Homenaje y pedido de justicia por Fuentealba en Buenos Aires
A cinco años del fusilamiento público del docente Carlos Fuentealba, una multitud copó el Obelisco y marchó hacia la Casa de Neuquén para homenajear al maestro y pedir cárcel común para Sobisch y los demás autores políticos del crimen en Arroyito. Por ANRed
Pasadas las 18 hs. del 4 de abril, comenzó frente al Obelisco porteño un acto en homenaje a Carlos Fuentealba, el docente fusilado por el policía Darío Poblete hace cinco años en Arroyito, Provincia de Neuquén. Más de 2000 personas se convocaron para rendirle homenaje al maestro y exigir juicio y castigo para el entonces gobernador Jorge Omar Sobisch y el resto de los comprometidos políticos por el asesinato.
Desde la Comisión Carlos Presente (Co.Ca.Pre) y otros espacios docentes se sucedieron oradores que recordaron la labor de militante y luchador social de Fuentealba, así como también replicaron su pedido de juicio a Sobisch por ser el principal responsable de esa sangrienta represión durante el año 2007. Además, muchos delegados docentes de distintos colegios de la Ciudad de Buenos Aires pudieron dar cuenta del plan de lucha que sostienen en la actualidad ante la situación que están sufriendo en Capital Federal, donde el Jefe de Gobierno, Mauricio Macri, antiguo aliado de Sobisch durante su candidatura presidencial del 2007, avanza en cerrar más de 200 cursos en escuelas públicas.
Luego de las intervenciones, se movilizó rumbo a la Casa de Neuquén con sucesivos cánticos contra las represiones ordenadas por el ex gobernador neuquino y la política educativa del macrismo.
Al arribar al lugar, se montó un escenario donde el principal orador fue el miembro de Co.Ca.Pre y cuñado de Carlos Fuentealba, Alberto Rodríguez. En un emotivo discurso, Rodríguez repasó la trayectoria del docente fusilado y exigió que luego de la reciente ratificación de prisión perpetua efectuada por la Corte Suprema de la Nación a Darío Poblete, se avance en la causa Fuentealba II, encargada de juzgar al mayor culpable político del crimen, Jorge Sobisch.
Finalizando el acto frente a la Casa de Neuquén, se precipitó una intensa lluvia que no mermó en la presencia de los concurrentes, sino que dio lugar a un despliegue de saltos, bailes y cánticos en defensa de la educación pública, y contra Sobisch y la represión a los luchadores sociales en general.