05/10/2017

Las familias de los pibes: «Nos están dando una lección de claridad»

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Sin las tomas en las escuelas de la ciudad, sigue la lucha contra la reforma educativa inconsulta que el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires intenta imponer sin la participación del estudiantado ni de la comunidad educativa. FM La Caterva, La Retaguardia Radio Presente, FM La Tribu, Radio Semilla y La Colectiva, realizamos Radio Abierta en algunas de las escuelas tomadas. La última fue en el Mariano Acosta. En la puerta del colegio, formaron parte de un bloque las familias que acompañan el proceso de lucha y resistencia que protagonizan los y las estudiantes. Participaron en este bloque Alina y Liliana, madre y abuela de estudiantes del Mariano Acosta. Por RNMA


-Alina, Liliana, gracias por estar acá. ¿Cómo viven, ven y acompañan a sus hijxs y nietxs en este proceso?

Liliana: Yo me incorporé este año al colegio, ya que mi nieta empezó en primer año. Estoy feliz, estamos un poco cansados, fue una toma en la que pusimos mucho el cuerpo y es lo menos que podemos hacer por estos chicos que luchan por una educación de calidad que va a marcar el futuro de su vida, y desde ese punto de vista tenemos que estar. La educación pública es algo que lo que durante muchos años hemos repetido como un slogan de lucha, de deseo, de principios, tendríamos que sumarle la palabra la defensa de la educación pública de calidad, que es lo que la reforma quiere implementar, una reforma educativa a la baja, que precarice educativamente a nuestro pueblo.

-En estas semanas hubo una estigmatización muy fuerte no sólo sobre lxs estudiantes sino también sobre adultos y familiares a cargo de lxs estudiantes, ¿qué nos pueden decir al respecto?

Alina: Yo estoy muy cansada pero muy admirada, generacionalmente yo cursé formación docente en los 90 y si bien estaba en contacto con algunas luchas por las políticas que se quierían implementar en ese momento, no había una lucha tan clara, yo veo la claridad y las ganas de llevar adelante una lucha colectiva, me parece francamente admirable, no me importa la estigmatización.

Liliana: Hay algo que tiene que ver con las palabras, con lo que históricamente fue la grita, con esto de que la política no tiene que estar en la escuela, y nos meten en una trampa porque nos quieren decir que politica es politica partidaria. La política está atravesando nuestra vida desde que nos levantamos hasta que nos acostamos. Política tiene que ver con defender lo que quiero para mi futuro, para el futuro de mis semejantes, y eso es lo que hay que reivindicar. La política partidaria podemos o no estar de acuerdo con que entre en la escuela, pero lo que no podemos conceder es que en la escuela no esté la política. Cuando pasó lo de Maldonado era muy triste ver que se decía que no se podía hablar de Maldonado en la escuela, como no si tiene que ser parte de contenidos de una currícula, que tiene que ver con los derechos humanos. Política es ser mujer, decidir formar una familia es una decisión política.
El día a día no es fácil. El cansancio, a veces, te juega en contra. Yo, la verdad, no tuve
tiempo de descansar. Todavía estoy cansada de las noches de dormir acá porque, algo muy interesante que decía un compañero es que, las mamás y los papás y los familiares no vienen a la toma a dormir, pero estamos todas las noches despiertas y despiertos en vilo, sintiendo la presión de una sociedad, de un poder, que les hincha las pelotas a los más débiles. Aunque decir «los más débiles”, en realidad, es un eufemismo, porque ellos nos están dando una lección de claridad y de dirección, de sentido, como decía Liliana, en un momento que pareciera que se pierden los sentidos. Es lindo, la verdad, la cuestión asamblearia, la cuestión colectiva, hacer la vaquita. Yo me había olvidado de esas cosas»¦ por ejemplo, hacer una vaquita para juntar plata para hacer un guiso. La otra vez, una de las madres decía que «por favor los chicos coman verduras y no tanto hidratos de carbono”. Es gracioso, porque se juntan cosas muy fundamentales, como el sentido de la política y de la educación, con cuestiones de todos los días como qué se va a comer, de cómo se van a limpiar los pisos, de cómo hacer para que el que usa todos los días la escuela no se enoje porque queda medio sucio, cuestiones de todos los días.

Liliana: Sí, además pensaba que nos ha tocado, en mi rol ahora de abuela (primero con mi hija y ahora con mi nieta), con una relación muy cercana, hemos pensado siempre en criarlos libertarios, en criarlos con que salieran al mundo, con que se expresaran con que se manifestaran, con que discutieran y tuvieran un pensamiento crítico y, ahora, nos encontramos con una situación compleja, que es que sigan siendo libres, pero hay que empezar a pensar cosas muy fuertes de cuidado y de seguridad. Esto sumado a la adolescencia, en esta etapa que hemos transitado todos y que sabemos lo que hemos hecho, y todo lo que nos hemos querido llevar por delante, nos presenta diariamente, situaciones en las cuales tenemos que apelar a lo mejor de nosotros para tratar con los chicos. Sin atemorizarlos, sin obsesionarlos con el tema de la seguridad o el miedo, sí hay que extremar cuidados, no ser carne de cañón, no provocar situaciones que los ponen en riesgo, que ponen en riesgo, además, esta lucha tan importante y amplificadora que están dando.

-¿Y cómo ven la brecha generacional, que muchas veces son los estudiantes, los más chicos, supuestamente los más débiles, quienes les dan una lección a los adultos, ¿no?

En el caso de ustedes, ustedes están apoyando la lucha de los y las estudiantes y eso posibilita que ellos estén acá, pero, me imagino, cuántos debe haber que no tienen ese apoyo en la casa»¦ Y en la comunidad educativa cuánto hay del piberío que se enfrenta y supera políticamente a su familia y que tiene una posición definida, lo cual también es muy difícil.

Sí, creo que esto es algo que ha sucedido siempre. Yo pienso en mi lejana adolescencia y había horas políticamente activas, y, siempre había situaciones controversiales con los adultos. No es fácil, pero en algo coincidimos profundamente que es la importancia de la educación, de una buena educación, y del apoyo a los pibes y que crezcan y que extiendan las alas, que sean sujetos pensantes»¦ Uno con los años se vuelve conservador, y, a veces, la rutina de vivir y de tener todo armado, te pierde en la cotidianidad, pero vivir de nuevo en los adolescentes, pone a los adultos en contacto en buscar sentidos a sus propias vidas. A veces cuando las cosas están revueltas o desordenadas, uno piensa pero bueno, qué es más importante, eso o que la nueva secundaria del futuro te arruine la vida, y terminas en un dilema, entre algo conservador y algo creativo.

A mí me parece que es un desafío para los adultos, y para los adolescentes también, de bancarnos mutuamente un poco y de darnos cuenta de cuáles son las cosas importantes de la vida»¦ Y aprender a arriesgarse también»¦ Los adultos tenemos que ser menos temerosos y acompañarlos más. Ese es mi punto de vista.
Contagiarnos, entonces, de las y los estudiantes, que están tomando casi 30 escuelas secundarias en la Ciudad de Buenos Aires y que están planteando la pregunta de qué es esta nueva escuela del futuro, cuál es la propuesta y buscando información, porque la que llega es muy poca.

Liliana y Alina, estuvieron con nosotras, madre y abuela de estudiantes que están
tomando el Mariano Acosta, aquí en la radio abierta, muchas gracias.



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