30/08/2015

Viviendo a la fuga: devastación de las vidas y tierras ayoreos a manos de ganaderos en Paraguay

1-1802.jpg

«Desde hace décadas hemos atestiguado que en contraposición a la aniquilación del ecosistema del Chaco paraguayo por parte de estas empresas, los ayoreos actúan como los mejores guardianes del medio con el que coexisten. Prueba de ello es que las tierras habitadas aún por los ayoreos son algunas de las últimas zonas boscosas que quedan en pie en la región.» Indígenas Ayoreos protestan ante pasividad del Gobierno frente a deforestación ilegal. Por Hilda Pérez


Paraguay está siendo actualmente el epicentro de un encuentro regional nada ordinario. Expertos de Bolivia, Brasil, Ecuador, Colombia y Perú se dieron cita desde el 28 de julio para tratar la situación crítica que suponen los cada vez más frecuentes avistamientos de indígenas en aislamiento y sus consecuencias.

La ironía que esto encierra es que el encuentro convocado por varias organizaciones de cooperación y exigibilidad de derechos indígenas se realizó en un país que omite, cuando no irrespeta, el Derecho Internacional (1) y las Directrices para la Protección de los Pueblos Indígenas en Aislamiento y en Contacto Inicial (2) que se ha comprometido a cumplir ante la promoción y consulta del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Todo ello a pesar de albergar en el Chaco paraguayo a los últimos indígenas aislados fuera de la Amazonia, los ayoreo-totobiegosodes (3), un pueblo nómada cazador-recolector que considera esta zona su tierra ancestral y ha cuidado de ella durante incontables generaciones.

A contracorriente avanza la destrucción a manos de terratenientes y firmas, en su mayoría de capital foráneo, que talan ilegalmente su territorio para dar paso a granjas de ganado. El estado es espectador, a menudo indiferente cuando no connivente (4), de esta devastación, pese a que debe salvaguardar las vidas y tierras de quienes ahora huyen de las excavadoras y se resguardan en el último refugio del bosque habitado por ellos y sus antepasados.

Deforestación y enfermedad: un dúo mortal

Ni la situación de partida que ha forzado las aproximaciones de los indígenas no contactados, ni los peligros que pueden acarrear para ellos y todos los implicados podrán ser atajados a menos que se pase de la retórica a la adopción de medidas firmes por parte del estado responsable. Es un hecho constatado que si no se protege su tierra de inmediato, los ayoreo-totobiegosodes, cuyo nombre significa «gentes del lugar de los cerdos salvajes”, quienes aún sobreviven gracias al aislamiento, se enfrentan a una catástrofe.

Se trata de una de las sociedades más vulnerables del planeta (5) y es quizá por ello que tanto en las citadas directrices de la ONU, como en el Convenio 169 de la OIT y en voz de la Relatora Especial sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (6), el principio de intangibilidad de su territorio y el criterio de uso en lugar de posesión para establecer sus límites no está previsto como un capricho, sino como la clave para su supervivencia.

Muchos de sus parientes ayoreos contactados, que viven en comunidades sedentarizadas, reclaman en colaboración con Survival International desde hace más de 20 años la titularidad de su tierra, unas 500.000 hectáreas de las cuales, tanto sus familiares aislados amenazados por la industria agroganadera como ellos, son legítimos dueños, pero permanecen bajo control de empresas foráneas.

El acecho que implica el afán expansivo de estas firmas, tales como Itapotí S.A., Yaguareté Porã o la filial del Grupo San José, Carlos Casado S.A. a la cabeza, se salda no solo con la tasa de deforestación más rápida del mundo, según un estudio de la universidad de Maryland (7). A la muerte del bosque sobreviene la violación del derecho más fundamental de todos: el de la vida de los ayoreos que dependen de él.

2-1348.jpg

«Después de que fuimos contactados en 1986 muchos de los nuestros murieron, incluida mi madre. No queremos que vuelva a suceder”, declaró una mujer ayoreo ante un ministro en 2014. Y es que un número impreciso de indígenas ayoreos recientemente contactados ha sucumbido por enfermedades respiratorias como la tuberculosis para las que no contaban con inmunidad a causa de la actividad de quienes arrebatan sus tierras y recursos y como consecuencia del primer contacto. Muchos padecen de esta y otras enfermedades propagadas por trabajadores de las empresas u otras personas de la sociedad envolvente, que amenazan con apagar más vidas.

Parojnai Picanerai, Ibore Picanerai, y muchos nombres más (8) son signo de la estela de muerte que deja el contacto forzado pero evitable si se garantizara el reconocimiento de sus tierras.

Los estragos causados por la «bestia con piel de metal”

Antes del contacto, Esoi, uno de los indígenas en aislamiento, vio cercados junto a toda su comunidad los huertos y campos de caza que les permitían subsistir. Esto les obligó a salir de su bosque en 2004. Resistió, como tantos otros ayoreos lo hacen aún, al intento de colonización de una excavadora y atacó a la que consideraba una «bestia con piel de metal”. «Creí escuchar disparos («¦) miré a mi alrededor pero todos estábamos vivos. Entonces me di cuenta que era el ruido de los árboles que la excavadora derribaba”, testimonió. El peligro que anticipaba Esoi probó ser cierto y está aún muy vigente.

Varias compañías han sido descubiertas in fraganti (9) a través de imágenes satelitales construyendo infraestructura y carreteras en el interior de la zona que reclaman territorialmente los ayoreos. Aunque esto ha sido denunciado incontables veces y por diversas vías, como la reciente voz de alarma dada a la ONU (10), el débil y corrupto sistema judicial paraguayo ha fracasado en prevenir futuras invasiones a las tierras o restituir la tierra a sus dueños indígenas, a pesar de estar consagrado en la Constitución.

La empresa Itapotí S.A. ha invadido ilegalmente y en repetidas ocasiones la tierra ayoreo (11). En abril de 2015, un equipo de Gobierno confirmó que la compañía reincidió y operó en territorio titulado a favor de los ayoreos en 1997 y 2004. A pesar de ello, no se han presentado cargos en su contra y la empresa, propiedad de Nelly Estela Martínez y Mercedes Viviana González, que sigue operando impunemente en 15.000 hectáreas de territorio ayoreo.

Yaguareté Porã S.A., propiedad de Marcelo Bastos Ferraz, ocupa 78.549 hectáreas de tierra ayoreo, de las cuales miles ya han sido clareadas irregularmente por los trabajadores de la compañía. El ganadero brasileño despreció hace poco más de un año la petición desesperada de los ayoreos para frenar la destrucción a gran escala de su bosque (12), considerado patrimonio natural de la UNESCO. Imágenes satelitales tomadas el 27 de junio de este año dan fe de cómo, a pesar de no contar con la licencia medioambiental requerida, la frenética deforestación para dar paso a la actividad ganadera continúa. Se han hecho campañas de incidencia durante años para que Ferraz regrese su tierra a los ayoreos, pero aún se resiste a ello.

4-869.jpg

La empresa agroganadera Carlos Casado S.A. (13), filial de la española Grupo San José presidida por Jacinto Rey González, es propietaria de 36.000 hectáreas del núcleo del territorio ancestral ayoreo. En agosto de 2012, el Gobierno confirmó a la organización del pueblo ayoreo, OPIT, que la empresa inició la construcción de un camino y una reserva sin la licencia legal requerida. Ante la reacción Carlos Casado S.A. escribió al Gobierno para proponer la venta de la tierra y su subsecuente titularidad en beneficio de los ayoreos. Pero a pesar de la presión ejercida por los propios ayoreos (14) para exigir la restitución del territorio ayoreo, la compañía permanece muda y pasiva.

El drama que este despojo representa para los ayoreos sedentarizados no solo se hace patente en la violación de sus derechos territoriales, lo que equivale a secuestrar su autosuficiencia y sus modos de vida. A ello se suma el intento de arrebatar su dignidad, ya que a quienes han perdido su tierra a menudo no les queda otra alternativa más que convertirse en peones de estas y otras haciendas ganaderas que han ocupado su territorio para dar paso a la cría de rebaños. «Queremos continuar usando el bosque, y que los ganaderos dejen de acosar a nuestros parientes que siguen allí”, sentenció en contestación a esta situación un ayoreo.

Los mejores guardianes del mundo natural

Desde hace décadas hemos atestiguado que en contraposición a la aniquilación del ecosistema del Chaco paraguayo por parte de estas empresas, los ayoreos actúan como los mejores guardianes del medio con el que coexisten. Prueba de ello es que las tierras habitadas aún por los ayoreos son algunas de las últimas zonas boscosas que quedan en pie en la región.

El acompañamiento de la lucha por el territorio y por la vida de los ayoreos ha logrado avances, como la protección de 150.000 hectáreas de esa tierra que se esmeran por conservar a partir de sus conocimientos ancestrales y su íntima relación con ella. No obstante, quedan muchos desafíos por delante que solo serán sorteables si se presiona organizadamente y a escala global al estado paraguayo para que cumpla con sus responsabilidades y se logra despertar la consciencia colectiva de las sociedades mayoritarias de que es necesario el reconocimiento y protección de su tierra y que estos, a su vez, equivalen a la protección de nuestro futuro como humanidad.

Únete a la campaña por le reconocimiento del territorio ayoreo mandando un mensaje al Fiscal General del estado de Paraguay: aquí

Por Hilda Pérez, @survivalesp
Survival International, el movimiento global por los derechos de los pueblos indígenas y tribales, www.survival.es

Por mas información sobre el tema de pueblos indígenas en aislamiento, vea el boletín 194 del WRM

1) http://www.ilo.org/indigenous/Conventions/no169/lang»“es/index.htm
2) http://acnudh.org/wp-content/uploads/2012/03/Final-version-Guidelines-on-isolated-indigenous-peoples-february-2012.pdf
3) http://www.survival.es/indigenas/ayoreo
4) http://www.survival.es/noticias/10763
5) http://www.indigenasaislados.org/
6) http://www.survival.es/noticias/10607
7) http://earthenginepartners.appspot.com/science-2013-global-forest
8) http://www.survival.es/noticias/10151
9) http://www.survival.es/noticias/7384
10) http://www.survival.es/noticias/10838
11) http://www.survival.es/noticias/10555
12) http://www.survival.es/noticias/9975
13) http://www.survival.es/noticias/8608
14) http://www.survival.es/noticias/10033

Fuente: WRM



0 comentarios

1000/1000
Los comentarios publicados y las posibles consecuencias derivadas son de exclusiva responsabilidad de sus autores. Está prohibido la publicación de comentarios discriminatorios, difamatorios, calumniosos, injuriosos o amenazantes. Está prohibida la publicación de datos personales o de contacto propios o de terceros, con o sin autorización. Está prohibida la utilización de los comentarios con fines de promoción comercial o la realización de cualquier acto lucrativo a través de los mismos. Sin perjuicio de lo indicado ANRed se reserva el derecho a publicar o remover los comentarios más allá de lo establecido por estas condiciones sin que se pueda considerar un aval de lo publicado o un acto de censura. Enviar un comentario implica la aceptación de estas condiciones.
Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Ir arriba