31/03/2009

Juicio por gatillo fácil en San Isidro

Difundimos comunicado de prensa:

Primera audiencia en el juicio a los asesinos de David Vera Pinto. Los policías imputados llegaron a los Tribunales en libertad.

En los tribunales de San Isidro, comenzó hoy el juicio oral y público contra los efectivos de la policía bonaerense Omar Horacio Olivera y Fabricio Gabriel Mazzuchelli, quienes el 7 de marzo de 2001 asesinaron al joven David Elías Vera Pinto. En la audiencia de hoy, un vecino declaró haber presenciado como uno de los policías le gritaba al joven: «Ahora te mato, hijo de puta”, mientras Vera Pinto estaba en la parte posterior del auto, pidiendo por su vida.

Los responsables de este crimen de gatillo fácil llegaron libres al juicio así como con «hinchada propia”. Las calles que rodean a los tribunales de San Isidro aparecieron empapeladas con afiches de una organización autoproclamada Unión de Policías Falsamente Incriminados (UPOFI). Como era de preverse, esta agrupación está convocando a movilizarse para lograr la impunidad de los dos represores.

Mañana se llevará adelante la segunda audiencia de este juicio. CORREPI Sur exigirá que sean condenados los responsables del crimen de David Vera Pinto.

El caso

Aquel día, los imputados se encontraban patrullando en la zona de Villa Adelina (partido de San Isidro) y, según consta en sus declaraciones, quisieron identificar a los ocupantes de un Volkswagen Gol, entre los que se encontraba David Vera Pinto, por tener una «actitud sospechosa”. Al no acatar la orden de alto, los policías iniciaron una persecución hasta el interior del Barrio Santa Rita (Boulogne), donde se detuvo el Volkswagen y descendieron del mismo tres de sus cuatro ocupantes, quedando en el interior David Vera Pinto. El patrullero frenó detrás y Mazzuchelli se acercó al Volkswagen empuñando su arma, abrió la puerta del conductor y apuntó contra David, quien se encontraba recostado sobre los asientos, con las manos levantadas y pidiendo por su vida. La respuesta del policía fue una descarga de cinco disparos, de los cuales uno impactó en su cabeza y los restantes en la zona abdominal. El joven fue trasladado al Hospital Boulogne y luego, derivado al Hospital de San Isidro, donde falleció como consecuencia de la gravedad de las lesiones sufridas.

Inmediatamente después se sucedieron las usuales operaciones de encubrimiento. Sin mediar testigos y aún antes de que llegaran al lugar de los hechos patrullas de refuerzo, Mazzuchelli y Olivera «secuestraron” un arma supuestamente perteneciente a David, a fin de simular un enfrentamiento. Dos de los proyectiles que habían quedado alojados en el cuerpo de la víctima desaparecieron misteriosamente. Lo mismo ocurrió con las ropas de David que estaban depositadas en la comisaría de Boulogne a disposición de la Fiscalía, y que constituían elementos indispensables para deducir la distancia de los disparos. Hubo pericias balísticas contradictorias y el Volkswagen no fue correctamente examinado, perdiéndose así pruebas fundamentales. Por si no bastara, se presentaron «espontáneamente” numerosos testigos que lo único que hicieron fue intentar desprestigiar a la víctima y entorpecer la investigación. Por otra parte, el fiscal que intervino en primera instancia decidió prematuramente archivar el expediente por considerar que no había nada que investigar.

Sin embargo, gracias a la incansable voluntad de hacer justicia por parte de la madre de David, querellante en la causa y patrocinada por abogados de CORREPI SUR, se pudo determinar que no existió ningún enfrentamiento y que el joven fue asesinado a sangre fría mientras rogaba con las manos alzadas. Fueron siete largos años de lucha y de búsqueda incesante de testigos, en una investigación plagada de irregularidades, durante la cual los imputados no pasaron ni un solo día tras las rejas.

Debe destacarse además que este caso de gatillo fácil se dio paralelamente a la actuación del «Escuadrón de la Muerte” en Don Torcuato, y a la denuncia de la Suprema Corte de Justicia Bonaerense sobre 60 casos de jóvenes asesinados por la policía provincial en supuestos enfrentamientos, gran parte de ellos en la zona norte del Gran Buenos Aires. Es decir, si bien la práctica institucional de violaciones a los derechos humanos por parte de la bonaerense no ha cambiado nunca, durante los años 1999, 2000 y 2001 actuó en un clima de impunidad casi absoluto, en el cual jueces y fiscales del norte del conurbano avalaban con el «sobreseimiento fácil” a la enorme cantidad de hechos en que eran asesinados menores por parte del personal policial.

En el contexto actual, ante una nueva embestida de las recurrentes campañas a favor de la «mano dura”, resulta indispensable señalar que casos como el de David siguen siendo moneda corriente en los barrios pobres del conurbano, donde el gatillo fácil funciona efectivamente como pena de muerte aplicada en los operativos policiales.

CORREPI SUR convoca a todas las organizaciones y medios de prensa a hacerse presentes mañana desde las 10 horas en el Tribunal Oral en lo Criminal N° 5 de San Isidro (Ituzaingó 340- piso 11) para acompañar a los familiares y amigos de David Vera Pinto y exigir justicia.

¡BASTA DE GATILLO FÁCIL, TORTURA Y REPRESIÓN CONTRA EL PUEBLO!

CORREPI SUR

Contactos de prensa:

 155-499-2811 (Dr. Martín Alderete)



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