29/09/2018

Padre Pedro, las dos caras de una religión en decadencia

Mientras la separación de la iglesia católica del estado es un tema en la agenda de movimientos sociales, estudiantiles y feministas, Padre Pedro viene a recordarnos la doble cara que puede presentar esta institución y los seres que la sostienen. Destruyendo cualquier presupuesto que uno podría formarse acerca de la historia de dos religiosos, la obra ahonda en los senderos más oscuros, violentos y silenciados que pueden aquejar el alma humana. Senderos alimentados por un credo que reprime el deseo y fomenta la intolerancia. Se presenta todos los jueves a las 20.30 hs en No Avestruz Espacio de Cultura, Humboldt 1857, CABA. Por ANRed.

En una iglesia de algún pueblo perdido de nuestro país tiene lugar Padre Pedro, una historia de intensidad excepcional que tiene a un padre católico y uno de sus monaguillos como únicos protagonistas. La obra de José Ignacio Serralunga, dirigida por Matías Gómez, retrata una relación humana que lejos está del amor y la paz que se podría presuponer entre dos devotos del credo cristiano. Por el contrario, la obra viene a recordarnos la doble cara que puede presentar esta institución y los hombres que viven dentro de ella.

Padre Pedro destaca por su intensidad. La obra comienza contando lo que parece ser una historia tranquila dentro de un iglesia de pueblo, pero las cosas no son como parecen, los roles de cada personaje cambian como cambia la impresión que el espectador tiene de ellos, y la violencia va escalando por un diálogo que va y viene entre el pasado y el presente, entre el afuera y el adentro, entre el amor y el odio.

El trabajo actoral de Ricardo Torre en el papel de Dante, el monaguillo, es superlativo, un personaje que muestra un apego irracional a una doctrina de confesión y perdón divino que parece dar sentido a toda su vida. Un hombre violento, un sano hijo del patriarcado, que depende de la iglesia para limpiar su conciencia y purgar su mente de los abusos perpetrados dentro de su hogar.  El papel de Pedro, el padre de iglesia, no es menos intenso. Durante la obra Pedro transita diferentes roles, todos ejecutados con la excelencia de Jorge Fernández Román. Desde la solemnidad del ritual eclesiástico, hasta la sumisión y la humillación, Pedro evidencia los límites a los que puede llegar un hombre forzado a un hábito en contra de toda la naturaleza de deseo y placer humano.

La escenografía es precisa y sugerente. Limitado con las finas cuerdas decorativas típicas en catedrales o parroquias, el espacio escenográfico se asemeja a un cuadrilátero. Es que Dante y Pedro se construyen a lo largo de la obra como dos boxeadores que se golpean física y verbalmente, donde la violencia de la doctrina religiosa por sobre el alma humana tiene su reflejo en la violencia del hombre hacia la mujer.

Ángeles, esposa de Dante, es una presencia continua pero invisible. El papel femenino es el protagonista ausente, silenciado, pero que carcome con su sola existencia la base de toda la estructura de la iglesia cristiana. Realmente la obra hace pensar sobre el anacronismo, evidenciado cada vez más, de toda una institución en decadencia, nos muestra el ineludible y necesario ocaso de una religión.

 

Ficha artística

Dramaturgia: José Ignacio Serralunga
Actúan: Jorge Fernández Román, Ricardo Torre
Vestuario: Patricia Ramírez Barahona
Escenografía: Javier Parada
Iluminación: Ricardo Sica
Música original: Lukas Bustamante
Diseño gráfico: Verónica Martorelli, Valentina Marvaldi
Asistencia de dirección: Antonella Estrañy
Prensa: Kazeta Prensa
Producción ejecutiva: Mariana Zarnicki
Dirección: Matías Gómez

 

Web: https://www.facebook.com/padrepedroobra/
Duración: 55 minutos
Clasificaciones: Teatro, Adultos

 

NOAVESTRUZ ESPACIO DE CULTURA

Humboldt 1857, Capital Federal – Buenos Aires – Argentina
Reservas: 4777-6956
Web: http://www.noavestruz.com.ar
Entrada: $ 200,00 – Jueves – 20:30 hs – Hasta el 27/09/2018
Entrada: $ 250,00 – Domingo – 20:30 hs – Del 07/10/2018 al 28/10/2018



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