Tierra, trabajo y justicia
En la tarde del 15 de octubre representantes del Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI) se entrevistaron con el ministro de Agricultura y Ganadería, Julián Domínguez, para exigir un cambio en la política agropecuaria que incluya al campesinado en un marco de equidad frente a la industria de los agronegocios representados por la Mesa de Enlace. Por Guadalupe Dalto Santillán. Fotos: Marcos.
Agrupados desde el mediodía frente al ministerio, movimientos campesinos de Córdoba, Mendoza, Santiago del Estero, Tucumán, Neuquén, Salta y Jujuy expresaron su postura acerca de la soberanía alimentaria y el fortalecimiento de la agricultura agroecológica practicada por las familias campesinas indígenas.
Darío, desde Jujuy expresó que «la exigencia es que la política sea igualitaria, que no se destruya la tierra. Nosotros somos pueblos originarios, sino se cuida la biodiversidad, no sé como vamos a vivir en poco tiempo. Vivimos en la otra punta de la Argentina, de manera concreta por ejemplo tenemos que vender nuestros productos muy baratos. Allá el productor vive de su llama, de su oveja, de su propia cosecha y no la puede vender, pero sin embargo acá hay mucho dinero para grandes empresarios.
Nosotros también queremos vivir de lo que producimos pero no hay esa igualdad de parte del Estado, que nos puede dar un subsidio, un salario, para que sea igualitario. Para algunos hay muchísimo capital y para los originarios que son anteriores al Estado no hay.»
Respecto al presupuesto que el Estado Nacional designa para el sector agro, Nacho, del Encuentro Calchaquí de Salta subrayó que «hoy el 98% lo destina para el sector de los agronegocios para la exportación, y menos del 2% de los recursos están destinados al sector campesino».
En relación a este cuestionamiento Mario, del Movimiento Campesino de Córdoba, resaltó: «Somos los que le damos de comer al pueblo, nosotros no exportamos, no tenemos agronegocios. El objetivo es que podamos vender nuestros productos a un precio digno, los mismos que producimos con nuestro trabajo digno al sol».
Deo, del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MoCaSE) fue una de las encargadas de charlar con el ministro y expresar su postura como parte de «comunidades campesinas indígenas organizadas con la intención de seguir produciendo alimentos». La representante santiagueña resaltó que venir a Buenos Aires expresa «las ganas de que toda la argentina tenga ese derecho de producir y consumir lo que elige. Porque hoy están siendo atropellados los alimentos y las semillas criollas con un modelo de agronegocio donde se privilegia las multinacionales, las Monsanto, las Syngenta representadas por la Mesa de Enlace».
En principio la iniciativa era realizar un acampe en la puerta del ministerio hasta ser recibidos por el ministro. Frente a esta exigencia, el funcionario decidió atenderlos, y ante las requerimientos del sector, prometió asistir a la ciudad de Quimilí, en Santiago del Estero, el 9 de noviembre para discutir las propuestas concretas que el sector viene exigiendo en relación a las tierras que en muchos casos quieren quitarles por carecer de títulos de propiedad y con la propuesta de que exista un salario campesino universal.
Los representantes comentaron que uno de los puntos más relevantes fue la discusión acerca de quienes son los encargados de otorgar los recursos a las organizaciones campesinas. El representante de Salta del MNCI subrayó que «los recursos tienen llegar directamente a las organizaciones campesinas indigenas autónomas sin mediar exigencias de que pasen por uno u otro espacio. Muchas veces recibimos presiones para estar en un espacio que nació desde el Estado, que está manejado desde el Estado, donde hay un montón de organizaciones o comunidades que participan porque lo ven como el único lugar donde obtener recursos. Nosotros creemos que el Estado tiene que abrir canales de dialogo y de ejecución de recursos para las organizaciones independientes».
Respecto a otro punto exigido, que es la soberanía alimentaria de los pueblos, Marcelo que vino desde Mendoza, refirió que «significa defender el lugar donde vivimos, lo que producimos, el autoconsumo para nuestra familia. El ser comunitario, el tener el valor de defenderlo y de llevar la lucha para que se haga justicia en esta tierra.»
Además agregó que su deseo es que «se identifique la lucha del movimiento, lo que está pasando en el campo, y que se identifique que no estamos con la mesa de enlace sino que somos campesinos, los verdaderos trabajadores de la tierra, como las comunidades originarias y que estamos en esta postura por el valor y la dignidad humana».
Al ser recibidos por el ministro durante la tarde, las diferentes delegaciones decidieron suspender el acampe previsto, y continuar las actividades del MNCI los siguientes días en Buenos Aires.
Antes de volver a los micros en los que vinieron de sus respectivas provincias, los presentes compartieron la cena aún en un clima que perduró durante toda la tarde, de alegría, música y baile de chacarera, con algunas interrupciones en las que gritaron su pertenencia al campesinado y su exigencia de tierra, trabajo y justicia.
Informe: Guadalupe Dalto Santillán
Fotos: Marcos, del Taller de Periodismo de Las Cavas