06/01/2009

Torgelon Recuperada: «Antes no tomábamos decisiones, ahora las tenemos que tomar»

Foto:RNMAEn abril del año pasado, los trabajadores del Frigorífico Buenos Aires, que produce el Jamón Torgelon, tomaron la planta luego de que sus «dueños» la cerraran e intentaran vaciarla. Uno de sus trabajadores relata como fue el proceso por el cual comenzaron a producir sin patrón y a organizarse para recuperarla. Entrevista por Ayelen Stroker y Lucas Vadura, de Agencia Walsh


Frigorífico Buenos Aires (Jamones Torgelon) fue durante muchísimos años una de las
más importantes empresas en el rubro de los embutidos. Situada en Av. Donato Álvarez y Gaona, frente al Policlínico Bancario, en el barrio
de La Paternal, la fábrica comienza a tener «inconvenientes» a fines de los 90′. Con
la crisis de diciembre de 2001 esa situación se agrava, pero se revierte entre 2003
y 2005, año en que, por la acción patronal comienza su «caída» (léase retirada y/o
huida) definitiva.

Agencia Walsh: ¿Cómo es que el Frigorífico, que era muy reconocido en sus productos,
empieza a venirse abajo?

Walter (obrero de Torgelon): El conflicto empieza por peleas entre ellos. Son 9
socios, que, por una cosa o por otra… prácticamente se empezaron a robar entre
ellos. Y ahí es donde empezó el conflicto.
Después ellos se retiraron y mandaron a un grupo de administradores, pero ya con la
intención de no seguir; tirar todo esto atrás, y empezaron a hacer el vaciamiento de
la mercadería; empezaron a bajar la calidad del jamón, a ponerle menos sal, a hacer
productos de muy mala calidad.

AW: ¿Y empezaron a producir menor cantidad, a quedarse sin producción, a desabastecer?

W: No, al contrario. Empezaron a producir mucha más cantidad, pero de malísima calidad.
Entonces lo que se vendía, se vendía, que era cada vez muchísimo menos. Y mucho
empezó a venir en devolución.

AW: ¿Y lo que venia en devolución se podía recolocar o revender, o lo tiraban?

W: Lo que venía en devolución se tiraba. Vos no podías decir nada porque estabas
bajo patrón, ellos te pagaban, y… o sea, nosotros veíamos todo el mal funcionamiento,
pero nunca pensábamos que iba a llegar a este destino.

AW: Y ahí, cuando empezaron a notar esto, ¿empezaron a hablar entre ustedes?

W: Nosotros ya lo notamos porque cuando vino esta segunda gente, el segundo
administrador (porque hubo otro primero) empezaron a robarse directamente la plata,
los jamones, todo, intentando vaciar la empresa para cerrarla; les salio mal la
maniobra y se fue.
Después vinieron otros, que son los últimos que terminaron de hacer este vaciamiento.
Acá cuando ellos entraron la empresa tenia 17 mil jamones, y con el tiempo fueron
mermando y no se reponían.
Entonces ahí fue cuando nos dimos cuenta que esto ya no iba a ir mas, fue cuando
quedaban 600 jamones, de 17 mil que había antes.
Y ellos nunca invertían acá. Siempre nos chamuyaban, nos decían «si, la semana que
viene va entrar jamón, así los reponemos, 500 de acá, 500 el mes que viene», pero
eso nunca entraba. Y nosotros veíamos lo que pasaba; le debían plata a todo el
mundo, pero no podíamos decir nada porque a nosotros nos tenían los sueldos al día,
siempre nos pagaban, todo para no poder protestar.

AW: ¿y cuando empezó la situación de despidos?

W: El conflicto empieza en parte en 2005, donde terminan despidiendo a 45 personas.
Después vinieron las suspensiones, y en 2007 fueron los últimos despidos.
Ahí terminamos de estallar.
Los despidos de ellos venían a base de que estaban convenciendo a la gente de que
este frigorífico podía seguir trabajando con menos personal, y querían reducir,
ellos se querían quedar con la gente que realmente sabe como trabajar, y sacarse a
los demás.

AW: ¿Ahí acudieron al sindicato, a algún lado?

W: Bueno, fuimos al sindicato pero el sindicato nos jugo en contra. Por ejemplo, en
el tercer despido el sindicato nos pedía que nos vayamos a casa y esperemos
soluciones, Y ahí fue donde nosotros decidimos encerrarnos acá, no ir a ningún lado
y resistir hasta el día de hoy.

AW: ¿Fueron a pedir ayuda o mediación al Ministerio de Trabajo, o a la justicia
laboral?

W: También fuimos. Dejamos asentadas cosas, pero eso es todo burocrático. Vas, dejas
asentado esto, lo otro, vas, vas, vas… pero… nunca pasa nada.

AW: Ustedes ¿cuándo toman la planta, y a partir de ahí que pasa?

W: En abril de este año (2008). Porque la excusa de ellos para no producir más fue
lo del campo: que no podían comprar carne, no podían comprar cerdo, y era todo
mentira. Acá los camiones venían y los hacían rebotar, volvían. O se lo hacían robar
entre ellos.

AW: Y en esa fecha fue que se fueron, se borran definitivamente…

W: Fue un 12, un viernes. Que dijeron «chau, hasta el lunes», y no volvieron más.
Saludaron como saludarte a vos, «chau, hasta el lunes».
Entonces el lunes vinimos, y entramos igual.

AW: Previo a eso, ¿cómo estaban organizados, y cómo se empezaron a organizar
posteriormente?

W: No teníamos comisión interna, nada. Solo los delegados del sindicato.
Y después… fue una lucha. Fue una lucha por el hecho de que hay mucha división
todavía, y en ese momento peor. Hay gente que los sigue a los delegados y gente que
no. Para nosotros, los delegados fue la gran lucha, porque ellos estaban con el
sindicato, y ellos querían hacer la cooperativa con el sindicato, para el sindicato.
Pero el sindicato a nosotros siempre nos jugó en contra.
El tema es que al sindicato la empresa le debía plata, entonces el sindicato siempre
venía acá a protestar por su plata pero nunca a ayudarnos a protestar por los
problemas nuestros.
Y de ahí sale la duda, y la sospecha es que el sindicato puede estar… o todavía
están los que eran delegados acá que son una contra total. Informaciones que
agarramos nosotros se las tenemos que dar si o si porque también están en la
cooperativa.
Los que eran delegados del sindicato incluso han llegado a traer gente, gente
sospechosa que hasta una vez los hemos tenido que sacar de acá, mal, porque vienen a
ver que estamos haciendo, que estamos discutiendo.
Creemos que informaciones nuestras ellos van y se la llevan allá. De algún lado se
filtran, ¿porque sino como se pueden enterar?

AW: Cuando decís que al sindicato le debían plata, ¿de cuanto estamos hablando?

W: Me parece que llega a los 15 millones.

AW: ¿Todo esto se llevó a la justicia, hay alguna causa abierta?

W: Los dueños, y los que administraron esto, ahora están impedidos de salir del país
porque tienen denuncia tras denuncia, penales, todo, en su contra. No pueden salir a
ningún lado. No pueden hacer movimientos, ingresos, nada. Igual están todos en sus
casas.

AW: Volviendo al día en que ustedes hicieron ocupación de la fábrica, ese lunes que
entraron, ¿estaban todas las maquinarias, los insumos y todo lo que habían dejado el
viernes?

W: Las maquinarias no se las pudieron llevar. La semana anterior fue la que más
salió la mercadería, la que más se llevaron. Ahí es donde hicieron el vaciamiento
total de la fábrica. Pero las maquinarias no las pudieron sacar porque acá había
serenos. Los serenos estaban alerta de este tema.

AW: Entonces ustedes entran, la maquinaría está, ¿cómo deciden empezar a producir?

W: Estuvimos dos o tres semanas sin hacer nada. Era estar de Asamblea, reuniones…
todo para decidir que íbamos a hacer, como íbamos a empezar. Porque para nosotros es
todo nuevo esto. No es lo mismo venir todos los días, vos sabes lo que tenes que
hacer, terminas de trabajar y te vas. A partir de ahí había que tomar un camino y un
aprendizaje nuevos. Nosotros el trabajo acá lo sabemos hacer, pero después, todo el
movimiento…
Y aparte, te digo, ¿Cómo convencíamos a los proveedores que vuelvan a confiar de
nuevo y traigan mercadería? Eso cuesta mucho. Hasta el día de hoy cuesta volver al
cliente. El cliente te pide garantías.
Nosotros ahora estamos vendiendo al contado y pagando al contado, porque es la única
forma de que los clientes y los proveedores vuelvan a tener confianza en nosotros.

AW: ¿Cómo es la cadena de venta, a donde están abasteciendo?

W: Por ahora, venta en la calle, en las esquinas del barrio, los vecinos siempre nos
dan una mano, y después comercios, menos los supermercados. No queremos trabajar con
ellos. Son tránsfugas. Te piden una cantidad de mil kilos, si no lo pudiste entregar
a tiempo, te cobran una multa, te devuelven la mercadería, siempre vas a perdida,
siempre ganan ellos. No los podes ni empatar a esa gente.
Los que eran dueños de la empresa no trabajaron nunca con supermercados. Pero la
última administración sí. Y ahí empezaron a llegar multas, multas, multas… ellos lo
hacían a propósito. Estaban vaciando la empresa.

AW: Antes nos hablabas del apoyo de los vecinos. ¿Cómo fue la reacción de ellos al
principio?

W: No, MUY BUENA. La relación con los vecinos desde el principio fue muy buena. Que
se yo… a ellos les debemos el alma y el corazón. Se portaron de maravillas con
nosotros. Hasta el día de hoy. Desde el principio nos dieron apoyo total. Y lo mismo
las cooperativas. Acá vinieron 100 cooperativas en un día. Ese laso sigue vigente.
Vos necesitas mercadería, viene una cooperativa y te lo da, después se lo pagas.

AW: Ahora que ha pasado un tiempo, que empiezan a manejar más información, que
pueden pensar la cosa más tranquilos y desde adentro: ¿Cuál era el objetivo del
vaciamiento?

W: Hacer torres. Ellos querían que no quedara nada acá adentro para hacer torres.
Era un negocio redondo. No tenes que mantener gente, no dependes de la producción,
no te tenes que levantar a las 6 de la mañana, nada. Encima acá, en esta zona,
vendes seguro.
El otro que lo quería comprar esto acá era Jumbo (el Hipermercado), querían hacer
planta baja Jumbo, y edificios arriba: Le vendes a la misma gente que tenes arriba,
al barrio… tenes el policlínico enfrente… un negocio redondo.

AW: Desde que toman el lugar hasta ahora, ¿Cómo se organizan entre ustedes?

W: Tuvimos que armar una comisión. Una comisión se integra de Tesorero, Presidente,
Vicepresidente, Vocal, Vocal suplente, Síndico, Secretario. Se postularon todos, y
votamos entre todos.
Las decisiones se toman por asamblea, porque todos estamos en el mismo baile,
entonces las decisiones son grupales. Nadie decide por si mismo.
La elección de «representantes» es nada más como figura legal, o por si hay
reuniones afuera, etc.

AW: Antes nos contabas que cuando entraron les resultó muy difícil esta idea de que
antes tenías un patrón, sabias lo que tenias que hacer, venias, lo hacías, te ibas y
a fin de mes tenias la plata, y de pronto se tuvieron que poner a administrar entre
todos para seguir laburando y poder comer…

W: Claro. Antes venían y te decían «tenes que hacer esto, esto y aquello» y vos lo
hacías. Ahora hay un montón de cosas para hacer y en este momento por ahí le decís a
un compañero «che, hay que hacer esto» y te dicen «¿Quién sos?». Algunos cuando hay
que hacer el laburo van y lo hacen, otros no. Sigue habiendo el conflicto ese. Pelea
tras pelea todos los días. Acá hay gente que quiere venir a sentarse día tras día
sin hacer nada y llegar el fin de semana y que les digan: «toma, acá tenes» y
llevarse la plata. Sigue siendo conflictivo. Sigue estando la gente que no quiere
que esto sea cooperativa. Hay gente que todavía tiene ganas de que venga un patrón y
les diga «toma», pero acá no vuelve nadie.

AW: Los que están mas convencidos de la posibilidad de la gestión propia entre
trabajadores, de este modo que vos nos contás, ¿sintieron algún cambio en la vida,
amen del cambio concreto de el gestión? digo, no tener los ojos en la nuca todo el
tiempo del patrón que, como decís vos, por cualquier cosa te dice de todo, o cuando
te tiene que echar lo hace y ya…

W: Sí, la verdad, cambió mucho, al 100%. Antes no tomabas decisiones y ahora las
tenés que tomar. Sean buenas, sean malas, sean brutas o inocentes. Hay acá gente que
se agarró a trompadas. Esto es un conflicto todos los días. No es fácil.

AW: Pero, pudiendo elegir, en condiciones optimas, ¿Qué preferís, volver a trabajar
bajo patrón o una gestión de este tipo?

W: Y, mira… ya haber recorrido de haber estado con patrones y de estar de esta
manera… y… me gustaría seguir de esta manera.
Siempre y cuando tiremos todos para el mismo lado.

AW: ¿Cómo te cambió la vida personal, cotidiana, la relación con tu familia en el
día a día?

W: Los primeros meses hasta cambió la relación en mi casa, cambió bastante.
Imaginate que mi señora me llegó a decir… – porque yo nunca lleve los problemas del
trabajo a la casa ni los de la casa al trabajo – me dijo un día «¿Qué te pasa que
estas distinto?, vos no sos así, los problemas del trabajo nunca los trajiste a
casa, ¿y ahora sí?».
Pero los llevas a tu casa porque es una forma de desahogo, de tanto renegar con
gente acá… antes no renegabas así. Te decían hace esto, esto y esto y lo hacías, no
interesaba si sabias o no. Pero hoy en día vas a tu casa presionado, nervioso, no es
fácil.

AW: En general, ¿ves en tu caso y en tus compañeros que hay un apoyo familiar a esto
también, o están más solos acá?

W: Sí, si, totalmente. Hay un gran apoyo familiar. En mi caso mi señora siempre me
da fuerza, me dice que aguante, espere… ojo, acá también hay gente que vienen solos
y te dicen «che, en que te ayudo», y eso también te impulsa, te da fuerzas.
Algunos compañeros siempre hacen lo mínimo y te dicen «no, esto ya lo hice lo demás
no lo quiero hacer».
Pero hay gente que con las decisiones que toman te dan ganas de seguir adelante, de
seguir luchando.

AW: Cuándo llegas a fin de mes y te sentás a comer con tu familia en la mesa… ¿Qué
te genera saber que eso lo estas haciendo vos con tus compañeros, lo estas logrando
con todo lo que hay que aguantar?… decir «lo hicimos nosotros, no lo regalo nadie»

W: Sí, que se yo. Si vamos al hecho siempre fue así, porque la producción siempre la
hacen los trabajadores. La diferencia ahora esta en que también administramos, pero
producir seguimos produciendo los mismos. Lo único que cambia es el tema del
mandato, porque la producción de esto o la producción de lo otro siempre fuimos los
trabajadores. El patrón siempre aprendió mas de los operarios que de lo que el sabía.



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