al consumo, no a la importación. Ahora, también es el principal emisor de gases de efecto invernadero, tiene el 70% de los ríos contaminados.

Entonces, sus inversiones en infraestructura las hacen para asegurarse la logística a menor costo posible de todos estos productos básicos, y externaliza la emisión de gases de efecto invernadero. Pensemos que las actividades primarias, agrícolas son altamente emisoras de metano, por ejemplo, y también externaliza el uso del agua.

¿Y cuáles son las principales inversiones que hace?

Una de las tendencias que se ve en cuanto a las inversiones es en todo lo que son corredores bioceánicos, sea por agua o por ferrocarril. Por ejemplo, una firma privada china ya empezó la construcción de un canal marítimo bioceánico en Nicaragua, que va a tener un ancho mayor que el de Panamá, una extensión mayor y un calado de mayor profundidad. China tiene la marina mercante más grande del planeta, y los barcos que no pueden pasar por el canal de Panamá y tienen que pasarse los containers con otros barcos en altamar, van a poder pasar por el canal de Nicaragua. En el proyecto, el canal de Nicaragua va a estar cedido a esta empresa por 100 años, e incluye la creación de un aeropuerto y varios puertos a la entrada y la salida del canal e intermedios. Entonces, a Nicaragua le aparece como una especie de solución a corto plazo para los problemas de empleo, y China se hace de una posición geopolítica a largo plazo.

Ni hablemos de los descalabros ambientales que va a producir la mayor remoción de tierra de la historia, que va a ir a parar al mar Caribe, la mezcla de agua de lagos por donde va a pasar el trazado del canal con agua salinizada, poniendo en riesgo ambiental el propio abastecimiento de agua en Nicaragua.

Con Argentina pasa lo mismo. Argentina tiene un problema de divisas, entonces para solucionarlo en el corto plazo, Cristina Fernández de Kirchner, cuando va a principios de año a China, va con una carpeta de 19 proyectos de inversión en infraestructura y actividades primarias extractivas, que ni hablemos de los desplazamientos de poblaciones originarias y la expansión de la frontera de la soja que generan. No son proyectos para la integración de los pueblos.

En la última gira de 2015 de Li Keqiang, primer ministro de China, por Brasil, Chile, Perú y Colombia «“es decir, tres países que dan al Pacífico y Brasil»“, una de las cosas que se empezó a negociar es un ferrocarril que va a unir la costa atlántica brasileña con la costa pacífica peruana. China negocia reuniéndose con cada gobierno por separado, jamás conjuntamente. Hay otro proyecto para que una Chubut, Argentina con Aysén, Chile, y también son reuniones por separado. Argentina y Chile no se juntan a negociar previamente a hablar con China.

En este marco, la devaluación lo que va a seguir profundizando es esto de oradar la relación comercial entre los países del Cono Sur, y también una presión para que los gobiernos cuyas industrias compitan con las de China devalúen. Gobiernos como el argentino no quieren devaluar antes de las elecciones, pero esto les implica una presión.

oro.jpg

Por otra parte, Rusia y China, ya desde hace algunos años, vienen comprando grandes cantidades de oro, tanto así que Rusia en 10 años triplicó sus reservas en oro. ¿Esto puede tener una relación con la disputa entre estos países y Estados Unidos?

Es extraño porque después de la crisis de Estados Unidos, el dólar se viene revaluando. La estrategia de acaparar oro puede ser para diversificar las reservas ante una eventual reacción devaluatoria en Estados Unidos porque, justamente, la relación entre China y Estados Unidos es muy tensa, pero también es simbiótica, porque si el dólar se devalúa quien pierde es China porque es dueña de los bonos y porque su principal destino de exportaciones es Estados Unidos. Entonces, acaparar reservas en oro permite que los bancos centrales de Rusia y China no estén tan sujetas a la volatilidad del dólar, o una decisión que no depende de ellos que es la de devaluar el dólar, que depende de la Reserva Federal. Es coherente con desempoderar a Estados Unidos, o quitarle un poder sobre ellos.

En esta relación tensa pero simbiótica entre China y Estados Unidos, ¿los realineamientos de bloques a nivel internacional implican ir hacia un escenario multipolar o un nuevo dominio unipolar?

Hillary Clinton lo dijo: «es muy difícil negociar con tu banquero”. China se beneficia de la política norteamericana de consumismo barato y vacío, entonces le venden todos estos productos. Por ser un país de bajos salarios, durante los «™80 y «™90, todo el mundo se benefició de la extracción de plusvalía en China. La gran extracción de plusvalía de los trabajadores chinos abarató las canastas de consumo de todo el mundo. Ahora China cambió la estrategia, quiere que suban los salarios reales, entonces exporta inflación, por ejemplo a Estados Unidos que tiene su industria destruida porque la migró al Pacífico. La ficción que es la economía norteamericana vive gracias a los productos que importa de China y al endeudamiento con este país, y China vive gracias en base a exportarle y se empodera siendo el principal tenedor de bonos del tesoro norteamericano.

Entonces, en cuanto a realineamiento de bloques, me parece arriesgado decir que el mundo va de una hegemonía unipolar a otra, porque Estados Unidos sigue siendo el país más importante dentro del FMI, tiene diez portaaviones, tiene el primer presupuesto militar del planeta. China, de todas formas, tiene el segundo presupuesto militar, y está construyendo otro portaaviones. En 2008, el presupuesto militar de China era un sexto del de Estados Unidos, en 2014 es más de un tercio. Entonces, China es una potencia en ascenso y Estados Unidos una en declive. No digo que lo va a reemplazar, pero el gendarme internacional Estados Unidos pierde poder relativo e influencia geopolítica en distintas áreas frente a China.

En América Latina, muchos países empiezan a ver acríticamente esto de China y postulan que es una ventana de oportunidad ante el desempoderamiento de Estados Unidos. Yo creo que la relación asimétrica con China implica pasar de un tipo de dependencia a otro tipo de dependencia. Estados Unidos y China son distintos, pero ambos tienen pretensiones imperiales y opresivas sobre los pueblos de América Latina.

Discutiendo con el progresismo kirchnerista o brasileño, creo que es una ficción pensar que el empoderamiento de China viene a salvar a los pueblos latinoamericanos. A quienes salva es a las burguesías y las oligarquías latinoamericanas. ¿Quiénes son los principales beneficiados con China? Por ejemplo, Gustavo Grobocopatel, que viene escribiendo editoriales sobre que China es el futuro, o Franco Macri, que se ha beneficiado muchísimo con los negocios del kirchnerismo con China. Ganan las élites nacionales subordinadas al capital internacional. Las grandes empresas translatinas son las socias de las empresas chinas.

¿Cuáles son las tareas de los sectores populares en América Latina ante esta situación?

La agenda de los pueblos y los movimientos sociales debería ser criticar la relación con China. Hay que pensar que un corredor bioceánico por ferrocarril que pase por toda la Amazonia brasileña y desplace poblaciones originarias y campesinas para abaratar el traslado de hierro y soja brasileño no es la agenda de la integración latinoamericana, sino de la opresión y el extractivismo, que profundiza lo que decía Galeano en las Venas Abiertas de América Latina. Los ferrocarriles que atraviesen la Patagonia argentina y chilena lo mismo, o el más demorado ferrocarril que pasará por el Atlántico brasileño, luego por Bolivia y que saldrá por Chile.

La agenda de las inversiones chinas es la expansión de la soja, de la minería a gran escala, de la extracción de madera e incluso el fracking. Sinopec, que es una de las empresas hidrocarburíferas de mayor facturación a nivel global es socia de YPF para la extracción de hidrocarburos no convencionales en Vaca Muerta. Entonces, la agenda de China es la de las propias burguesías y oligarquías locales, sumisas siempre al capital transnacional y en contra de los intereses populares y los movimientos sociales.

macri-scioli.jpg

Tomando en cuenta que en Argentina estamos en medio del proceso electoral, y viendo las campañas políticas de cada candidato, ¿entendés que Scioli y Macri expresan programas diferentes a nivel económico y político internacional?

No, no veo grandes diferencias. Así como los dos son candidatos del ajuste, del Proyecto X, el espionaje a los pueblos, de un tipo de perfil productivo, de medidas antipopulares y contrarias a los intereses de la clase trabajadora, ambos con sus distintas retóricas plantean la misma relación con China. En una propaganda de campaña de Scioli se lo ve en reuniones con China y Macri tiene como doceavo candidato a legislador porteño, que fue electo, un ciudadano chino-argentino y, además, si es presidente tiene la intención de traer gente para dar las concesiones de carbonato de litio del noroeste argentino a empresas chinas. Los dos vienen a replicar el mismo modelo, no veo diferencias.



0 comentarios

1000/1000
Los comentarios publicados y las posibles consecuencias derivadas son de exclusiva responsabilidad de sus autores. Está prohibido la publicación de comentarios discriminatorios, difamatorios, calumniosos, injuriosos o amenazantes. Está prohibida la publicación de datos personales o de contacto propios o de terceros, con o sin autorización. Está prohibida la utilización de los comentarios con fines de promoción comercial o la realización de cualquier acto lucrativo a través de los mismos. Sin perjuicio de lo indicado ANRed se reserva el derecho a publicar o remover los comentarios más allá de lo establecido por estas condiciones sin que se pueda considerar un aval de lo publicado o un acto de censura. Enviar un comentario implica la aceptación de estas condiciones.
Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Ir arriba