27/04/2011

Boletín Informativo Nº 605 de CORREPI

Reproducimos:

CORREPI «“ BOLETÍN INFORMATIVO

Nº 605 «“ 25 de abril de 2011

VEINTE AÑOS DE LA DETENCIÓN Y MUERTE DE WALTER BULACIO

Actividades:

Miércoles 27 de abril, 19:00, estreno del video «Yo sabía»¦” (realización
conjunta
de CORREPI y PTSTV), en el Auditorio del hotel Bauen, Callao 360.

Viernes 6 de mayo, gran festival en Plaza Houssay, desde las 19:00, con
Chapones
Di Teresa, La Pala Mecánica , La Escuela del Desaprender, La Covacha , La Que
Se Viene y mucho más.

Sumario:

1. Bulacio: miente, que algo quedará

2. Lavada de cara federal

3. No al procesamiento de Julieta Torres

4. La militarización es la tranquilidad de unos pocos

5. Más torturas en cárceles y comisarías

6. Sigue la represión en África y Medio Oriente

7. Próximas actividades

BULACIO: MIENTE, QUE ALGO QUEDARÁ

La semana pasada, el diario oficialista Página/12 publicó una nota recordando
que se están cumpliendo 20 años de la detención y muerte de Walter Bulacio.
Y como para «compensar” la realidad que surge de la contumacia con que el
actual
gobierno, igual que sus antecesores desde 1991, vienen protegiendo a la
policía
y, en el caso concreto del kirchnerismo, incumpliendo desde 2003 la sentencia
de la Corte Interamericana de DDHH que ordenó la derogación de todas las
normas
y prácticas no normadas que habilitan a las fuerzas de seguridad a realizar
detenciones arbitrarias, junto a la nota principal incluyeron una «columna
de opinión” escrita por Mariano Molina, que se presenta como «periodista y
docente”, omitiendo agregar «y defensor del gobierno nacional”.

En un texto plagado de referencias a su experiencia personal, pues afirma
haber
estado en Obras el 19 de abril de 1991, el columnista lanza, a los pocos
renglones,
la frase «En esos tiempos, los edictos policiales todavía tenían legalidad
y servían para legitimar el autoritarismo policial”. Nada dice de los códigos
contravencionales, vigentes hoy, como ayer, en todo el país, incluyendo el
que en 1994 reemplazó a los edictos en la ciudad de Buenos Aires, y que, como
demuestra la experiencia, viene resultando más eficaz que aquellos a la hora
de aplicar el control social y el disciplinamiento por mano de una fuerza
cuyo
autoritarismo no es fruto del propio capricho, sino del rol asignado dentro
de la estructura estatal.

Después de sugerir elípticamente que la razzia que se llevó a Walter se
explica
porque en esos tiempos gobernaba el peronismo menemista, lanza una gran
mentira
cuando afirma que las multitudinarias marchas por Bulacio eran una «anárquica
procesión, sin banderas partidarias, sin organización previa y con las
consignas
que surgían momentáneamente”. Y de ello concluye que eso «fue un fuerte signo
de los tiempos que vendrían, en relación con la inorgánica participación
juvenil
en causas sociales y políticas”.

Además de mentira, infamia. La masiva movilización que siguió a la muerte de
Walter no fue inorgánica ni apolítica. Por el contrario, los que sí
protagonizamos
esa lucha recordamos las asambleas en la facultad de Filosofía, donde las
organizaciones
políticas, estudiantiles y de derechos humanos organizaban la campaña, o las
asambleas de los secundarios, con participación de los centros de
estudiantes,
de las juventudes de los partidos de izquierda y la militancia
antirrepresiva.
Una pelea política, que apuntaba al corazón del estado y sus gobiernos: su
política represiva, constante pese a sus variantes discursivas, gobierne
quien
gobierne.

El defensor del gobierno cierra su alegato con más mentiras: «El país vive
otra realidad en muchos aspectos (…) Actualmente la Policía Federal se
encuentra
en un intento de recomposición que esperábamos hace tiempo. La permanencia
de esas prácticas que causan vergüenza nacional también nos tiene que hacer
reflexionar sobre la importancia de apoyar algunas políticas de Estado que
puedan perdurar más allá de los gobiernos”.

Walter fue asesinado durante el gobierno peronista de Menem. La causa
judicial
alcanzó su máximo nivel de impunidad durante el gobierno
radical-peronista-progresista
de la Alianza. El gobierno, también peronista de Duhalde, intentó evitar que
la causa llegara a la Corte IDHcon una admisión formal de la responsabilidad
del estado, y el actual gobierno kirchnerista, en sus dos versiones, fue el
encargado de incumplir la condena que irremediablemente llegó, mientras
intensificó
el voltaje represivo de las facultades policiales para detener personas
arbitrariamente
y estrenó un nuevo modelo represivo, basado en la cooptación de consenso para
reprimir más y mejor.

La única política de estado que perdura más allá de los gobiernos en materia
represiva es la necesidad de reprimir. Y el kirchnerismo ha logrado, como
ningún
otro gobierno anterior, hacer realidad el paradigma de aplicar toda la
represión
necesaria, con todo el consenso posible.

LAVADA DE CARA FEDERAL

Nuevamente el kirchnerismo encara una campaña mediática para limpiar su
imagen
y seguir perfilado como el «gobierno de los derechos humanos”. Una de sus
nuevas
medidas fue la designación del abogado Victor Hortel como nuevo director del
Servicio Penitenciario Federal. Se trata de un discípulo del juez Eugenio
Zaffaroni
y militante de la agrupación Negros de Mierda, es decir, un oficialista de
discurso «progre” que viene a continuar con la fantochada del «gobierno
popular”.
Desde el ministerio de Justicia hablan de un «cambio cultural en el Servicio
Penitenciario”, determinado por el desplazamiento de Alejandro Marambio, su
anterior director, especialista en torturas. Lejos de ser ésta la realidad,
Marambio fue nombrado subsecretario de Gestión Penitenciaria, un cargo mayor
al que estaba ocupando anteriormente. Así, el antiguo y el flamante director,
trabajan en conjunto, al servicio de la ministra de Seguridad Nilda Garré.

La ministra, con esta pantomima de mejoras dentro del marco del Servicio
Penitenciario,
tras haber denunciado metodologías de la PFA como si se tratase de un ente
aislado del gobierno y no de una institución que le responde directamente,
se encargó de anunciar cambios en los nombres de las escuelas de formación
policial, que remitían a históricos represores de la historia argentina. En
primer lugar, la Escuela de Cadetes Cnel. R. Falcón, asesino de obreros en
las huelgas de principios de siglo ahora lleva el nombre del comisario J. A.
Pirker, jefe de la federal del gobierno de Alfonsín, sospechosamente muerto
en su despacho, en el marco de una interna de la fuerza, y que decía, en
1987:
«Nunca me voy a cansar de agradecerle a Dios toda la ayuda que me brindó. Yo
digo que Dios es policía”.

Por su parte, la Escuela Superiorde Policía Federal C. A. Cardozo y la
Escuela
de Suboficiales A. Villar, que homenajeaban a policías de la dictadura
militar,
ahora llevan los nombres de Enrique Fentanes y Enrique O´Gorman
respectivamente.

Fentanes fue el creador, en 1943, durante la presidencia de facto del general
Ramírez, de la actual policía federal, en reemplazo de la «policía de la
ciudad”.
Definía la fuerza como «la administración con el poder coactivo, o bien,
poder
coactivo en la administración”, dejando bien claro su rol de espada de los
gobiernos. Y O»™Gorman, hermano de la célebre Camila, fusilada por el gobierno
de Rosas por el delito de haberse enamorado de un cura que dejó los hábitos
por ella, fue nombrado jefe de la policía de la provincia de Buenos Aires en
1867. Impuso los «toques de silbato”, escribió el «Manual del Vigilante”, y
fue duramente cuestionado en su época por la instrucción militar que impuso
a la policía, y por la creación de los bandos que prohibían los juegos de
agua,
los pomos y otros juegos de carnaval.

Garré habla del «comienzo de una etapa diferente”. La ministra continúa con
su claro y constante intento de tapar el real problema del aparato policial,
que responde a las necesidades del estado que hoy dice querer «corregirlo”.
Todos sabemos que no se trata de un «policía bueno” y uno «malo”, sino de una
fuerza creada con la función de reprimir al pueblo trabajador para
disciplinarlo
y garantizar la explotación.

NO AL PROCESAMIENTO DE JULIETA TORRES

El viernes 25 de marzo, un ex policía santafesino disparó dos veces a la
cabeza
de Julieta Torres, militante transexual rosarina, que estuvo en coma inducido
en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez. Diez días después de su alta,
fue trasladada a la cárcel de Coronda, procesada por robo calificado para
hacerla
pasar de víctima a victimaria. Por ahora, el juez Luis María Caterina revocó
la prisión preventiva por su estado de salud.

El estado santafesino, en manos de los «socialistas», procesó a Julieta
mientras
apaña a la policía mafiosa que es la segunda del país en el ranking de
muertes
por gatillo fácil y tortura; que mató a Sandra Cabrera; que es cómplice del
asesinato de Silvia Suppo; que es la misma policía del asesino Feced. Es este
mismo gobierno el que subsidia a la educación religiosa, a la vez que cuenta
con uno de los índices más altos de femicidios en el país.

Aunque con la lucha y organización se conquistara el derecho al matrimonio
igualitario, los crímenes trans-lesbo-homofóbicos son moneda corriente. En
el caso de las compañeras trans, que tienen un promedio de vida de 32 años,
el 95% está obligado a vivir en situación de prostitución, el 64% no terminó
sus estudios primarios y el 84% no llegó a la secundaria.

Es la Argentina de la violencia contra las mujeres, los distintos, la
xenófoba,
donde, por ejemplo el «periodista» Juan Terranova escribió en la revista El
Guardián, del ex banquero menemista Raúl Moneta, repondiéndole a Inti María
Tidball-Binz, que está realizando una campaña contra los piropos ofensivos
entendiéndolos como acoso callejero y por ser discriminatorios y sexistas:
«Me encantaría romperle el argumento a pijazos”, aunque en su blog personal
dice «culo” en lugar de «argumento”. Es la Argentinadonde la violencia contra
las mujeres, sólo en febrero y marzo, se cobró 24 femicidios; donde, según
el ministerio de Salud de la Nación , cada mujer aborta ilegalmente en
promedio
dos veces a lo largo de su vida, y los abortos realizados en condiciones de
clandestinidad e insalubridad son la principal causa de muerte entre mujeres
pobres de 15 a 25 años. Debemos enfrentar esa discriminación y persecución
que cada vez está más teñida de sangre.

LA MILITARIZACIÓN ESLA TRANQUILIDAD DE UNOS POCOS

En plena campaña electoral, la preocupación más fuerte de todos los
candidatos,
sin duda, es el refuerzo del las fuerzas represivas y su mayor despliegue en
cada uno de sus distritos.

En la misma línea que Garré con la federal y como ya lo hiciera Sabatella en
Morón tiempo atrás, se lanza el proyecto del gobernador Scioli para la
incorporación
de «civiles” a funciones administrativas en las comisarías para sacar a toda
la bonaerense a patrullar las calles.

El combo de «control” se completa con una mayor sofisticación técnica en
cuanto
al sistema de cámaras de seguridad y de la red de llamados al 911, junto a
la adquisición de 3.500 patrulleros.»Vamos readecuando permanentemente de
acuerdo
a la necesidad operativa que veamos para que la gente viva mas tranquila y
segura» dijo el gobernador bonaerense.

Por otro lado, el despliegue de los operativos de la gendarmería en el
conurbano
y las rutas suman al panorama de militarización que propuesto a nivel
nacional.

Pero, ¿quienes son los que «viven más tranquilos” en medio de policías y
gendarmes?

No son los vecinos del barrio Las Catonas de Moreno, ni los de Villa Fiorito,
ni los de La Cárcova en José León Suárez, que son víctimas de las detenciones
arbitrarias, la tortura y el gatillo fácil por parte de las fuerzas
represivas
de toda clase.

Tampoco serán los militantes sociales y políticos que ya tienen en su haber
más de 6.000 procesados, presos y decenas de muertos en protestas sociales.

Los que están más tranquilos, son por ejemplo, los entrevistados del diario
La Nación : «los vecinos” del foro de seguridad de Del Viso, de Pilar, de
Quilmes,
que no por nada tienen la voz autorizada en los medios de comunicación: «Sin
dudas, los gendarmes son más temidos que los policías, que son insultados y
agredidos verbalmente todos los días».

Claramente, lo que interesa a quienes están en el poder o se benefician con
él, no es la seguridad ni el bienestar de todos. Interesa una política
efectiva
de control social, que sirva para sembrar temor y disciplinar.

MÁS TORTURAS EN CÁRCELES Y COMISARIAS

Esta semana hemos recibido tres nuevas denuncias de torturas en cárceles y
comisarías, que se suman a la gran cantidad que ya conocemos y que desde
CORREPI
venimos denunciando. Uno de estos casos es el de Catamarca, donde siete
presos
han sido torturados por guardiacárceles del penal. Los siete hicieron la
denuncia
en la Fiscalía General. Este hecho se hace eco en los medios, no por ser algo
poco común, si no a partir del furor mediático de las torturas a presos en
Mendoza, en donde el gobierno provincial ha separado a tres jefes del
complejo
y ha detenido a los guardiacárceles, de los cuales uno está prófugo.

La segunda noticia es de Neuquén, más precisamente de la comisaría 19ª del
barrio Confluencia, que llega a ser conocida gracias a la difusión que le dio
la Asociación Zainuco. La policía detuvo a dos pibes, los golpeó y le aplicó
picana a uno de ellos, Sebastián Hermosilla. A partir de allí, los pibes y
Zainuco han sido paseados por el camino judicial sin llegar nunca a ningún
puerto, dado que en la fiscalía les dan vagas excusas para no ocuparse de lo
ocurrido, probando cómo no es sólo la policía, como supuesta institución
«autónoma”,
quien tortura y mata, sino que es la policía (que no tiene nada de
«autónoma”)
más el aparato judicial que la protege y legitima.

Finalmente, en Carlos Paz, Córdoba, el joven Diego Varela fue torturado, con
golpes y submarino seco, en la comisaría local. La denuncia de su madre y la
movilización de los vecinos, acompañados por la Comisión por los Derechos
Humanos
de Carlos Paz, echó luz sobre otros casos recientes de sistemáticas
detenciones
arbitrarias y torturas.

Estos casos de torturas en cárceles de Catamarca y comisarías de Neuquén y
Córdoba, son una prueba más de lo que desde CORREPI venimos sosteniendo. No
se trata de instituciones «reformables” como pretende hacernos creer Garré,
con los incesantes cambios en la policía federal, o como se pretende en
Mendoza,
cambiando a algunos de los jefes del penal, ya que, como instituciones
represivas
del estado, su función es la de reprimir a los pobres, amedrentarlos y
aplicarles
todo el control. Para esto no están solos, sino que tienen un aparato
judicial
que los protege. Esto es muestra, también, de que no son casos aislados, de
un «loquito suelto” dentro de estas instituciones, sino que es una política
sistemática de represión por parte del estado, gobierne quien gobierne.


SIGUE LA REPRESIÓN EN AFRICA Y MEDIO ORIENTE

El levantamiento de los pueblos árabes contra los regímenes gobernantes en
la región, ha puesto en evidencia, una vez más, la capacidad del imperialismo
para encarrilar las rebeliones populares cuando éstas carecen de instancias
internas de organización superadoras de la espontaneidad y el voluntarismo
iniciático.

Los últimos actos represivos de las burguesías regionales comandadas por
EEUU,
la Unión Europea y el estado sionista de Israel, descargando su ferocidad
sobre
el pueblo de Siria (con más de 100 muertos en las plazas pidiendo la renuncia
del gobierno del presidente Bashar Asad), son reveladoras del carácter
funcional
y utilitario que los gobiernos nacionales ofrecen a los dueños del poder en
el corazón de la cuenca petrolera y gasífera más importante del mundo.

Durante décadas, Siria fue presentada en el complejo mapa del Medio Oriente,
como la expresión presuntamente progresista de la región, que permitía
expresar
una experiencia democrática en los términos en que el imperialismo está
dispuesto
a tolerar: el funcionamiento institucional para el resguardo de sus intereses
económicos a expensas del deterioro de la calidad de vida del pueblo
trabajador.

El pueblo sirio no aguantó más esa parodia y se lanzó a las calles. La
represión
del gobierno es feroz y ahora el presidente yanqui pretende despegarse de su
responsabilidad criminal, y con respaldo mediático empieza a apropiarse de
la rebelión mientras prepara otra salida «democrática», con figurones tan
serviles
como los que el se quiere desplazar. Lo hizo en Egipto, lo intenta en Libia.

Algo parecido ocurre en Burkina Faso, donde las protestas por el asesinato
del estudiante Zongo a manos de la policía generó otra brutal represión con
más de 40 víctimas. Mientras la juventud africana denunciaba el asesinato y
la policía atribuía su muerte a una extraña meningitis (!!!) la apariencia
de repudio de los hechos por parte de EEUU no se hizo esperar.

Otra muestra de la inquietud y preocupación que genera el pueblo en las
calles
y también de los rápidos reflejos que poseen sus opresores para acallarla.

En el camino hacia la verdadera democracia, aquella que conduzcan los
trabajadores
y el pueblo, esta instancia histórica de África y el Medio Oriente demuestra
que está latente la rebeldía popular, tanto como la necesidad de organizarla
de manera independiente del estado y sus diversas formas institucionales
opresoras.
Brindando la efectiva solidaridad internacional de clase, convencidos que los
pueblos le van sacando al poder su túnica dictatorial, su corbata
democrática.

PRÓXIMAS ACTIVIDADES

Martes 26, a las 11:00, charla debate con alumnos de 4º y 5º año del Colegio
Nacional B. Rivadavia, la escuela a la que asistía Walter Bulacio.

Jueves 28, a las 19:00, a 20 años del asesinato de Walter Bulacio, exhibición
del video «Yo sabía…» y posterior debate en el Instituto Superior del
Profesorado
Nº 46 de Ramos Mejía, en la calle Pueyrredón 1250 (a doce cuadras de la
estación).

Viernes 29 de abril, a las 19:00, charla debate en el CBC de San Isidro,
Córdoba
y Lima, Martínez. Organiza FUBA.

CORREPI

Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional

Ciudad de Buenos Aires «¢ Argentina

correpi@fibertel.com.ar



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