El pañuelo no va a la Casa de Gobierno

Entrevista a Madres de Plaza de Mayo filial Neuquén y Alto Valle. Un recorrido por la historia y la actualidad de la lucha de los Pañuelos Blancos en la provincia patagónica. Por OYR para Boletín Derechos Humanos.

nés de Ragni (I) y Lolín de Rigoni (L), la Asociación Madres de Plaza de Mayo Filial Neuquén y Alto Valle, empezaron trabajando en 1976 con Familiares de Detenidos desaparecidos y la APDH. En 1977, establecieron sus primeros contactos con las Madres de Buenos Aires y en 1982 se consolidaron como la primera filial. Hoy la relación entre ambas filiales ya no es la misma. Alto Valle no ha dejado nunca de estar en la calle combatiendo junto a los movimientos sociales, sindicales y estudiantiles.

¿Cómo trabajaban como Madres cuando empezaron?

L: Teníamos cada tres meses encuentros. Se hablaba de qué pasaba en cada lugar, se bajaban las líneas, yo aprendí muchísimo. Es cierto, Hebe siempre fue autoritaria, pero siempre veía las cosas antes que todos. Tenía una lucidez. Era re lindo, como Madres te reconocían en todo el mundo, llamaba la atención la fuerza que teníamos, la convicción con la que hablábamos, la misma con la que te estoy hablando y renegando ahora de la justicia y de la lista de buchones [listado del servicio de inteligencia del Batallón 601 del Ejército].

I: Perder todo eso es una injusticia, es traicionar -y lo repito mil veces-, es traicionar a nuestros hijos, porque han abandonado esa lucha que ellas, las de Buenos Aires, tenían igual que nosotras acá: en las escuelas, en las radios, en todos los lugares»¦; no van a ningún lado, van a los actos de gobierno. Ahí, en la primera fila están las Madres de Plaza de Mayo. En la asociación decíamos «los vamos a apoyar, pero no estamos con ningún partido», y hace unos años Hebe dijo: «en la Casa de Gobierno no está el enemigo». Nosotras no decimos que esté el enemigo, le tenemos que reclamar, pero desde acá, desde la plaza, no desde adentro de la Casa de Gobierno.

¿Hubo un planteo de Buenos Aires para apoyar al gobierno?

I: Nooo. Si no me falla la memoria, estábamos todas las Madres y dijo Hebe, «bueno, Madres, quiero que todas opinen qué les parece: tengo una invitación del Sr. Presidente para ir a la Casa de Gobierno». Nosotras de Neuquén dijimos que no, que aunque fuera Hebe, era la presidenta de las Madres. La delegación Neuquén y Tucumán dijimos que no. Las Madres de Capital todas dijeron que tenía que ir.

L: Porque las Madres siempre hemos pedido audiencias. La invitación es distinta»¦ más con lo que acababa de pasar, habían matado a los chicos [Darío Santillán y Maximiliano Kosteki]»¦ Este gobierno la ha usado a Hebe, al gobierno le conviene, pero a la Asociación, no.

¿Cómo está la Asociación hoy?

L: No sé. Nadie nos comunica nada. En octubre se cumplen tres años del último pedido de encuentro que hicimos.

I: Las Madres éramos una familia ¿por qué se arruinó eso? Los encuentros que hacíamos eran hermosísimos, el discurso de Hebe lo esperaba todo el mundo.

¿Cuál es la situación política de Madres?

L: Madres Neuquén seguimos siendo apartidistas. No teníamos que votar hasta que no apareciera alguien que representara a nuestros 30.000 hijos, porque ellos eran independientes, comunistas, peronistas, radicales, troskistas, de todo. Ahora resulta que nuestros hijos ni siquiera son peronistas, porque esto no es peronismo. Nosotras no cobramos la reparación económica, y este gobierno no deja de dar plata. ‘No al pago de la deuda externa’. La pagó Kirchner en el 2003. _ Algún grosero dirá, ¿dónde se meterán el tremendo pañuelo que decía no al pago de la deuda externa?
Si se hubiera consultado, si perdíamos la discusión, bueno, pero nada se consultó. Después Hebe vino a entregar casas a Neuquén. Nosotras sabemos que es una necesidad la vivienda, pero de eso se tienen que ocupar los gobiernos.

Como sostiene Lolín, las Madres querían y quieren construir «mentes sólidas, dar un ejemplo de vida y de continuidad de las luchas». La interrupción de los encuentros, a partir de la asunción de Kirchner en 2003, marcó una ruptura con Buenos Aires. Por ello Inés afirma: «Si Hebe tenía alma de política, hubiera hecho una reunión con todas y nos hubiera dicho ‘acá dejo el pañuelo’ porque el pañuelo no va a la Casa de Gobierno».