A cinco años de un Derecho Reparador
Se cumplen 5 años desde que fuera sancionada la Ley de Identidad de Género en el 2012, extensiva a aquellas personas que quisieran adecuar su identidad de género autopercibida a la asignada al momento de nacer de acuerdo a sus condiciones anatómicas. Por Alessandra Luna para ANRed
En nuestro país, en el año 2012 fue sancionada la Ley de Identidad de Género, extensiva a aquellas personas que quisieran adecuar su identidad de género autopercibida a la asignada al momento de nacer de acuerdo a sus condiciones anatómicas.
Anterior a esta ley, que es modelo en el mundo ya que no es judicializante ni patologizante, sumergía a las personas travestis y trans en un profundo y desgastante proceso judicial, donde terceros, jueces, psicólogos, psiquiatras, personas ajenas al individuo determinaban si este derecho se le otorgaría o no a la persona en cuestión.
Nuestra sociedad binarista basada en dos géneros: hombre y mujer, rigen su clasificación en la genitalidad de los individuos al nacer, ya sea si tienen vulva o pene. También allí se presenta ante este limitado sistema un problema con las personas que tienen genitalidad doble o intersexualidad donde si bien se dejaron de hacer intervenciones quirúrgicas para «arreglar” está característica nuestra legislación obliga a colocar en el DNI una F o una M. Pero volviendo a nuestro sistema binarista donde estas categorías de hombre y mujer no se relacionan en realidad el cien por cien de los casos con la genitalidad o correspondencia cromosómica, deja afuera a miles y miles de personas en el mundo que no guardan está relación biologicista.
Nos encontramos allí frente a una necesidad de reparar esta tan angustiante excepción a la regla. «El género es una construcción social donde no se nace mujer, sino que se construye día a día, no se nace hombre sino también se construye día a día” ( Simone de Beauvoir ) . Por lo tanto nos encontraríamos con mujeres sin vagina y hombres sin pene, entendiendo que el género no está en su anatomía sino en cómo se han construido como individuos sociales. Quizás esta sociedad de ideología machista y patriarcal ha construido sólo dos categorías y su estructura es incongruente con la cantidad de identidades diversas que nos presenta la Naturaleza, por lo tanto la patologiza , la ha criminalizado, demonizado, postergado y marginado.
Por eso está ley tan importante y deuda social, basada en los Tratados de Derechos Humanos vino a empezar a reparar desde el ordenamiento legal los derechos de este colectivo tan vulnerado. Reconocer la verdadera fuente del género y su íntima relación con la autopercepción. Hoy lo festejan y disfrutan muchísimas mujeres y hombres trans como identidades travestis en nuestro país, donde volvieron a ser sujetas y sujetos de Derechos. Hoy pelean por otros desafíos pero con otras herramientas más igualitarias.