30/09/2005

El Cromañón Paraguayo

«Mi nombre es María Berzabé Meza. Desde el primero de agosto soy viuda. En el supermercado Ycua Bolaños, siniestrado, han fallecido 415 personas. Les han cerrado las puertas y los han masacrado. No los dejaron salir».


A las 9:30 comienza el incendio, los dueños sabían y no hicieron nada. A las 11:25 hubo una segunda explosión. Fue en ese momento cuando empezó a quemarse el supermercado y cuando cerraron las puertas sin dejar salir a nadie. 415 personas murieron en forma criminal, algunos calcinados y otros hechos cenizas.

Entre 300 y 400 víctimas sobrevivieron. Todo empieza cuando los dueños mandaron a cerrar las puertas. No contentos con eso, cuando vinieron los familiares para retirar a sus seres queridos, mandaron a la policía a sacar a toda la gente, y después les dijeron a la prensa que le estaban rompiendo todo. El hijo del dueño, mientras tanto, iba a rescatar el dinero. Se llevó todo en un bolsón, cosa que ha quedado filmada, a las cajeras les prohibió que se muevan de sus lugares. La mayoría murió, sólo dos sobrevivieron.

En mi caso particular, mi esposo quedó adentro. Él, como ingeniero industrial, le ofreció al dueño de este supermercado una prevención contra incendios. El badulaque del dueño, Juan Pío Paiva, le respondió que eso es demasiado caro. Ese supermercado no tenía un extractor eólico, ¡ni uno!. No tenía salida de emergencia, se han violado las ordenanzas municipales de arriba abajo. Mi marido también le ofreció organizar la seguridad, pero Paiva le dijo que no, y vino a morir ahí. ¿Qué digo yo?… No voy a olvidar mientras no se haga justicia. Estoy en una lucha campal contra estos mafiosos.

El 15 de agosto, el Intendente venía, junto a diversas autoridades, a dar su participación en la iglesia Santísima Trinidad, que queda a media cuadra del supermercado. Este Intendente que es el responsable directo, porque así lo dice la Constitución, lo dice el Código Penal, lo dicen las ordenanzas municipales. Al igual que el anterior Intendente, Burt, que inauguró el supermercado. Riera continuó con la misma corrupción y los dos son los responsables directos de esto. Son apañados por el gobierno nacional, por lo tanto no se les puede imputar. A un año no los han imputado y estamos en constante lucha.

Ese mismo día, cuando fue a dar sus condolencias en memoria de los fallecidos, la gente se enfureció y empezó destrozar su auto. Los quiso linchar, les tiró piedras y se los corrió del lugar. Ese grupo hasta hoy día está luchando contra la corrupción y empezó ese 15 de agosto. Era pequeño, pero ahora somos muchos.

Empezamos con las consignas «Silencio nunca más», «La única pelea que se pierde es la que se abandona» y «Ni olvido ni perdón». Ésas son las consignas que a mí me llenaron. A pesar de que me quedé sola con mis siete hijos, a luchar se ha dicho. Trabajo mañana y tarde, llego de mi trabajo y empiezo a pensar cómo seguir.

Los sobrevivientes son un caso muy especial, porque la fiscalía no los representa. Tienen los pulmones afectados y se han quemado por afuera: las manos, los pies, y están condenados a morir en pocos años. Son más de 300 y después del 1 de agosto muchos de ellos empezaron a morir de a poco en los hospitales. Al gobierno no le importa ni se acuerda de nuestros mártires. Él apaña a los fiscales y jueces corruptos.

 ¿Cuál es la situación judicial de los dueños?

Los Paiva, ya que el padre y el hijo son los dueños, en un primer momento fueron a la cárcel, por presión nuestra. Si era por ellos compraban a todos y se quedaban en sus casas. Una vez salieron en libertad e hicimos una gran manifestación, rompimos todo el supermercado de al lado de la casa y nos quedamos 3 días de vigilia protestando. Con ese desastre logramos hacer que vuelva a la cárcel. Fue a parar al penal de Tacumbú, donde desde ese momento está preso con su hijo. Ya tuvimos la audiencia preliminar y se los mandó a juicio oral. Ahora estamos detrás de Istmachowi, el constructor de toda esa cadena de supermercados. Nosotros pedimos que se lo condene, pero no nos dan fecha de audiencia y entonces no hay juicio oral. También queremos imputar al intendente, hasta ahora sólo están responsabilizados los subalternos, no quien es el responsable: el Intendente.

 ¿Tienen contacto con las víctimas de Cromañón?

Estamos en comunicación con ellos y nos mandan noticias. Es un caso parecido, hay mucha corrupción, el Intendente coimea… Creo que tendríamos que coordinar más nuestras causas.

 ¿Sus consignas son bastante parecidas a las Madres de Plaza de Mayo, es coincidencia?

Teníamos a las Madres de Plaza de Mayo como un ejemplo de lucha. Entonces fuimos una delegación de «Madres de Agosto», como les digo yo, al foro internacional de Buenos Aires: mujeres que perdieron a sus hijos, a sus maridos, que se quedaron solas. Hablamos con Hebe, tuvimos intercambios de planes de lucha y consignas, como «la única pelea que se pierde es la que se abandona». Yo le dije que íbamos a tomar eso y Hebe me dijo «es tuya». También «silencio nunca más», esa consigna salió del grupo, porque no vamos a callar, aunque en Paraguay todos tengamos miedo a salir a luchar por la justicia.

Además fuimos a un Foro Social en Brasil en Porto Alegre, intercambiando opiniones con otros países que también tienen una lucha. De ahí yo volví con una palabra, no me voy a presentar más como víctima, sino como luchadora por la vida, porque, aunque quisieron negociar con nosotros, como lo han hecho con muchas víctimas, la vida no tiene precio.



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