Despidos en Gaelle: empresarios transformados en importadores
“Esta película ya la vi”, así nos expresó Claudia, trabajadora de Gaelle, fábrica de calzado que acaba de cerrar dejando 60 despedidos y que está ubicada en Mario Bravo 1965 en la localidad de Avellaneda. “José López se transformó de empresario en importador, dejando en la calle alrededor de 350 trabajadores en menos de dos años”. La película que ya vimos se refería a la época de la dictadura y también durante el menemismo cuando los empresarios dejaban de producir para dedicarse a la importación. Por David Alterman para ANRed
Al 22 de agosto en la planta quedaban 60 trabajadoras y trabajadores. No habían cobrado el aguinaldo y por eso en el mes de julio iniciaron protestas hasta llegar a un paro de 11 días. Finalmente intervinieron el Ministerio de Trabajo y el sindicato. Se declaró la conciliación obligatoria. El 21 de agosto terminó dicha conciliación y el 23 los trabajadores se encontraron con una nota en la puerta «sin actividades» en la que se notificaba que la empresa dejaba de funcionar. «Cerraron las puertas sin ningún aviso solo una notita pegada. Hasta pertenencias nuestras están adentro que no nos dejaron sacar».
En realidad lo que cesaba definitivamente era la producción, ya que el empresario José López continuó con la importación desde China y Brasil que ya había comenzado tiempo atrás.
Nos preguntamos ¿la importación genera el cierre de las empresas solamente o facilita que los empresarios aumenten la rentabilidad ingresando a la importación?
Nuevamente, en una situación de crisis, los que la terminan pagando son las y los trabajadores. Los empresarios se acomodan y algunos se benefician aún más.
Nuevamente familias en la calle.
Nuevamente patrones, gobierno y sindicatos mirando para otro lado.
Nuevamente la protesta, la movilización en la calle, es el único camino que les queda a quienes han sido privados de su fuente de trabajo.
La solidaridad de los vecinos, de trabajadores y trabajadoras de otros gremios y empresas es el apoyo que necesitan para dar vuelta la situación.
Porque hay soluciones posibles: reapertura de la fábrica con los y las trabajadores adentro, recuperadas sus fuentes de trabajo. Esto es posible si se impone el cierre de la importación de los productos que aquí se producen. Si desde el gobierno se impide a los empresarios que se transformen en importadores como en este caso y que, sin justificación alguna, expulsen mano de obra.
Pero esto sólo se logrará con organización y lucha de los trabajadores, que es la única forma posible de cambiar el rumbo, en forma inmediata, de este gobierno representante del poder económico.