Choferes cortan el Puente La Noria por la “defensa de los puestos de trabajo”
Desde las 6 de la mañana, cuatrocientos choferes del Expreso Lomas mantienen una protesta bloqueando todos los accesos del Puente La Noria en el límite entre el Partido de Lomas de Zamora y el ingreso a la Cuidad de Buenos Aires. Denuncian el continuo vaciamiento y la faltas de unidades. Hay unos casi unos cien mil usuarios afectados. Por ANRed / Videos: Nico Kobane.
El conflicto tiene en vilo a unos 400 puestos de trabajo y unos casi 100 mil usuarios que desplazan en las líneas 165, 112 y 243 que une a los barrios de Monte Grande a Lanús y de Once a Saavedra. Los choferes esperan una resolución judicial que destrabe el gerenciamiento de la empresa. Hace unos minutos el Ministerio de Trabajo convoco a los delgados gremiales a la participación de una mesa de dialogo.
Durante el corte hubo amenazas de un policía que intentó traspasar la protesta apuntando con un arma a uno de los choferes y a una periodista que se encontraba trabajando.
Desde varias semanas los trabajadores se encuentran realizando un paro debido a la falta de colectivos debido al reducido mantenimiento que a proporcionado la empresa. Con cada vez menos choferes y menos unidades el paro ha sido la respuesta a la crisis empresarial que amenaza el sustento de las 400 familias.
Es sabido que la empresa Expreso Lomas ha tenido constantes problemas en su gestión. Según los trabajadores la debacle de la firma comenzó desde hace varios propietarios anteriores que “se han aprovechados de los subsidios del Estado”. El agravante es que a la par que los responsables de Expreso Lomas recibían los pactados subsidios, no le pagaban a diferentes acreedores y achicaban los servicios de mantenimiento y renovación de las unidades. Esto al cabo del tiempo fue deteriorando el parque automotor y las condiciones laborales de los choferes, que desde hace tiempo vienen denunciando “este vaciamiento” y el continuo retraso en los salarios.
La crisis llegó a tal punto que en el 2015 se ordenó una intervención judicial que habilitó la llegada de otra firma: El Puente SAT, del grupo DOTA, quienes en un inicio comenzaron a pagar los salarios caídos y renovaron algunas unidades del obsoleto parque automotor. El conflicto volvió a reavivarse al no homologarles la concesión definitiva del piso. Repitieron la receta de los antiguos dueños: el no pago de los salarios y el vaciamiento de la cabecera.