13/11/2018

Bohemian Rhapsody: el eterno retorno de Queen

Con un gran éxito de taquilla se estrenó hace dos semanas la biografía ficcionada de Freddie Mercury, que repasa la historia de Queen. Con una gran actuación de Rami Malek, la potencia de su música llevada a su máximo esplendor y algunas críticas, por momentos de la historia real manipulados para acomodar el guión, la película impulsó un renacer del legado de la banda. Una nueva generación de jóvenes nacidos en este siglo descubre la música que emocionó a sus padres y abuelos. La actualidad y la vigencia de la banda un cuarto de siglo después de la muerte de su legendario vocalista. El legado de libertad para las diversidades sexuales tan presente en la actualidad, como censurado en aquellos años. Por Ramiro Giganti para ANRed.


Es lunes 12 de noviembre en Buenos Aires. Un grupo de adolescentes con pañuelos verdes en sus mochilas camina por Diagonal Sur. Una de ellas canta. Tendrán unos 15 o 16 años. No estaba cantando reaggeton, ni ningún “hit del momento”. Lo que cantaba esa chica era “I Want to break free” (“Quiero ser libre”) de Queen. Sus amigas se sumaron para corear con ella el nombre de la canción. Las chicas nacieron aproximadamente 20 años después de que la canción, que forma parte del álbum “The Works” de 1984, sea interpretada por primera vez. Además, nacieron una década después de la partida de Freddie Mercury, en noviembre de 1991, y aquella “Queenmanía” surgida luego de su muerte, que duró todo el año 92′.

“Seguro es por la película”, pienso, sin dejar de lado el impacto al ver chicas tan jóvenes cantar la música que acompañó mi infancia y adolescencia, allá en el milenio pasado. Mas allá de la difusión masiva de la película, que encaja con el perfil “pochoclero” de la industria cultural, la pregunta sigue presente: ¿Cómo es esto posible?

Queen durante la filmación del clip de «I want to break free»

“I Want to break free” contiene una crítica algo encriptada hacia el machismo y la homofobia, que se vuelve mas explícita desde su video. Fue compuesta en un momento donde la prensa acosaba al vocalista de la banda y circulaban rumores sobre su sexualidad y vida de “excesos”, si bien el crédito de la canción no pertenece a Freddie Mercury, sino a John Deacon, bajista de la banda. El video, censurado en los Estados Unidos, muestra a los cuatro miembros de la banda travestidos, y a su vocalista cantando sus quejas mientras realiza las tareas domésticas. Tres décadas después, hay mujeres adolescentes que expresan su apoyo por el derecho a decidir sobre sus cuerpos y el aborto legal, entonando esa canción.

La película es un éxito comercial en todo el mundo. En Argentina no solo fue la más vista la semana de su estreno sino que concentró el 50% del total de la taquilla, habiendo vendido mas de 500.000 entradas en el país. Si bien es destacable la actuación de su protagonista, Rami Malek, quien reproduce los movimientos de Freddie Mercury a la perfección (impresiona la exactitud de los movimientos al recrear la memorable presentación de la banda en el festival de Live Aid), lo mas destacado y potente de la película es la música, como era de esperarse. Las caracterizaciones de las diferentes épocas y los cambios de imagen de sus integrantes también son destacables.

La única critica pertinente está en algunos detalles sobre la historia real y guión. Básicamente las fallas son cronológicas, probablemente manipuladas para que hacer el guión potente. Por ejemplo: en la elección de mostrar como final a la memorable presentación en Live Aid, como si fuera la última presentación de la banda y la gran despedida de Freddie de su publico sabiéndose portador de HIV: eso no es cierto, ya que la enfermedad que terminó con la vida del vocalista fue diagnosticada en 1987, dos años después de aquel concierto.

La banda nunca fue disuelta, pero tuvo dos momentos de descanso, donde sus integrantes realizaron proyectos solistas: uno de ellos fue luego de la gira de “Hot Space”, en 1982, y el otro después del “Magic Tour” en 1986, que finalizó con la última presentación en vivo de la banda con sus cuatro miembros originales en el Knebword Park el 9 de agosto de 1986, frente a cientos de miles de espectadores (se vendieron 120.000 entradas, pero se estima que había 200.000 personas).

Lo cierto es que varias de las “incongruencias” que muestra la película no son hechos inventados, sino que ocurrieron en otro momento. La reunión de la banda cuando ya su vocalista se sabía enfermo se produjo en 1988, donde los cuatro miembros de la banda se dedicaron exclusivamente a grabar sabiendo que no había mucho tiempo. Es allí donde los créditos de las composiciones son todos de la banda sin distinción alguna entre sus integrantes.

Otros “detalles” vinculados a la cronología están vinculados a la primera visita de la banda a Sudamérica. Si bien la película muestra a la banda visitando Río de Janerio en la década del 70′, fue en 1981 la primera vez que Queen se presentó en suelo Sudamericano, haciéndolo en San Pablo y Buenos Aires. La presentación en Río de Janeiro a la que la película hace referencia fue en el “Rock in Río” en enero de 1985. El dato también refuta la idea de que la banda había estado disuelta y que hacía años que no se presentaba antes de su actuación en Live Aid. Si es cierto que la banda tardó en confirmarle a Bob Geldof, pero justamente era Freddie quien primero no estaba convencido de participar.

Otro error cronológico está vinculado a la musicalización con dos canciones. Vinculado a Live Aid, en un momento suena «Who Wants to live forever» (Quien quiere vivir para siempre), canción que por el nombre y el caracter dramático de su melodía llama a creer que fue compuesta pensando en su enfermedad terminal. Esta canción es del año 1986, posterior a Live Aid, pero anterior al diagnóstico y su nombre tiene referencia a que junto a otras canciones («Princes of the Universe» y «One Vision«) formó parte de la banda de sonido de la pelicula «Highlander», cuyo protagonista es un personaje inmortal. Un detalle es que durante la primer gira de la banda por Estados Unidos en 1975 suena «Fat Bottomed Girls«, que es una canción del año 1978.

Otro «detalle» en relación a la diferencia entre la historia y el filme es en relación al vínculo entre Freddie Mercury y Marie Austin. En una entrevista Brian May afirma que él fue quien los presentó, a diferencia de lo que muestra el film, ya que antes había salido con Mary Austin, pero que «no pasó nada» antes de que empiece la relación con Freddie. Si es cierto el romance y el fin de la relación vinculado a la homosexualidad de Mercury, también que mantuvieron una fuerte amistad, al punto que ella fue su principal heredera.

En cuanto a los «malos» de la película, no existe el personaje llamado Ray Foster, quien dice odiar la canción «Bohemian Rhapsody» y el album «A Night at the Opera». En parte ese personaje podría estar inspirado en Roy Featherstone, jefe de EMI. Sin embargo, Featherstone era un fan absoluto de la banda, aunque pensaba que ‘Bohemian Rhapsody’ era un poco larga para difundirla en radios como single. Otra persona real que pudo haber influenciado al personaje de Foster es Norman Sheffield, su manager entre los años 1972 y 1975, cuando la banda firmó contrado con Trident, antes de romper y ser contratada por EMI. Se estima que la canción «Dead on two Legs«, que abre el album «A Night at the Opera», está dedicada a ese personaje por los malos tratos hacia la banda.

Mas allá de las incongruencias entre la historia real y la película, hay algo que genera este fenómeno, ya sea por el éxito de la película como la vigencia de esta banda a pesar del tiempo: la música. Existen quienes al final de una película se quedan durante los créditos para escuchar la musica de la banda de sonido o mirar alguna información, pero suelen ser una o dos personas frente a una mayoría que rapidamente abandona la sala. Nadie se levanta de sus asientos durante los creditos de esta película, mientras la música de Queen sigue sonando. Allí está la respuesta, allí está el motivo por el que esta película es recomendable, aún con el costo de una entrada de cine en estos tiempos de crisis: para escuchar esa música a todo volúmen, recrear algunos conciertos memorables (con una brillante actuación de Malek) y conocer parte de los procesos creativos, bien presentados en la película. Allí también está la razón del eterno retorno de esta banda que conmueve a distintas generaciones.

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