02/05/2014

La muerte de un obrero

Trabajadores_1.jpgEl 26 de abril murió un trabajador ferroviario en la obra lindante a la estación Montes, del Ferrocarril Belgrano Norte. De León era un obrero tercerizado que cumplía tareas para la empresa Ferromel. Para Juan Carlos Cena y Elena Luz González Bazán, autores de este artículo, «la falta de una política de Estado que termine con la precarización laboral no es casual. Es el signo que marca la explotación descarnada sobre los trabajadores, que los quieren hacer trabajar de la cuna a la tumba sin protestar».

De León muere en un accidente de trabajo

Por Juan Carlos Cena y Elena Luz González Bazán

MONAREFA especial para Villa Crespo Digital

Tanto el Estado, como las concesionarias ferroviarias y las empresas que tercerizan el trabajo no dicen nada ni dan explicaciones.

El 26 de abril pasado, alrededor de las 20 horas murió un trabajador ferroviario en la obra lindante a la estación Montes, Ferrocarril Belgrano Norte.

En el comunicado de la Lista 4 afirman que «las condiciones laborables eran todas paupérrimas y los compañeros no contaban siquiera con la iluminación necesaria. Cedió un terraplén, se desestabilizó la maquina y la pluma golpeó en la cabeza del compañero De León, que sostenía con sus brazos una tubería por donde pasaba el concreto».

De León era un trabajador tercerizado que pertenecía a la empresa Ferromel. Si bien, la empresa Ferrovias pasó a planta a 400 trabajadores de esa empresa, aún mantiene a 25 tercerizados en Herso y Ferromel, propiedad del grupo EMEPA, dueña de Ferrovias concesionaria del F.C. Belgrano Norte.

Luego el comunicado, la Lista 4, sostiene que: «Los más de 80 compañeros de Ferrovías realizaron de inmediato una asamblea, votando un cese de actividades, pese a que la empresa quería que siguieran trabajando. Estoisa, el jefe de departamento de infraestructura, los reunió y les planteó que por respeto al compañero muerto siguieran trabajando y terminaran la obra». Esto muestra la deshumanización patronal en la voz de este funcionario. Por supuesto, que los compañeros hicieron caso omiso. Al contrario, pidieron a los gritos que se vaya Estoisa ya de Ferrovías y del ferrocarril.

Y continúan: «Una vez más se pone de manifiesto la trilogía siniestra. La concesionaria, el gobierno y la Unión Ferroviaria que nos viven hablando de la revolución ferroviaria, de los sueldos altísimos de los trabajadores. Estos son los responsables de las decenas de muertes que se dan el ferrocarril; de la muerte del compañero De León, también». Hasta ahora el sindicato no tomó ninguna medida de fuerza en repudio a la muerte del trabajador, ni para denunciar a la empresa, ni por reclamar la mejora de la condiciones laborales y que se termine para siempre la tercerización en el ferrocarril. Los directivos con los que hablamos personalmente nos dicen que no pueden actuar en caliente. Lamentable. Esa actitud marca la complicidad del sindicato».

Al Estado y a las empresas se suman las dirigencias sindicales: tanto la de la Unión Ferroviaria como la UOCRA haciendo caso omiso de la muerte laboral. Es decir, la seguridad en el trabajo es solo una consigna.

Mientras, la presidente desliza como al pasar que estamos en el pleno empleo»¦ esa, es una realidad que solo vive ella»¦ la muerte por accidentes laborales ha crecido en estos últimos años. Esencialmente, los obreros de la construcción aportan el mayor porcentaje.

Nos están contando la historia de un ferrocarril renovado«¦ mejor sería que los funcionarios viajaran en estas formaciones suburbanas en horas pico»¦ pero estamos convencidos que eso no sucederỦ no tienen vocación de servicio»¦

La falta de una política de Estado que termine con la precarización laboral no es casual. Es el signo que marca la explotación descarnada sobre los trabajadores, que los quieren hacer trabajar de la cuna a la tumba sin protestar.

Fuente: Villa Crespo Digital



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