08/03/2008

«Podemos pensarnos desde otro lugar que no sea el que el patricarcado nos tiene asignado»

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«Los talleres de reflexión apuntan a que todas las experiencias puedan tener otra mirada, una mirada que no es la que nos inculcaron por años, tener la posibilidad de pensarnos como mujeres desde otra forma a la que sabemos». Así es la carta de presentación del Grupo de Mujeres 8 de Marzo. ANRed entrevistó a este grupo feminista que eligió como nombre e identidad una fecha de lucha para las mujeres del mundo.


Desde la entrada principal, confluencia de avenidas y rutas, el barrio Don Orione muestra su complejo y laberíntico entramado. Pero eso no dificulta llegar hasta la casa de las mujeres que componen el Grupo 8 de Marzo. Es martes a la noche y está por empezar la clase de tango del taller de danzas.
Allí nos esperan las Susanas, Susana Wegsman y Susana Romero, para contarnos las actividades que realizan en los talleres de reflexión y en los espacios mixtos.

 ANRed: ¿cómo surge el grupo?

 Susana Wegsman: el grupo de mujeres 8 de marzo es un colectivo de mujeres que trabajan con una perspectiva feminista dentro del barrio Don Orione, en Claypole, desde enero de 2002. Algunas de nosotras formábamos parte de otra agrupación de mujeres y nos conocíamos desde el 95, trabajando la temática de género en el barrio. Distintas cuestiones, fundamentalmente en lo que hace a la perspectiva política del trabajo, hace que ese grupo se escinda y tres nos fuimos de allí en diciembre de 2001, coincidiendo con toda la explosión que hubo en el país. En enero ya empezamos a reunirnos, delineando la nueva agrupación y formulando objetivos de trabajo y objetivos de metodología de trabajo. De hecho el 8 de marzo sacamos un volante que lo repartimos en la peatonal feminista que solía hacerse cerca de la Librería de las Mujeres. Nosotras llevamos ese volante ese año como constituyéndonos, sin firmarlo con un nombre porque todavía no lo teníamos y ese volante pasó a ser nuestro manifiesto. Y en el manifiesto lo que nosotras planteamos es qué queremos como feministas para nuestro trabajo y para nosotras, cómo queremos ser como grupo.

Lo planteamos como una construcción que hace al trabajo, no sólo hacia a la problemática de las mujeres y de las relaciones de las demás personas, pensamos que también es un trabajo que nos incluye personal y grupalmente. Esto es, que dentro del grupo nosotras debemos constantemente rever nuestras actitudes, la jerarquía que tenemos internalizada, rever el autoritarismo, la individualidad, todo esto que lo tenemos internalizado, porque somos criadas en esta sociedad capitalista y patriarcal.

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 ANRed: ¿esa construcción del grupo se fundamentó entonces en la revisión de las prácticas cotidianas?

 Susana Romero: Es para dentro de la organización y para dentro de nosotras como personas, poder vernos en una autocritica. Es todo el tiempo tener que trabajar sobre si misma para poder de alguna manera construir desde otro lugar que no sea el que estamos acostumbradas a recibir.

 Susana Wegsman: si, si y sobre el grupo, porque en realidad en la crítica social, con matices vamos a estar todas de acuerdo: no queremos la explotación, no queremos la violencia, no queremos el autoritarismo, no queremos el hambre, no queremos ser golpeadas, en esto vamos a coincidir. Ahora en esto qué de nosotras reproduce ese mismo tipo de relaciones, no porque seamos directamente responsables del hambre ni de la explotación de clase, pero si tenemos incluidos esta formación. Todas nos formamos en una educación formal que es autoritaria, es jerárquica, y después seguimos formándonos y reproducimos ese tipo de cosas y las mas buenas creemos que porque nos sentamos en forma circular y preguntamos la opinión de cada una, ya ahí horizontalizamos las relación, y no. Y es una tarea constante personal y grupal.

 ANRed: ¿quiénes integran el grupo?

 Susana Wegsman: está integrada por un grupo de trabajo que en este momento es de 3 miembras: Valeria y las dos Susanas (hoy Vale no pudo venir) y el colectivo que son entre 15 y 20 mujeres. Y a que llamamos colectivo, a todas aquellas compañeras que de una u otra manera se referencian con el grupo y referencian al grupo, no sólo por su participación en las actividades, sino que promocionan esas actividades, integran al grupo en otras instancias, piden presencia del grupo cuando se dan algunas situaciones y referencian al grupo. Es decir nosotras entendemos que cada compañera tiene sus ocupaciones y demás cosas, pero apuntamos a que sí, sea su compromiso estar, porque nosotras quereamos tener un grupo donde todas podamos estar integradas aportando y construyendo y esto es más difícil y hay que trabajarlo. Pero sí estas compañeras están muy comprometidas con el grupo. Es un compromiso que no pasa por la formalidad. Esto de «che hay tal situación, yo les hablé de ustedes» o el caso de una compañera que últimamente no estaba participando de un taller, pero hizo los souvenires para regalar, un poema para darle a cada compañera al final del taller.

 Susana Romero: sí por ahí la discusión de este año es justamente esa, como fortalecemos el espacio acá y como no dejamos otros. Para nosotras políticamente, como feministas, nos parece muy importante el hecho de poder colaborar en algunos movimientos sociales, desde el punto de vista de género de lo que podemos aportar, pero se nos hace muy complejo porque a la vez no queremos dejar esos espacios, ni desatender el nuestro.

 Susana Wegsman: nosotras estamos en vías de implementación de un proyecto de capacitación, pensado como para el fortalecimiento del grupo. Cuando armábamos el listado de compañeras a invitar pensábamos esto que decía Susana, como nos enriquece y como enriquece otros espacios que participen compañeras de otros lugares, no necesariamente de nuestro colectivo. Traen otras miradas, que no son las de acá. Pero a la vez pensar como fortalecemos territorialmente, porque de hecho somos un grupo de mujeres del barrio. El grupo nació para laburar en el barrio, pero eso no implica que nos vayamos a Florencio Varela o a Ezeiza. Implica buscar el compromiso desde acá.

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 ANRed: Y cuando ustedes hablan de actividades y que se sumen estas mujeres de que hablamos concretamente?

 Susana Wegsman: Nosotras funcionamos con la modalidad de taller, convocando a vecinas, a compañeras que nos conocían de antes y a quienes quisieran participar siempre en un espacio de mujeres. Los talleres de reflexión apuntan, y en estos casos se logra, a que todas las experiencias puedan tener otra mirada, una mirada que no es la que nos inculcaron de años, poder pensar en la posibilidad que lo que tenemos pensado como mujeres también tiene otra forma de pensamiento, otra óptica.

 Susana Romero: Estar todo el tiempo pensando si esto no es así, bueno, cómo es. O sea las otras posibilidades que no nos permitimos ver, estamos muy educadas de una manera solamente, si sos de otra manera hay toda una cuestión social por la cual no vas a ser aceptada. O sos puta, o sos violenta, o sos sometida. Todo el mundo va a decir «¿a esta chica qué le pasa?, no está cumpliendo con el rol que tiene que cumplir socialmente». Una mujer no se puede plantear un montón de cosas socialmente, que tiene que cuidarse, que tiene que mantener una imagen, sino estas «fuera del tarro». Y por ahí, pensar el por qué hice tal cosa y por qué no hay otras posibilidades en las cuales yo me sienta bien conmigo y sea realmente lo que yo quiero. No sé si realmente hacemos siempre lo que queremos, generalmente hacemos lo que debemos. Y cuestionarnos todo el tiempo ese tipo de cosas.

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 ANRed: ¿y qué surge de esos talleres?

 Susana Wegsman: algunas experiencias de otras congéneres nos ayudan a rever las propias, eso que está tan naturalizado que es la victimización por la historia que nos tocó y que compartiendo experiencias vemos que no nos tocó a nosotras solamente por la biografía personal y familiar, nos tocó porque pertenecemos a un género. Y esto que decía Susana, en esas experiencias ver otras posibles formas de resolución y otras posibles miradas y evoluciones. Pero esto no sólo porque serían grupos de reflexión y catarsis aunque hablemos de las mujeres, como hemos hecho un taller «Mujer y Guerra» cuando fue la invasión a Irak, sino desde el ponerse a pensarlo y activar.

 Susana Romero: O el taller Mujer y Economía, ver tratar de construirnos desde un pensamiento, ir logrando un pensamiento propio. Que no sea cuando pensamos en la guerra, decir pensamos desde una mirada totalmente masculina.

 Susana Wegsman: claro ni cuestionamos la guerra desde ese punto de vista. La cuestionamos como una situación de intereses en juego, lo cual es cierto, y de momentos de desarrollo del capitalismo, lo cual es cierto también, pero no cuestionamos como es posible esto porque hay personas que tienen metida la dominación encima. Siempre fueron los varones, ahora las mujeres intervienen más en las guerras y eso no significa que haya una mirada ni feminista ni de género, tienen incorporada la dominación. Porque no estamos en la Historia a pesar de haber estado. Estuvimos en las guerras pero la decisión es de otros.

En el Encuentro de Mujeres de Córdoba 2007

 ANRed: pensaba en las invisibilizaciones sistemáticas de la figura de la mujer en la Historia

 Susana Romero: hay todo un asumir en eso, bueno «esto es una cuestión de» y yo tengo que tener participación cuando digo no quiero la guerra. Tengo mi propio pensamiento respecto a ello. Poder tener la palabra.

 Susana Wegsman: Poder ser protagonistas, porque somos protagonistas de la Historia. Bueno, esto poder debatirlo y reflexionarlo en un taller nos saca del lugar de participe, podemos pensarnos protagonistas de la Historia y en esto también revemos la historia personal, aunque estemos hablando de un proceso social. O el pensar la Economía. En general nuestra economía estuvo limitada a la economía domestica: como estirar el sueldo del marido o cómo ganar unos pesos más para ayudar en la casa para alimentar a los pibes ¿y por qué la economía no es un tema nuestro o no podemos participar? Mucho más teniendo en cuenta que somos de sectores populares, que la mayoría de las que participamos no accedió a estudios universitarios y demás y se considera que hay temas importantes que son para los demás. Poder introducir esos temas en nuestros talleres nos corre de ese lugar porque todas tenemos palabras autorizadas, en todo caso nos faltará instrucción en algunas áreas, bueno, para eso hay materiales y gente que sabe y nos lo cuenta y después lo pensamos entre nosotras. Por ahí esto es un ejemplo de cómo pensamos las cosas, de cómo nos planteamos nuestra metodología de trabajo que está muy implicada con nuestros objetivos, que son construir horizontalidad, construir igualdad, construir relaciones no violentas.

 ANRed: las podemos construir desde espacios mixtos y sólo de mujeres

 Susana Wegsman: La metodología también es parte de los objetivos y la generación de espacios están pensados en ese sentido. Y la generación de un espacio mixto (hombres y mujeres) además de divertirnos porque es bailar, también está pensado como la posibilidad de rever, de poder disfrutar incluso desde otro lugar que no sea el de siempre.

La charla culminó al tiempo que empezaban los acordes folkloricos de un escondido, para luego dar paso a unas milongas y por ultimo tangos. y las risas de esas mujeres aprendiendo a coordinar sus pasos fueron la perfecta metáfora de lo que ofrece la casa del Grupo 8 de Marzo, un aprendijaze y una búsqueda de nuevas miradas que interpelen los roles asignados por el patriarcado.

Ernestina Arias


Contacto: gm8demarzo@yahoo.com.ar


MANIFIESTO DEL GRUPO DE MUJERES 8 DE MARZO

Estamos aprendiendo a decidir dentro de un grupo donde el poder es compartido, porque nosotras sabemos pensar, somos trabajadoras y queremos también decidir como vivir.
Pretendemos reconstruir nuestra historia desde una mirada no discriminatoria y estimular en forma activa la inclusión y la equidad social.

De esta manera, nuestros planteos apuntan también a una reivindicación ética, incluyendo en esta la no marginación de las mujeres del trabajo, la salud, la educación, la vivienda y la justicia.

Apuntamos a desarrollarnos como mujeres independientes consolidando, a la vez, los vínculos de interdependencia y solidaridad.

Tenemos el compromiso de hacer transparente nuestra vida privada porque consideramos que lo personal es político.
Aunque somos conscientes de que como seres sociales podemos reproducir el modelo imperante que históricamente se sostuvo con la subordinación de la mujer, nuestro objetivo apunta a modificar este orden.

Octubre de 2002



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