06/07/2005

Oscar Rodríguez: Responsable político y autor intelectual de la Masacre de Avellaneda

encabezado_rodriguez1.jpg Oscar Rodríguez atestiguará ante el Tribunal de Lomas de Zamora el 14 de julio.

 2002: VICEJEFE DE LA SIDE

 2005: DIPUTADO NACIONAL


INTRODUCCION

El 17 de mayo comenzó el juicio oral y público por la Masacre de Avellaneda. En él sólo están siendo procesados un puñado de los autores materiales de la represión. Pese a la promesa de Kirchner de «investigar hasta las últimas consecuencias», los responsables políticos y autores intelectuales -Eduardo Duhalde, Juan José Álvarez, Felipe Solá, Alfredo Atanasof, Carlos Soria, Oscar Rodríguez, Luis Genoud y Jorge Vanossi, entre otros- no están siendo investigados y actualmente cumplen funciones en el gobierno nacional y provincial. Algunos de ellos serán citados a declarar, pero sólo en calidad de testigos y no de imputados. Oscar Rodríguez atestiguará ante el Tribunal de Lomas de Zamora el 14 de julio.
La apertura de los archivos de la SIDE podría llegar a abrir líneas de investigación concretas sobre su responsabilidad en lo sucedido.

Con el fin de denunciar quiénes son y por qué son responsables de los asesinatos de Darío y Maxi y de los 33 heridos con balas de plomo, con el fin de evidenciar qué cargos ocupan hoy, cubiertos de total impunidad, aquí van sus PRONTUARIOS.

¿CUÁL ES SU RESPONSABILIDAD EN LA MASACRE DE AVELLANEDA?

26/6/02: Vicejefe de la Secretaría de Inteligencia del Estado

TUVO RESPONSABILIDAD DIRECTA EN LA MASACRE. DESDE SU SEDE OPERATIVA PARTIERON TRES LLAMADAS AL CELULAR DE FANCHIOTTI. ESTRECHA RELACIÓN CON EL ENTORNO DUHALDISTA. VINCULACIÓN CON FANCHIOTTI EN OTROS HECHOS PREVIOS A LA MASACRE.

LA PREVIA AL 26

 Días antes del 26 de junio de 2002, espías de la SIDE -bajo el mando de Oscar Rodríguez- infiltraron encuentros públicos y organizaciones populares, a partir de lo cual produjeron un nuevo documento reservado que se sumó a otros presentados anteriormente. Eran las desgrabaciones de los discursos pronunciados en la Asamblea Nacional Piquetera, realizada los días 22 y 23 de junio en el estadio Gatica de Villa Dominico. En el encuentro, cuya convocatoria fue pública y abierta a los medios de comunicación, se discutió lo que podía leerse en cualquier prensa de los grupos de izquierda que acompañan al Bloque Piquetero. La Secretaría de Inteligencia destinó agentes, sueldos y recursos del Estado para producir páginas y páginas dedicadas a reflejar lo mismo que pudo escucharse en la transmisión en vivo hecha por Crónica TV. El objetivo era motivar operaciones de prensa y campañas de acción psicológica que alimentaran decisiones políticas como la represión del 26, tras la necesidad de reinventar un nuevo «enemigo subversivo»: si no se lograba convencer a parte de la sociedad de este «peligro» no se podría avanzar con la represión para frenar el creciente descontento social.

 Los informes sobre los piqueteros que la SIDE venía acumulando y que debían sustentar la Causa Complot «ya habían sido analizados por el propio Duhalde con un grupo de jueces, fiscales, autoridades policiales y por el ministro de justicia», según informó La Nación el 28 de junio de 2002. Cabe resaltar que también estuvieron involucrados en otorgarle sustento y verosimilitud a la lógica del enemigo subversivo los medios de comunicación y algunos periodistas que, al dar entidad a los informes, intentaron justificar los crímenes.

DURANTE LA REPRESIÓN

 Durante la jornada de lucha piquetera, Franchiotti estuvo en contacto directo con un área secreta del Poder Ejecutivo Nacional: la Sede de Billinghurst de la SIDE, base de operaciones al mando de Oscar Rodríguez. Estos llamados seguramente no fueron ajenos al presidente si se tiene en cuenta su estrecha relación con el vicejefe. Por otro lado, este vínculo de Rodríguez con los despachos de la Casa Rosada así como con las comisarías y jefaturas departamentales presupone que la línea ascendente desde los comisarios Fanchiotti y Vega hasta el presidente Duhalde pasó necesariamente por su persona.

EN LOS DÍAS POSTERIORES

 Para comprender como se utilizó el informe de la SIDE que anunciaba la existencia de un «enemigo subversivo interno», basta recordar las versiones que algunos ministros del gabinete echaron a andar en los días posteriores a la Masacre de Avellaneda con la condición de que no fueran publicados sus nombres. La agencia DyN refiere a esos funcionarios como «altas fuentes de gobierno» que dijeron: «Los manifestantes utilizan una estrategia de lucha urbana, con la utilización de bombas molotov o palos con puntas que permiten atravesar los chalecos antibalas de los policías» y que insistieron en caracterizar el plan de lucha votado en asamblea pública de Villa Domínico como «un plan de grupos radicalizados para incrementar la violencia social». Sobre esta idea se sustentó tanto la interpretación oficial sobre lo ocurrido el 26 como la presentación de la Causa Complot contra los movimientos al día siguiente. El 26 había sido el producto de esta radicalización contra el gobierno de Duhalde y la Causa Complot venía a resguardar las instituciones democráticas. Una vez aparecidas las fotografías, el gobierno debió dar marcha atrás. La Causa Complot fue dejada en segundo plano y abandonada rápidamente.

¿QUIÉN ES OSCAR RODRÍGUEZ?

Hoy: Diputado nacional por el PJ bonaerense con mandato hasta el 2007. Forma parte del entorno más íntimo de Duhalde.

 Ex prefecto naval, en los años ’70 fue funcionario de la legislatura provincial durante la gobernación del sindicalista Victorio Calabró. A partir de entonces se mantuvo vinculado con lo más oscuro de la derecha peronista, codeándose con personajes de la talla de Herminio Iglesias y Alberto Pierri.

 Tanto él como su mujer, la senadora nacional Mabel Muller, y su hermano comisario, Alberto, son del círculo íntimo y de mayor confianza política de Duhalde. Su mujer goza de la amistad de Chiche Duhalde desde la juventud y acompañó a Duhalde en la fórmula presidencial de 1999.

 Cuando fue intendente de Presidente Perón (distrito gobernado por una estructura político-policial de la dictadura militar), reflotó los métodos de la represión ilegal, las listas negras y la persecución a militantes de base, disidentes políticos y periodistas comprometidos. El municipio de Presidente Perón, cuya principal localidad es Guernica, nació en 1995, como un desprendimiento del partido de San Vicente. La división benefició a dos hombres del duhaldismo: la parte que retuvo el nombre de San Vicente, quedó en manos de Antonio Arcuri (secretario legal y técnico de Duhalde durante su presidencia y administrador del millonario Fondo del Conurbano durante su gobernación) y la otra, denominada Presidente Perón, quedó a cargo de Oscar Rodríguez, quién fue su intendente hasta enero de 2002, cuando dejó de facto el cargo a su hijastro Aníbal Regueiro.

 Fue designado Vicejefe de la SIDE después de organizar el 1º de enero de 2002 el acto de apoyo a la asunción de Duhalde como presidente frente al Congreso.

Refresquemos nuestra memoria: en esa oportunidad, los manifestantes duhaldistas (barras bravas y matones de la Juventud Sindical de su época) se encargaron de «tirar piedras» a las columnas de los partidos de izquierda que se manifestaban exigiendo la realización de elecciones, en contra del acuerdo entre Alfonsín y Duhalde que llevaba a este último a la presidencia. Así, los muchachos de Rodríguez consiguieron su objetivo: desarticular y tapar el repudio a Duhalde. Meta alcanzada gracias a la (des)información producida por los medios masivos de comunicación, quienes redujeron el hecho a: «enfrentamientos entre manifestantes peronistas y las columnas de izquierda».

 En Guernica era un secreto a voces que «desde que Rodríguez se metió en la SIDE, reclutó a cualquiera», en referencia a delincuentes que habitualmente trabajaban para la policía o para los punteros políticos y que luego pasaron a ‘cumplir funciones’ para la Secretaría de Inteligencia, con la misión de acercar información sobre las organizaciones sociales y movimientos de desocupados de la zona sur. Esta fue la forma en que se produjeron los «informes secretos» – basados en las grabaciones de un encuentro piquetero público- que intentaron instalar la idea de un «enemigo subversivo» en los días previos al 26 de junio de 2002.

 Desde la SIDE siguió controlando el distrito de Presidente Perón como si fuera un feudo. Además del vicejefe de la SIDE, la senadora y su hijo intendente, el plantel familiar que ejerce poder en Presidente Perón se completa con la hija del matrimonio, denunciada por cobrar dos sueldos del Estado (al trabajar con el padre en el Consejo Deliberante y con la madre en el Congreso de la Nación); y el hermano de Oscar, comisario inspector de la policía bonaerense, el ex jefe de custodia personal del presidente Duhalde cuando era gobernador.

Semanas previas al 26 de junio de 2002, un grupo de docentes que se manifestaba en repudio a un proyecto de desmunicipalización de la enseñanza en la plaza principal de la localidad de Guernica, fue brutalmente agredido por parte de personal municipal. El 11 de junio en el marco de una movilización masiva organizada por amplios sectores (de la que participaron Maximiliano Kosteki y Darío Santillán) en repudio a la represión política y policial en el distrito y en apoyo a los docentes agredidos, personal municipal y de la policía bonaerense fotografió y marcó desde el edificio municipal a los manifestantes para identificarlos.

Como señaló Página/12 el 25 de agosto de 2002, «personal del municipio había avisado más temprano a los comerciantes de la zona que cerraran sus locales porque venían piqueteros de Glew a saquear. Cuando los manifestantes se retiraron, más de un centenar de hombres de civil salieron de la sede comunal con palos y escopetas y se dedicaron a romper veredas y canteros en la calle desierta. Luego, el intendente Regueiro acusó por los destrozos a los piqueteros. Una táctica similar se aplicó en las inmediaciones del Puente Avellaneda dos semanas después, cuando los vidrios de autos y comercios fueron destrozados por personas que los piqueteros no reivindicaron como propias.»

El 14 de junio circuló por el distrito un panfleto del estilo de la TRIPLE A que incluía una lista de docentes a quienes se mencionaba como «pseudodocentes y empleados del Estado que viven de nuestra querida Guernica («¦) con sus AMIGOS, los ‘PATOTEROS ENCAPUCHADOS’ (de otros distritos) de las corrientes Aníbal Verón, Clasista Combativa, CTD, MTD, CTA» y se los denunciaba como autores de los destrozos que en realidad habían sido efectuados por el personal municipal.

En esta oportunidad, la directora del periódico local La Tapa Clara Britos, denunció la existencia de esta lista y a cambio recibió un recrudecimiento de las amenazas que ya hacía tiempo venía soportando. Efectivamente, esta periodista junto con Gabriel Ballesteros venía desarrollando denuncias periodísticas por irregularidades y corrupción que afectaban al intendente Oscar Rodríguez y su mujer, por lo que sufrieron recurrentes amenazas.

Casualmente, vinculado a estos nefastos procedimientos, aparece en escena uno de los principales responsables de la Masacre de Avellaneda: Fanchiotti. Éste había comandado en enero de 2000 un ataque al domicilio de los periodistas mencionados, en el cual – según informó Pagina/12- «unos treinta policías con ropa de camuflaje y rostros cubiertos» irrumpieron en la vivienda, ubicada en una zona de quintas de la localidad de Guernica. Clarín, el 7 de enero de ese año, describió el procedimiento de esta manera: «Abrieron la puerta a patadas, pero en vez de ladrones eran policías uniformados. Los policías apuntaron con escopetas y con pistolas y tiraron al hombre al piso. ‘A mí y a mi suegra nos sacaron de los pelos de las camas’. ‘Tampoco respetaron a mis chicos, los llevaron a empujones al living’, recordó Clara («¦) Los policías obligaron a los ocupantes de la casa a tirarse al piso, revisaron hasta el último rincón, destrozaron puertas, rejas y ventanas». Ni el fiscal Daniel Urriza ni ningún funcionario de la justicia pudieron explicar el hecho ni determinar qué fuerzas de la policía realizaron el procedimiento.

Al verlo por televisión el 26 de junio, Clara Britos reconoció en Fanchiotti al comisario que había comandado el operativo de allanamiento de su casa dos años antes. Aunque en el 2000 no prestaba servicios en Guernica, ésta siempre había sido su zona de referencia; allí cumplió su primer destino profesional y consiguió su primer ascenso a subinspector. También fue allí donde «mató a un par de pibes y arrojó los cadáveres desnudos junto a un gran cartel de publicidad de la inmobiliaria Vinelli», según afirmaron vecinos de la zona. Sin dudas, Oscar Rodríguez y Fanchiotti son viejos conocidos.


Este trabajo forma parte de la campaña de difusión por el esclarecimiento de la Masacre en el Puente Pueyrredón del 26 de Junio de 2002. Constituye una síntesis de la investigación del MTD Anibal Verón «Dario y Maxi Dignidad Piquetera» elaborada por los colectivos Argentina Arde, Prensa de Frente y Agencia de Noticias RedAcción (www.AnRed.org), ampliada y actualizada según el caso con otras fuentes periodísticas.

Esta información puede ser ampliada consultando el Prólogo a la Segunda Edición de Darío y Maxi, Dignidad Piquetera en Sección Los Hechos (www.masacredeavellaneda.org/index.php?bloq=3). Para obtener datos sobre el proceso judicial consultar la página del Diario del Juicio (www.masacredeavellaneda.org).



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