Voces por Santiago
El miércoles por la tarde se realizó en la Plaza San Martin de la localidad de Moreno una radio abierta organizada por parte de un conjunto amplio de organizaciones que se movilizaron para exigir al unísono la aparición con vida del joven que desapareció el pasado 1 de agosto durante una represión encabezada por la Gendarmería Nacional hacia comunidades mapuches de la Lof en Resistencia del departamento de Cuhsamen, en la provincia de Chubut. También, se manifestó la indignación ante la negativa por parte de una autoridad escolar de una escuela primaria del distrito, que prohibió que se hablara sobre el tema en las aulas. Por ANRed / Videos: Cultura y Difusión Rebelde – Impropia Alternativa.
La plaza San Martín del partido bonaerense de Moreno no fue ajena a la cantidad de actividades que se realizan a lo largo y ancho del país para exigir la aparición con vida del joven oriundo de 25 de Mayo, provincia de Buenos Aires que, solidario con la causa de las comunidades mapuches del sur del país se encuentra siendo objeto de la más cruda expresión de la política represiva del Estado: la desaparición forzada.
Ante el silencio de varios sectores políticos, junto con la negligencia de medios de comunicación y de los máximos responsables del área de derechos humanos y de seguridad (incluídos también el propio Ejecutivo y su jefe de gabinete) para esclarecer el hecho y dar con su paradero, fueron varias las iniciativas que atravesaron distintas redes sociales y geografías para no solo visibilizar la lucha de las comunidades originarias de la región sino también para no desaparecer a Santiago de la agenda pública, sin caer en las acusaciones falsas e hipótesis falaces que esgrimen desde las grandes usinas mediáticas (con Clarín y La Nación a la cabeza) y sostenidas por toda la cadena de mandos estatal.
Una de ellas fue la radio abierta que se concretó en el miércoles por la tarde, donde un conjunto de organizaciones políticas, sociales, sindicales y estudiantiles se congregó para difundir el hecho y romper el aislamiento alrededor del mismo, entregando volantes informativos y portando en cada cuerpo movilizado por el espacio un cartel exigiendo su aparición con vida.
Un parlante mediano fue el que transmitió un audio editado por los organizadores de la jornada, en el que se recorrían todas las declaraciones públicas de los funcionarios del gobierno de Cambiemos sobre el tema, desde el primer momento en que éste tomó estado público. Esos sonidos negacionistas se entremezclaban con las palabras que había pronunciado uno de los responsables de la dictadura militar, Jorge Rafael Videla, al respecto de las denuncias por los delitos de lesa humanidad perpetrados por la misma: «frente a un desaparecido, en tanto esté como tal, pero mientras sea un desaparecido, no puede tener ningún tratamiento especial. Es una incógnita, es un desaparecido. No tiene entidad, no está. Ni vivo, ni muerto. Esta desaparecido.” ¿Cuántas veces es necesario utilizar esa palabra para jactarse de una política de Estado?
Combatiendo esos ecos represores se entremezclaban las voces de las/los familiares y amigo/as de Santiago Maldonado, en conjunción con la de manifestantes e individuos solidarios con una causa que toca las fibras más sensibles de la memoria popular, latente en un espacio que también lleva tatuados sobre sí los pañuelos de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.
Luego, una lectura colectiva del documento consensuado por las organizaciones convocantes (CPS 29 de Mayo, Unión del Pueblo, Partido Obrero, Tribuna Docente, UJS, PDT, Juventud Guevarista, Docentes en Lucha, Víctor Choque, Mujeres al Pie del Cañón, Polo Obrero, CORREPI, Lista Bordo, Frente Único IR-HN, FOL La Brecha y La Fuente) recorrió todos los hechos: los conflictos por el derecho a la tierra por parte de las comunidades mapuches, que anticiparon la represión del 1 de agosto, y todos los que se sucedieron después para garantizar la impunidad, para seguir perpetrando el despojo a los pueblos originarios del sur y con la nula voluntad gubernamental por dar con el paradero del joven desaparecido, pasando por toda la cadena de mandos estatal implicada en la situación (Mario Das Neves, Pablo Nocetti, Patricia Bulrich y Mauricio Macri) y señalando ésta metodología represiva como parte de una política de estado que atravesó todos los gobiernos constitucionales hasta la fecha, además de exigir la protección de testigos y organismos de derechos humanos presentes en la zona.
La jornada culminó con una convocatoria a la masiva movilización que se realizará hoy en varios puntos del país – con eje en la Ciudad de Buenos Aires – al cumplirse un mes de la desaparición forzada de Santiago Maldonado, hecho aún sin esclarecer. Por último, antes de abandonar la plaza se tomó una fotografía colectiva para dimensionar el alcance del reclamo «con vida se lo llevaron, con vida lo queremos”, que se manifestó en libres cuerpos y al unísono en este atardecer del conurbano.
Desaparecer a Santiago desde el Estado: prohibir su reclamo en todas las instituciones
En las últimas horas se hizó notoria una campaña de desprestigio a sindicatos y docentes organizados que quisieron tratar el tema de la desaparición forzada de Maldonado en sus espacios de enseñanza, que encontró como portavoces no sólo a Clarín (que planteaba el hecho del «adoctrinamiento infantil») sino al propio secretario de Derechos Humanos de la Nación, Claudio Avruj, que declaró en su cuenta de twitter que «llevar el caso de Santiago Maldonado a las aulas es muy bajo, doloroso y peligroso”, hecho por el cual hasta se dispuso una línea 0800 (sostenida por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires) para que se denuncien a los trabajadores de la educación y a los establecimientos que permitan que este tema se trate, se debata y se manifieste en las aulas.
Como esgrimió la referente de la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI), María del Carmen Verdú, en respuesta a la declaración del funcionario del gobierno: «Bajo es ser secretario de DD.HH de este gobierno. Doloroso es que haya otro desaparecido. Peligroso, para ustedes, es que el pueblo sepa”.
Sucedió un hecho de particular importancia en una escuela primaria de la localidad bonaerense de Moreno: un audio que se difundió por varios medios, daba a conocer la voz de la vice directora de la institución educativa E.P Nro. 71, Fernanda Villarroel, rechazando la posibilidad de hablar sobre Santiago Maldonado por iniciativa de un docente de plástica, Facundo Ibarra – integrante de la lista Bordó en el distrito – que proyectaba plantear su desaparición desde la perspectiva de la Educación Sexual Integral (en relación al cuidado del cuerpo y de cómo el Estado es responsable de que el de Santiago aparezca con vida).
Ante tremendas declaraciones de la autoridad de esta institución educativa, varias organizaciones de la región, entre ellas la Asociación Civil Moreno por la Memoria, se posicionó al respecto y marcó un terminante rechazo a la decisión institucional: «Sus expresiones: ‘en nuestra escuela NO se trabaja Maldonado, NO tiene que haber afiches de Maldonado en la escuela, yo te lo digo, en nuestra escuela No se habla de política, las paredes NO pueden tener política’, encierran un negacionismo de matriz política e ideológica, como si la desaparición de Santiago Maldonado se tratara de un contenido escolar prescindible que no puede ser vinculado transversalmente a la historia reciente y sus acontecimientos relevantes para la comunidad que marcan los lineamientos curriculares. Todo ejercicio de memoria es un hecho del presente y, en tanto tal, constituye un espacio para poner en diálogo perspectivas diversas, en el marco de la consideración de derechos innegociables para el conjunto. La ley provincial N°11782 (e) llama a ‘renovar, junto a la memoria de lo ocurrido, el compromiso irrenunciable de evitar la repetición de acontecimientos similares en nuestro país’ . La escuela no puede ser una estructura de retroceso a ese pasado, no debe ser parte del discurso despolitizado, deshistorizado, de (des)memoria que propicia el gobierno actual y los medios dominantes de comunicación. La ley Nacional de Educación N° 26206 (art 3°) dice: ‘la educación es una prioridad nacional y se constituye en política de Estado para construir una sociedad justa, reafirmar la soberanía e identidad nacional, profundizar el ejercicio de la ciudadanía democrática, respetar los derechos humanos y libertades fundamentales y fortalecer el desarrollo económico-social de la Nación’. La exigencia al Estado por la aparición con vida de Santiago Maldonado forma parte de un acto pedagógico porque se inscribe en la formación ética y ciudadana y en la perspectiva de Derechos Humanos que atraviesa al diseño curricular y va mucho más allá: se inscribe en la defensa de la democracia y en el ejercicio de los valores democráticos que la institución escuela debe llevar a cabo por su condición de tal”.