05/05/2014

Sin ley no hay justicia

tapa-1915.jpg El pasado sábado 3 de mayo, primer sábado de mayo – y como todos los primeros sábados de Mayo desde 1999 – fue la Marcha Mundial por la Legalización de la Marihuana. En Capital Federal el encuentro tuvo lugar a las 12hs y el recorrido se inició tras una concentración en Plaza de Mayo que derivó en una caminata hacia la Plaza del Congreso, a las 17 horas. Por Dino de Bórtoli, para ANRed.


Hippies, cumbieros, estudiantes universitarios, punks, profesores, artesanos, licenciados, psicólogos, adolescentes, viejos»¦ Todos unidos bajo un mismo reclamo: no más presos por cultivar marihuana.

Las peticiones de la marcha son claras:

 DESCRIMINALIZAR EL AUTOCULTIVO: Por el inmediato fin de los allanamientos, detenciones y procesos penales a cultivadores de cannabis.

 REGULACIÓN: Por la regulación de los Clubes Sociales de Cannabis para el acceso al cannabis y sus semillas.

 DESCRIMINALIZAR LA TENENCIA: Por el urgente cese de las detenciones y procesos penales a los usuarios por la simple tenencia de sustancias psicoactivas prohibidas.

 USO MEDICINAL E INDUSTRIAL: Por la autorización estatal de los usos medicinales e industriales del cannabis y su investigación científica.

 SALUD: Por la aprobación de una ley de atención pública, universal y gratuita de los problemas asociados al uso de sustancias.

 LEGISLACIÓN: Por la urgente modificación de la ley de drogas.

La marihuana en Argentina es un tema cada vez menos tabú, pero todavía hay problemas ridículos por una ley que sirve para regular todas las «drogas ilegales” casi por igual, sin tener una distinción clara de sustancias. El caso más reciente que nos viene a la cabeza al momento de discutir sobre regulaciones del uso de la marihuana es el caso de Uruguay, donde se legalizó el consumo y el autocultivo, aunque no así la comercialización.

En Argentina lo ridículo de la ley se convierte en trágico cuando llegan noticias de todo el país de personas que tienen causas judiciales por cultivar sus propias plantas de marihuana, a veces con el peor desenlace: la cárcel.

La ley actual favorece a sectores con fines de lucro, como las granjas privadas para el tratamiento de adicciones, ellas también se oponen a modificar la legislación, que en la actualidad favorece al narcotráfico.

Hoy en día si se inicia una causa por tenencia (se penaliza la tenencia, no el consumo) de estupefacientes, la forma más rápida de evitar la encarcelación es que el acusado se declare adicto. De esta forma se libra de la encarcelación bajo la condición de iniciar un tratamiento por sus adicciones; las granjas de adicción públicas están muy descuidadas y suele crearse una atmósfera violenta más similar a una cárcel que a un hospital. La otra opción es una granja privada donde, claro está, los precios son prohibitivos para los que menos tienen, una vez más, los pobres caen presos mientras los ricos se retiran a descansar durante algún tiempo en una linda granja.

La marcha por la legalización de la marihuana es una lucha por la libertad. Es importante visibilizar el conflicto y educar a la sociedad para que entienda y respete al usuario de cannabis. Mientras la marihuana (una planta que crece de forma natural) siga recibiendo un trato igual o muy parecido, por parte de la ley, al que reciben otras sustancias realmente nocivas y procesadas en laboratorios con componentes altamente adictivos, no habrá justicia.

(Para más información: http://argentina.marchamarihuana.org/)



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