«Se instalaron ellos y nosotros somos descarte”

En Tigre y Escobar el rechazo popular a los barrios privados no es una cuestión de prejuicios, sino de supervivencia: «A los countries los hacen mucho más alto que el nivel normal. Nos vamos a inundar todos”, denuncia Mayra. «La naturaleza no existe ya: es todo cemento, todo casas. Muy lindo para ellos pero para nosotros no”, afirma Norma. Por MDP Punta Querandí | Fotos: Leni Lachs.

El domingo 23 de octubre visitaron Punta Querandí alumnas del Plan «FinEs2” de la localidad de Dique Luján (Tigre) junto a su profesora, Carla Tognolini, vecina de Ingeniero Maschwitz, quien explicó: «La materia es muy especial, se llama «˜Estados y nuevos movimientos sociales»™. Y para mí era condición venir acá porque no podíamos tener semejante movimiento social tan interesante y no venir a vivenciarlo”.

Carla contó que desde hace mucho tiempo quería trabajar en el Plan FinEs2 de esta localidad: «Quería tomar estas horas para poder traer gente, porque en Dique trabajé mucho tiempo y me llamaba mucho la atención que no conocieran Punta Querandí. Era una deuda que estoy tratando de saldar poco a poco”.

Las alumnas vinieron a hacer preguntas a integrantes del Movimiento en Defensa de la Pacha para conocer más sobre los distintos reclamos en torno al sitio sagrado Punta Querandí. Nosotros las entrevistamos a ellas, ya que tenían mucho para decir.

Entre las estudiantes estaba Norma Cornara, una de las hijas de doña Alcira, mujer de campo, criadora de chanchos, carnicera y una de las primeras habitantes del paraje en donde se localiza Punta Querandí. «Yo nací y me crie en Punta Canal, me fui hace 10 años pero siempre estoy viniendo. Mi abuela vivió acá, mi madre, nosotros, mis hijos”, relató.

Norma Cornara, nacida y criada en Punta Canal.

Los cambios en el paraje Punta Canal comenzaron a fines de los «™90 con la construcción del country Santa Catalina, pero los problemas se volvieron mucho más cercanos cuando iniciaron las obras de los barrios privados San Marco y San Benito. Norma recordó: «Lo vi mal. Un día vine a visitar a mi cuñada Erica y cuando doblé la esquina vi todos los arboles tirados. Estaba todo destruido el río donde yo vi nadar a mis hijos, donde yo me crié, estaba todo dragado. La naturaleza no existe ya: es todo cemento, todo casas. Todo muy lindo para ellos pero para nosotros no”.

«No hay nada más, la gente ya no tiene costa dónde pescar, dónde venir con su familia. Se instalaron ellos y nosotros somos descarte”, denunció contundente.

Sobre los reclamos de conservación de Punta Querandí, Norma manifestó: «Yo he venido varias veces pero ahora, después de las explicaciones y lo que hemos visto, queda más claro adónde apunta el Movimiento”.

Otra alumna, Verónica Gutiérrez, conoció el lugar por primera vez aunque algo sabía de la lucha: «Hace 4 años que vivo en Dique Lujan. Me enteré sobre Punta Querandí por un folleto que repartieron en el pueblo. Es muy interesante saber qué es por lo que están luchando y qué están haciendo. Me encantó conocerlos, me gusta la naturaleza y no me gusta para nada ver los countries alrededor. Me gustaría volver”.

Mayra Villafañe vive en las afueras de Villa La Ñata, allí también están arrinconados por los emprendimientos inmobiliarios: «Sabía de Punta Querandí por lo que me comentaban mis compañeras y mi profesora, pero nunca vine. Está muy bueno por lo que pelean. Atrás mío está el San Isidro (Labrador) y quieren hacer otro barrio privado. Los vecinos le escribieron que no se vendía, le sacaron los carteles de venta”.

El rechazo no es una cuestión de prejuicios sino de supervivencia. «A los countries los hacen mucho más alto que el nivel normal. Nos vamos a inundar todos nosotros”, explicó Mayra y agregó que «es una mentira” que generen puestos de trabajo. «Deben contratar a una empresa, a los vecinos de la zona no”, agregó.

En el mismo sentido, la docente Carla Tognolini señaló: «Como vecina de Maschwitz me moviliza el hecho de que es impresionante cómo nos está llegando el agua. Yo viví toda la vida sobre calles de arena donde llovía y a las 4 horas no había más agua. Hoy las calles de Maschwitz tienen agua continuamente, el barrio San Luis que era un barrio que no se inundaba, se inunda y no es un poco, son dos metros, metro y medio”.

«VI CRECER LA LUCHA DE PUNTA QUERANDÍ”

Erica Delange, vecina de Punta Canal.

Otra de las estudiantes que vinieron a Punta Querandí fue Erica Delange, la cuñada de Norma, quien vive con su familia en Punta Canal cruzando el Arroyo Garín y fue testigo del crecimiento de los reclamos desde hace casi una década: «Como alumna o como vecina apoyo la lucha de todas maneras. Está bueno que siga creciendo Punta, el centro guaraní no lo había visto. Vi crecer un montón todo esto, era un campo que pasaban las topadoras a llevarse todo. El acampe fue haciendo más firme la lucha y el lugar”.

Gracias a la resistencia del MDP y a la fuerte adhesión de la comunidad local, Punta Querandí no fue desaparecido, aunque sigue amenzado: «El lugar lo disfrutamos como vecinos y como familia”, explicó Erica, quien invitó a todos los habitantes de la zona a «que se acerquen, está bueno el lugar para disfrutarlo en familia y acompañar la lucha”.

«CASI TODOS TENEMOS ALGO DE INDÍGENA”

Entrevista a integrantes del MDP.

Punta Querandí resiste a la invasión inmobiliaria desde los orígenes más remotos del territorio. Y con ello, invita a reflexionar a los vecinos sobre sus propias identidades. Norma habló de su raíz indígena o mestiza: «Por parte de mi padre son todos italianos, pero por parte de mi mamá, mi abuela era entrerriana y mi abuelo uruguayo, algo de indígena tienen, te das cuenta por los rasgos”.

Una dificultad para autoreconocer ese origen familiar es la discriminación: «El europeo vino a la Argentina a pasar por arriba al indígena, a descartarlo, a destruirlo, a desaparecerlo, y poco a poco lo fue logrando en especial en Buenos Aires”, dijo Norma.
No obstante, expresó convencida: «Todos tenemos una descendencia india en alguna parte de nuestros ancestros, no somos de una familia totalmente europea, casi todos tenemos algo de indígena, sólo que hay que buscarlo”, alentó.

Otro testimonio lo aportó Verónica. «También tengo abuelos que son de Entre Rios y la mayoría isleños, seguramente habrá escondido algún indígena en mi sangre, en mi familia. Punta Querandí está buenísimo para reencontrarse con eso”.

La profe, Carla Tognolini.

Recorriendo todo el espacio de Punta Querandí.

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