26/10/2016

Una historia que se repite: la selectividad política del temporal

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Las intensas lluvias que azotan las ciudades de la región de los valles de Río Negro y Neuquén desde el día domingo dejan tras de sí calles anegadas, inundaciones en comercios y viviendas, suspensiones de clases y días laborables, pero también muestran la cara más cruel de la ciudad. Cuando la tormenta arrecia, los más afectados son los que menos tienen. Por Ayelén Penchulef Hernandez*


Cipolletti

Promediando las primeras cuatro horas de lluvia del domingo, el Barrio Obrero situado sobre el final de la calle Naciones Unidas de Cipolletti anunciaba lo esperable, los primeros vecinos y vecinas ya se auto-evacuaban. En la tarde del lunes, luego de las intensas lluvias de la noche y el medio día, el barrio Los Sauces situado a la vera de la ruta 22 anunciaba el desborde del desagüe lindero, abarrotado de basura que el municipio se ha negado a retirar a pesar del recurso de amparo que lo obliga a sanear y realizar obras de mejoramiento.

La condición de «irregularidad” es la faceta común de estos barrios, que los condena a vivir con menos derechos que aquellos que acceden al derecho a la vivienda vía mercado inmobiliario. Igual de irregulares (y con esto nos referimos al trabajo precario, muchas veces representativo de la explotación estatal de la fuerza de trabajo) son las condiciones laborales a las cuales se ven sometidas las familias que no pueden acceder a la vivienda a través de créditos o los insuficientes planes habitacionales.

La falta de obras públicas que garanticen sistemas de cloacas y desagües en los barrios irregulares ha sido denunciada de manera sistemática por las organizaciones sociales de las cuales forman parte vecinos y vecinas de los barrios.

Ya en 2014 algo más de 1.300 personas fueron evacuadas en la región del valle producto de un temporal que afectó la ciudad en el mes de abril.

Pese a las obvias consecuencias sanitarias y de la destrucción de las viviendas precarias de los asentamientos de la ciudad, la única respuesta otorgada por parte del gobierno de la provincia de Río Negro con Weretilnek a la cabeza y el municipio de Cipolletti (en aquel entonces bajo el mando del intendente Baratti) fueron subsidios de «ayuda económica” (previo relevamiento de las familias) que fueron entregados a la población de algunos de los barrios afectados y que como queda a la vista, no significaron una solución.

A las necesidades habitacionales el Estado ha respondido con la judicialización de los conflictos por tierras urbanas, perpetuando las precarias condiciones de vida de sus habitantes y exponiendo (una vez más) a niños, niñas, adolescentes y adultos mayores a condiciones insalubres, enfermedades sanitarias consecuencia del colapso de los pozos ciegos domiciliarios y al probable shock eléctrico devenido de las conexiones de luz, al que los condena la reiterada decisión política de eludir la expropiación y regularización de las tierras.

Nuevamente como en abril de 2014 el Estado es responsable de no garantizar el derecho a la ciudad de los miles de vecinos y vecinas que viven en los asentamientos de Cipolletti.

Mientras quienes se organizan en los barrios combaten los efectos del temporal… los peces gordos siguen comiendo de la miseria ajena.

Neuquén

Dónde (no) van las rentas petroleras.

En horas de la mañana del lunes el gobernador Gutiérrez anunciaba que la obra del nuevo edificio del BPN costó 27 millones de pesos, mientras las calles del oeste neuquino, entre otros puntos de la ciudad empezaban a sentir los efectos de la lluvia de la noche anterior y que se prolongó durante la mañana y tarde del lunes inclusive.
Las calles inundadas y barrios aislados fueron algunas de las postales que dejó la lluvia tanto en la zona de bardas como en el bajo, afectando seriamente los barrios linderos a la meseta donde fluyeron literales «ríos de lodo”.

Los medios digitales anunciaban una veintena de familias asistidas por defensa civil mientras que en otros sectores vecinos y vecinas decidieron cortar las calles para evitar que el agua entre a sus casas y negocios ante la falta de respuesta de los organismos públicos.

El uso político de las catástrofes naturales no se hace esperar.

Muchos de los puntos de recolección de donaciones son comandados por punteros del MPN que se organizan para juntar las «solidaridades” y repartir las dádivas del partido estatal en clave de lealtades.

En una ciudad que manifiesta todas las tendencias excluyentes propias del modelo neoliberal, potenciada por el ritmo de los costos de vida indicados por las rentas petroleras, el Estado invierte en los bancos y en perpetuar el despojo (por ejemplo con el anuncio de la exploración de zonas marginales cedidas por YPF a G&P del Neuquén).

Nota aparte merece el intendente de la ciudad, «Pechi” Quiroga quien pidió «Colaboración frente a las inundaciones”, cuando el agua atravesó las obras de asfalto recientemente terminadas de la calle Leloir. Tras el reciente anuncio de un proyecto para la construcción de un metrobus financiado entre el gobierno nacional y el municipio de la ciudad, queda a las claras que el dinero no se invertirá en prevenir los desastres devenidos de la lluvia.

En una ciudad donde se cuentan más de 28 asentamientos irregulares, en los que viven más de 33.000 personas, quienes desafían los «anillos de habitabilidad” impuestos por el mercado inmobiliario, y se asientan en los márgenes de la ciudad, en los espacios ganados a la naturaleza son reconstruidos por la política estatal como foráneos, como aquellos que están pero no son parte de lo local, y por tanto el Estado no tiene la obligación de garantizar sus derechos, no son merecedores de este «pulcro estado democrático”.

*Licenciada en Sociología
Proyecto de investigación «Luchas territoriales y Estado”.
Universidad Nacional del Comahue


Reproducimos comunicado y pedido de donaciones:

¡Ante la desidia del Estado y los gobiernos, Solidaridad y Organización de los y las de abajo!

Hoy, miles de familias trabajadoras estamos padeciendo las inclemencias meteorológicas, producto de la falta de obras de infraestructura y la inexistente urbanización de los asentamientos en donde vivimos los sectores populares, la mayor parte de la población del Alto Valle.

Hace dos años, tanto el gobierno provincial del MPN como el municipal de Pechi Quiroga en Neuquén prometieron obras para que las inundaciones que sufrimos en 2014 no vuelvan a suceder. Este alerta meteorológico por lluvias en nuestra región nos encuentra sin obras y tapados/as por agua.

Lo que estamos sufriendo los/as de abajo no tiene causas naturales, sino que se debe a la desidia del Estado y los gobiernos, quienes lejos de garantizar el financiamiento de obras públicas, favorecen el lucro de las empresas constructoras y la especulación del mercado inmobiliario, sostenida sobre el capital proveniente del extractivismo petrolero.

Mientras los de arriba construyen mega obras ostentosas en el centro y el alto de la capital neuquina, que encarecen el metro cuadrado, miles de familias empobrecidas somos expulsadas y condenadas a vivir en los márgenes de la ciudad, en zonas de riesgo, inundables, en las laderas de las bardas, a metros de las torres de fracking y los basureros petroleros.

En Neuquén, la provincia de Vaca Muerta, miles de familias pobres hoy están siendo evacuadas y sostenidas solo por la solidaridad del mismo pueblo. Las promesas de progreso y desarrollo únicamente se cumplen para las empresas petroleras, no para los/as trabajores/as.

Mientras la planificación urbana de nuestras ciudades tenga como ejes ordenadores la rentabilidad inmobiliaria y el beneficio empresario, no podremos esperar que situaciones dramáticas como estas dejen de suceder. Organizarnos y luchar contra ese modelo no es otra cosa que defender nuestras condiciones de vida digna.

Los punteros políticos tanto en Neuquén como en Río Negro estarán a la orden del día. El clientelismo político asistencialista de quienes gobiernan hace años, nos dirá que no son responsables de que en poco tiempo caiga tanta agua.

Todos los servicios públicos están colapsados, principalmente transporte y salud, y se pondrán aun peor en los próximos días cuando nuestros niños/as se vean afectados/as por gastroenteritis, diarreas y otras enfermedades infeccionas y respiratorias. Algunos centros de salud (atención primaria) están cerrados por fallas eléctricas y otros con guardia mínimas por calles inundadas.

Apelamos a la organización y solidaridad de los/as de abajo para afrontar esta situación con dignidad.
Exigimos a los gobiernos provincial y municipal:

· Obras de infraestructura

· Urbanización ya de todos los asentamientos

· Tierra y vivienda para la vivir dignamente

· Indemnización a las familias de los barrios damnificados

Recibiremos donaciones en Cooperativa Cae Babylon, Av. Argentina 816.
Necesitamos:

 Agua Mineral

 Pañales

 Frazadas

 Colchones
«‹-Alimentos

 Ropa

 Nylon

 Chapas

 Maderas

Agradecemos su más amplia difusión.

Contactos:

Diego: 299-5864101
Natalia: 299-4721854
FOL Neuquen
HLI Neuquen



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