Polémicas declaraciones de Sampaoli acerca de la violencia de género en el fútbol
Ayer en la conferencia de prensa para anunciar el listado de jugadores que conformará el equipo que viajará a Rusia, la periodista Yesica Brumec de AP, le consultó al DT de la Selección Argentina sobre las denuncias de violencia de género a Ricardo Centurión, sobre el manual de la AFA sobre cómo seducir «chicas rusas» y de las denuncias por red de trata en las instituciones juveniles. El DT respondió evasivo, sin mencionar siquiera los casos y agregó que las denuncias no generan cambios. «En esta vigilancia tecnológica se denuncian cosas que son difíciles de comprobar». Por ANRed
Yesica Brumec, periodista de AP estuvo presente ayer en la conferencia de prensa que dio Jorge Sampaoli, DT de la Selección Argentina de Fútbol, con motivo de anunciar el listado de los 23 jugadores que viajarán a Rudia.
La periodista aprovecho la ocasión para preguntarle a Sampaoli sobre las denuncias de violencia de género a Ricardo Centurión, sobre el manual de la AFA sobre cómo seducir «chicas rusas» y de las denuncias por red de trata en las instituciones juveniles.
Era una buena ocasión para escuchar una voz masculina pensar sobre los casos denunciados, por los cuales existen causas judiciales en curso. Sin embargo la respuesta del dt fue evasiva, incluso jamás mencionó en su discurso las palabras: violencia, abusos, maltrato, machismo, solo se refirió a ellos como «puntos».
«No hay nada que se generalice a partir de las denuncias, no hay cosas que se puedan generar para que eso se controle y mejore. Si te vienen con una denuncia y se genera un efecto mediático. La idea más profunda de todo esto es como se puede corregir todos estos puntos que comentó (referido a la violencia que le remarcó la periodista) y realmente se puedan controlar».
En relación a las denuncias que trascienden mediaticamente dijo «En esta vigilancia tecnológica se denuncian cosas que son difíciles de comprobar».
El movimiento de mujeres puso en foco, bajo una nueva luz, lo que antes parecía natural: violencia, cosificación, discriminación.
Desde el Ni Una Menos en 2015, bajo la consigna de enorme potencia –paren de matarnos–, se encendió una chispa que no solo no se ha extinguido sino que sirvió de combustión para otras luchas contra la desigualdad, para pelear contra los despidos (Ni Una Menos sin trabajo), para revitalizar el movimiento por la legalización del aborto (Ni Una Menos por abortos clandestinos), entre muchas otras manifestaciones.
Las denuncias por violencia y abusos ponen nombre a una enorme cantidad de situaciones que antes no eran vivencias como tales. Desde la irrupción del discurso feminisra en los medios de comunicación hegemónicos hay situaciones que no se dejarán pasar sin ser revisadas.
Eso fue lo que sucedió con las palabras de Sampaoli: ya no se duda de las víctimas, porque lo que antes era difícil de comprobar hoy no lo es tanto. Las relaciones de poder están bajo la lupa y en muchas ocasiones la denuncia pública es la única vía de visibilizar lo silenciado.
El feminismo avanza como marea arroyadora, interpelado discursos, prácticas aún en espacios impensados: el futbol.