«Aquí estamos las víctimas, no los victimarios»
A catorce meses de la masacre impune de Cromañón, los familiares de las víctimas y sobrevivientes volvieron, como cada mes, a las calles. La consigna convocante del miércoles 1 de marzo fue: «Que no se repita». Junto a los organizadores, marcharon agrupaciones políticas, sociales y estudiantiles. Esta movilización se da en el marco del juicio político a Aníbal Ibarra, máximo responsable político de la muerte de 194 personas. El próximo 10 de marzo se conocerá el veredicto de la Sala Juzgadora y posteriormente los fundamentos de la misma.
En el escenario montado a espaldas de la casa de gobierno, en Plaza de Mayo, los familiares de las víctimas y sobrevivientes leyeron dos documentos. Uno consensuado entre todos y el otro escrito solo por los sobrevivientes. Gustavo, encargado de la lectura de este último comenzó a describir el sentimiento que los une e impulsa: «Conocemos el dolor. Dolor sentimental, dolor chiquito. Pero este es otro dolor que se instaló y cambió la vida para siempre. No se mide, duele. Peleamos contra los recuerdos amargos, y esa pelea es y fue interna. Nada es igual ni nos detiene. Y ahora es un dolor colectivo, que se une a la lucha; entonces, a pesar de las diferencias, juntarse es clave porque todos exigimos justicia». Se preguntó el sobreviviente, en otro fragmento: «¿Qué es la justicia? Que estén presos todos los responsables por su codicia, por su ineficiencia. Justicia para los pibes, para todos. No olvidar, siempre resistir», concluyó Gustavo.
A través del documento consensuado, los familiares y sobrevivientes se presentaron: «Aquí estamos las víctimas, no los victimarios… Nosotros somos inocentes pero hoy somos culpables. Culpables de un golpe institucional, de remover a un funcionario por mal desempeño, por acuerdos de repartos de poder. Los culpables somos las víctimas…A poco de enterrar a nuestros hijos, exigimos que se esclarezcan todas las responsabilidades políticas. ¿Nosotros somos los violentos? Mientras Ibarra compra el hambre de nuestra gente, presiona a los empleados públicos para que participen de su marcha, el gobierno nacional que prometió ocuparse, en cambio, encubrió. Kirchner, Fernández, Fernández, e Ibarra garantizan la continuidad del sistema corrupto para garantizar la impunidad«.
En otro pasaje del discurso hicieron referencia a la estrategia defensiva de Ibarra. «Si los antecedentes como defensor de los derechos humanos hubieran sido tan valiosos, estos lo habrían obligado a accionar. Comparan nuestros reclamos legítimos con el genocidio nazi». Asimismo, el abogado defensor del acusado, Julio Cesar Strassera, fue duramente cuestionado por los familiares: «Strassera ofende la memoria de los muertos de ayer, como ofende a los de hoy».
A su vez, el documento interpeló a la sociedad: «Nosotros le pedimos a la sociedad independencia de criterio. Exigimos explicaciones a los funcionarios y nuevas formas de hacer política.» Para finalizar declararon que «Somos la voz de los que ya no pueden hablar. Seguiremos acá, la lucha contra la impunidad no para. No más Magdalenas, Las Heras, Río Turbio, ni gatillo fácil. No al pacto de impunidad».
Hacia el fin de la jornada, se leyeron los nombres de las 194 víctimas. Además de la participación de la murga «Los que no callan», compuesta por sobrevivientes de Cromañón, el acto contó con la adhesión de los trabajadores petroleros de Las Heras y familiares de los presos de TBA (Haedo). Los primeros, mediante un comunicado, declararon: «Hacemos nuestra esta lucha. Basta de corrupción, justicia para las víctimas. Las Heras, Argentina, es república de Cromañón».
Testimonios:
Cristina Quevedo, madre de Jacqueline Santillán: «Mientras se desarrolla el juicio a Ibarra, está corriendo mucha plata que él utiliza para empapelar la ciudad. Por supuesto que esa plata no es suya sino de los contribuyentes, con la cuál se da el lujo de hacer campaña para sostenerse. Con ese dinero pudo comprar el silencio de Romagnoli y tantos otros».
Silvia, madre de Julián Rozengardt: «El juicio que fue cristalino, pese a cualquier sospecha, confirma todo lo que nosotros denunciamos. Un mecanismo de corrupción imposible de ocultar. Por eso Ibarra lo trata de contrarrestar con marchas truchas y carteles pagados por los que ponemos la plata con los impuestos. El hecho es que Ibarra no desmanteló el aparato de corrupción y por eso sucedió lo del 30 de diciembre. Por ese motivo Ibarra es responsable político de la masacre».
LOS PIBES DE CROMAÑON PRESENTES AHORA Y SIEMPRE