12/05/2018

El femicidio, por su nombre

La mañana de este jueves en Olavarría se tiñó de violencia. A una semana de los abusos, ahora fue en el cuerpo de Luján Riva de Neira donde el machismo inscribió su marca más extrema. Un nuevo femicidio en la Ciudad del Cemento y una situación social de suma gravedad. Mientras tanto, en la sección de Policiales de los medios locales, Luján falleció por haber sido apuñalada, tratándose de “un nuevo crimen en Olavarría”, como si no hubiera sido obra de un femicida. Otro más. Por Miradas del Centro.

María Luján tenía 44 años. Vivía en un complejo de departamentos en Roque Sáenz Peña al 3200. Según las fuentes, hacia las 9, mientras desayunaba o simplemente charlaba con un amigo, sonó el timbre. Luján salió a la puerta, a atender, para ya no volver. Allí discutió con alguien. Alguien que la apuñaló con un cuchillo en el pecho. Alguien que, evidentemente, ya cargaba con un cuchillo y así llegó al domicilio del barrio Mariano Moreno. Alguien que lo premeditó. El agresor, devenido en femicida, y del que sospecha sería una ex pareja, lejos de hacerse cargo, escapó. Fue el amigo de Luján quien la trasladó de urgencia al Hospital Municipal. Ingresó a quirófano inmediatamente. Pese a los esfuerzos del equipo médico, falleció. En la causa, aún caratulada como ‘Homicidio’, interviene la fiscal de la UFI 10, Viviana Beytía.

Desde el Frente Ni Una Menos Olavarría, vía varias redes sociales, se convocó a una marcha, en pedido de esclarecimiento y justicia por María Luján. Hacia las 19, cerca de doscientas personas se fueron acercando al paseo Jesús Mendía para luego recorrer las calles céntricas olavarrienses, exigiendo, como cantaron en reiterados momentos de la movilización, que el pueblo “no sea indiferente: nos matan a las pibas en la cara de la gente”. Participaron familiares de Luján, a quienes se las abrazó y acompañó en el dolor.

El femicidio de Luján devuelve a escena una sumatoria de hechos de violencia machista y patriarcal que todavía conmueven a Olavarría. Por esta razón, la primera parada de la marcha fue frente a la sede del Juzgado de Familia (en Paz al 2600), por la figura del juez Claudio García. En el lugar, se recordó, entre otros hechos de su firma, su responsabilidad en el accionar negligente por el que los hijos de Verónica Montenegro volvieron con su padre violento, a pesar de los informes negativos acercados por el equipo técnico judicial… Y hoy conocemos cómo fue el final de una tragedia que se podría haber evitado. Otro de los puntos planteados en ese parate fue el funcionamiento de los botones antipánico y su mal funcionamiento.

Minutos después, la marcha continuaba por Alsina hasta Coronel Suárez y de allí hacia Vicente López. Al pasar por la fachada del multimedios local, las y los manifestantes recordaron al aún prófugo Agustín Casado, gritando la pregunta “¿Dónde está Agustín Casado?” como con el canto “Yo sabía que a los violadores los cuida la Policía” y el de “Pija violadora, a la licuadora”.

Al llegar a la puerta de la Sociedad Española, lugar en el que habitualmente sesiona el Concejo Deliberante, mediante altavoz, se señaló la necesidad de que “el Estado se haga eco de esta movilización y que se puedan implementar políticas públicas que nos ayuden a terminar con estos casos”; así como también se pidió compromiso a toda la sociedad de Olavarría, “que denuncie: tenemos que terminar con la violencia machista quienes pertenecemos a esta comunidad. El Estado es responsable, pero todas las instituciones por las que transitamos a diario necesitamos que empiecen a tomar conciencia, tienen que abordar transversalmente la perspectiva de género”.

La tercera fue la vencida

Para algunos medios, la irrupción de la marcha “por el crimen” de Luján Riva de Neira “cortó al medio” la tercera sesión ordinaria del Concejo Deliberante del 2018. Sesión que venía para largo y los pronósticos no fallaron: finalizó alrededor de las 23. Sin embargo, para quienes se encontraban movilizados ante este nuevo femicidio, y en un contexto tan hostil y violento como el que se está viviendo en Olavarría, esta irrupción fue “liberadora”.

La concejal De Bellis estaba presentando el proyecto sobre la creación de la comisión de jóvenes y nocturnidad, cuando de boca del propio presidente del cuerpo, el oficialista Bruno Cenizo, se escuchó el pedido de realización de un cuarto intermedio, pero ya no había tiempo para escapatorias. La columna entró cantando “Ni una menos, vivas nos queremos”, ante la mirada desconcertada de varios ediles, por sobre todo del oficialismo. Minutos después, quien desapareció (y no por arte de magia) fue el concejal José Luis Arguiñena, que se escondió en el pasillo de los baños y la cocina, al costado de la sala de sesiones, tal lo pudieron ver los ojos avezados de varios medios (entre ellos, éste). Una vez asegurado el abandono del recinto por parte de la movilización, Arguiñena se reintegró a su banca.

La primera en tomar la palabra fue una madre que desde hace más de diez años lucha por justicia para una de sus hijas que fue abusada por su abuelo pedófilo, cuando apenas tenía dos años y cuatro meses. Abuelo y padre, abusadores, familiares directos de la consejera escolar Liliana Bustos, de Cambiemos: su hermano, Carlos Antonio Luna Furriol (que está encarcelado y a fin de año saldrá en libertad) y su sobrino. “¿Y qué me dijo la consejera escolar? Que era una exagerada, porque solamente la había ultrajado, no la había violado. El sobrino de ella, Carlos Marcelo Luna, apañado por ella, le banca abogados, también abusó de mi hija cuando tenía cuatro años”, denunció esta madre, en un desesperado pedido de justicia. Asimismo, también indicó la cantidad de nuevos abusos denunciados, ya que Luna era encargado de la cancha de paddle El Muro, lugar en donde abusó, al menos, de cuatro nenas. “El pedófilo Luna siguió hasta que terminó el contrato de la cancha, y encima ustedes le bancaban un subsidio”, les señaló.

Mis hijas y yo estamos esperando que la Justicia se mueva y el pedófilo padre de mis hijas vaya preso. No vamos a tener paz nunca por lo que veo, porque, como se creen que tienen el apañamiento político de su hermana-tía, se creen libres, mientras mis hijas y yo, hace más de doce años que no caminamos tranquilas la ciudad. ¿Piensan hacer algo? Me encantaría”, les espetó.

Minutos después, Bruno Cenizo se acercó a la mujer y le hablaba con un tono tan bajo que sólo ella lo lograba escuchar. La mujer denunciante, en un volumen escuchable hasta en el rincón donde se encontraba Arguiñena, le reclamó al presidente del Deliberante que tomen cartas en el asunto: “Una mujer que apaña a pedófilos, que justifica un abuso sexual, a esa mujer tienen ustedes de consejera escolar y encima le banca abogados al sobrino pedófilo. ¿Cuándo la sacan?” Agregó: “Yo quiero poder mirar a la cara a mis hijas… Vos sos papá también: qué harías en mi lugar?”. A le pregunta sobre si le seguirán dando banca en el Consejo Escolar a Liliana Bustos, Cenizo, casi sin volumen, le contestó que él desconocía la situación, a lo que rápidamente le respondieron rápido: “Ahora ya sabés”.

Hacerse cargo… de varias cuestiones pendientes

Luego del testimonio desgarrador de esta madre, varias fueron las voces que enlistaron los reclamos. Yessica Almeida, del Plenario de Trabajadoras y ex candidata a concejal por el Partido Obrero, indicó que la presencia en el recinto del Concejo Deliberante se debía al femicidio de María Luján Riva de Neira y también al de Verónica Montenegro y el asesinato de sus dos pequeños. “Hacemos responsable a este cuerpo, y a todas las instituciones estatales, de las violencias que sufrimos las mujeres todos los días: cuando en la Comisaría no nos toman las denuncias; cuando en la fiscalía nos ningunean, nos violentan y tampoco nos toman las denuncias; cuando el Municipio recorta el presupuesto destinado para las políticas de violencia de género; cuando no tenemos un refugio adonde poder recurrir cuando denunciamos violencia de género y queremos separarnos de los violentos; cuando no tenemos acompañamiento jurídico ni psicológico de ningún tipo, para poder asumir las situaciones de violencia que vivimos cotidianamente”, señaló Almeida. Finalizó exigiendo que el Estado se haga responsable, ya que “no queremos una compañera muerta más por violencia de género. Vamos a seguir estando en las calles, reclamando, organizadas, luchando por todos nuestros derechos y reivindicaciones”.

Seguidamente, otra de las jóvenes allí presentes se refirió al juez Claudio García, para quien pidieron destitución efectiva y cárcel, ya que sigue cobrando sueldo y vacaciones pagas, por acoso laboral y por haber sido quien entregó los hijos al padre femicida e infanticida Ríos. También denunciaron a la policía, que en las últimas marchas y manifestaciones pasan en sus móviles filmando y sacando fotos, tanto uniformados como de civil. “¿Estamos en democracia o en dictadura?”, se preguntaron las y los manifestantes.

También se pidió por la Educación Sexual Integral en las escuelas olavarrienses, en los institutos de formación docente, y en los cursos, capacitaciones y talleres dictados por la Municipalidad, ya que, desde el 3 de junio de 2015 que no se ha podido avanzar en ello. La aplicación del protocolo ILE (Interrupción Legal del Embarazo) en los casos que correspondan, en el Hospital Municipal fue otro de los puntos, así como la mejora en la provisión y funcionamiento de los botones antipánico.

Un párrafo especial se llevó el pedido a los ediles para que sean “responsables a la hora de expresarse públicamente”, comentario que tuvo su destinatario con nombre y apellido: el concejal José Luis Arguiñena, luego de sus dichos ‘irónicos’ sobre un caso de abuso sexual. Más aún, “teniendo en cuenta el contexto en el que está Olavarría hoy. Estamos en un mes en el que se han conocido múltiples abusos sexuales, y dos femicidios, con dos infanticidios. Estamos en una situación crítica… Responsabilidad”. Antes de retirarse, de hecho, se volvió sobre el tema, ya exigiendo la renuncia de Arguiñena, lo que motivó aplausos, al canto de “que se vaya”. Todo esto, escuchado por el concejal, que se recluyó en el pasillo contiguo, junto al dispenser de agua, sin afrontar directa y maduramente la situación.

Se pidió la suspensión de los venideros números de Baby Etchecopar y de los Midachi en el Teatro Municipal, ya que “en Olavarría no queremos ni toleramos la llegada de esos ‘sujetos’ violentos, racistas, homofóbicos y todo lo que se puedan imaginar”.

Por todas estas no menores razones, hubo quien le puso el broche final, al pedirles a las y los representantes del pueblo olavarriense “que hagan el intento de estar a la altura de las circunstancias. Fueron elegidos, tienen una responsabilidad ética, moral, de vecinos, de vecinas. No pueden estar rascándose el ombligo”, lo que también fue motivo de aplausos.

La movilización se retiró del recinto cantando “Ni una menos, vivas nos queremos”. Ya nuevamente en el Paseo Jesús Mendía, al cerrar la jornada y cual parroquial, se informó que el próximo jueves 17, a las 19, en la secretaría del Club Racing, el Frente Ni Una Menos convoca a organizaciones, grupos y escuelas que se encuentren trabajando en la temática, a una reunión para empezar a diagramar la marcha del 3 de junio

En la tarde del jueves, mientras se marchaba, en Azul se le realizaba la autopsia al cuerpo de Luján. Esta mañana, un hombre de unos 38 años, identificado como Lucas Keesler, fue detenido para ser indagado por la fiscal Beytía. La carátula de ‘Homicidio’, hasta el momento sigue siendo la misma. La ciudad, ya no, y grita ¡Basta de femicidios! ¡Basta de indiferencia! ¡Ni una menos! ¡Vivas y libres nos queremos!



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