06/09/2018

«No van a hacer que deje de movilizarme»

Matías Baglioni fue una de las personas que, como miles aquella tarde, fue a defender el lugar en el que estudiaba. Al finalizar la Marcha Nacional Universitaria se quedó charlando con unos amigos sin sospechar que era el blanco de una nueva puesta en escena organizada por las fuerzas represivas. Sin imaginarlo, fue uno de los detenidos aquella noche y Maximiliano Zurita estuvo ahí para tomar las imágenes que hablan por sí mismas. Pasados los días, Maximiliano se contactó con él para que contara la verdad del caso, qué estaba haciendo y qué argumentos dio la policía para detenerlo. Por Maximilano Zurita, para ANRed. 


Maxi: ¿Cómo te llamás y a qué establecimiento educativo pertenecés?

Matías: Mi nombre es Matías Ariel Baglioni y estudio Ingeniería Civil en la UTN FRBA (Universidad Tecnológica Nacional, Regional Buenos Aires).

Maxi: El pasado jueves en Plaza de Mayo, las universidades, institutos, terciarios y otros espacios educativos estuvieron alzando su reclamo por la educación pública, ¿cómo fue tu vínculo y participación?

Matías: A pesar de que no estoy con ninguno de los partidos ni organizaciones de la UTN, iba a marchar junto a las filas de la facultad, en donde también iba a estar mi viejo, que es docente de la institución. Llegamos a la Plaza de Mayo alrededor de las 18:30 y escuchamos a todos los oradores. Durante ese tiempo traté de encontrarme con mi viejo, pero era tanta la gente, que finalmente desistí y quedamos en encontrarnos una vez terminada la marcha para volver juntos, cosa que tampoco se dio, porque me encontré con otros dos amigos que habían llegado más tarde. Llamé a mi viejo y le dije que se vuelva por su cuenta que yo me quedaba un rato más. De esta manera fue que me quede después de terminada la marcha.

Maxi: ¿De qué manera te afectan las medidas de la actual gestión liderada por Mauricio Macri?

Matías: De muchas maneras. Lógicamente en lo económico en gran medida, a pesar de que tengo la suerte de pertenecer a una familia de clase media que nunca tuvo serias dificultades económicas. De todas formas, no trato de evaluar una gestión en cómo me afecta en lo personal, soy de la idea de que en líneas generales, un gobierno tiene la tarea de distribuir lo mejor posible y dar igualdad de oportunidades. Este es un gobierno que toma el rumbo en la dirección opuesta, por lo que me parece totalmente aberrante (no sé encontrar una palabra exacta que lo describa) lo que se está haciendo.

En cuanto al desfinanciamiento de las universidades públicas, me afecta de forma directa. Siendo que hace casi ocho años que estoy estudiando y estar dando los últimos pasos en la carrera, puedo notar que la educación de la UTN no tiene absolutamente nada que envidiarles a las privadas, al contrario, creo que tiene mucho mejor nivel. A su vez posee más contenido en otros aspectos, los cuales son de muchísima importancia en la vida, tanto personal como profesional. Creo que los valores humanos que te transmite la universidad pública son irremplazables, de nada sirve el mejor profesional del mundo en la parte técnica si no estás nutrido desde la parte social.

Maxi: Horas más tarde, finalizado el acto, algunos estudiantes seguían recorriendo, charlando, debatiendo; pasando un momento ameno en los alrededores de Plaza de Mayo. ¿Cómo se desarrolló tu detención? ¿Qué estabas haciendo?

Matías: Me estaba por ir, pero al encontrarme con dos amigos (uno de ellos estaba con sus dos hermanas) me quedé cerca del Cabildo hablando un rato más. Así fue como se hicieron las 21:30 aproximadamente y fuimos nuevamente para el lado de Plaza de Mayo sólo por el hecho de caminar (no recuerdo de que haya habido una razón específica). Ya éramos un grupo bastante grande, de siete u ocho personas si no recuerdo mal. Habremos llegado a adentrarnos unos veinte metros en la plaza, cuando después de estar unos cinco minutos hablando de ningún asunto en especial (en general a modo de broma todo), vimos que un grupo de gente viene corriendo desde el lado de la Casa Rosada, por lo que automáticamente empezamos a alejarnos de la zona corriendo. No llegué a cruzar la calle (Bolívar, que separa Avenida de Mayo de la plaza) cuando a una de las personas a la que le paso por al lado me mete la traba intencionalmente y me caigo de boca al suelo. No llegué a levantarme para seguir corriendo cuando ya tenía a dos o tres personas más agarrándome de forma bastante violenta (deteniéndome aunque estaban todos vestidos de civil).  Enseguida me di cuenta de que era inútil tratar de escapar, por lo que no me resistí. Unicamente les decía que yo no había hecho nada, asunto que claramente nunca me respondieron. Así fue como me llevaron a la zona más céntrica de la Plaza, en donde, ahí sí, entre alguno de los “civiles” y un policía uniformado me empiezan a poner los precintos en las manos a modo de esposas (momento que se ve en uno de los canales de televisión y que también aparece retratado en una de tus fotos). Después me fueron llevando con el resto de los detenidos.

En parte, en ese momento ya sabía por qué me detenían y que no les importaba que yo no sea alguno de los que hizo disturbios. Necesitaban tener detenidos. Por este motivo fue que yo durante todo ese trayecto me las pasé diciéndole y expresándoles a estas personas la indignación y el repudio que les tenía.

Maxi: ¿Qué ocurrió después de que la policía te sacó del lugar? ¿Sufriste algún tipo de agresión excesiva por parte de la fuerza ?

Matías: Me llevaron para una zona a la altura de la Casa Rosada aproximadamente, pero a la derecha de la misma (viéndola de frente desde el lado de la plaza) y me colocaron en el piso junto a los otros detenidos, que eran tres (uno menor de edad, que luego de una hora y media aproximadamente se fue en libertad). Para ese entonces yo estaba indignado por la situación y sin una zapatilla porque la había perdido cuando me detuvieron. No nos respondían a ninguna de las preguntas que les hacíamos de forma seria, únicamente nos decían que todo dependía de lo que digan desde la fiscalía. Ante el pedido nuestro por atender el teléfono porque ya hacía un rato que estábamos ahí para avisar a la familia o a quien fuere, nos lo negaban, y hasta a Luciano (el detenido de 32 años) le agarraron el teléfono y se lo tiraron al suelo. La única vez que respondieron al pedido de identificación (seguían siendo casi todos civiles), fue con un grito de forma amenazante diciendo el cargo y el nombre, que realmente no recuerdo. Violencia física por suerte no hubo en ningún momento, más allá de los momentos de la detención, pero lo que sí, se preocuparon en sacarnos fotos y también a los elementos que le “plantaban” únicamente a Leandro (piedras, palos, una maza), que la verdad que no lo sé si todo, pero muchas de esas cosas, seguro que no eran de él. Finalmente, luego de dos horas y ya estar bastante resignados en el pedido de información o algo (estábamos en sus manos y yo sentía literalmente que no tenía ningún derecho de nada), nos subieron a la camioneta de la policía, para llevarnos a una fiscalía donde nos identificarían y luego de un rato más a la comisaría donde quedaríamos detenidos.

Maxi: ¿Cómo se desarrolló tu liberación?

Matías: Tuvimos que esperar hasta alrededor de las 15hs del viernes 31. Nos trasladaron a la fiscalía de Berutti 3345, siempre a los tres juntos (hasta estuvimos en el mismo calabozo), allí esperamos a que la fiscal se desocupara porque con el traslado habíamos llegado más tarde de lo que pedía la citación. Luego nos encontramos con los defensores asignados por el gobierno, los cuales nos explicaron el caso de cada uno, nos aclararon que ya era seguro que de ahí nos íbamos en libertad independientemente del caso de cada uno, luego de hablar con la fiscal (en realidad con colaboradores) y que nos lean las acusaciones. A mí me acusaron por “arrojar todo tipo de elementos contundentes, escombros, botellas y piedras, al personal policial que se encontraba apostado en la Plaza de Mayo en las circunstancias anteriormente descriptas siendo que al recibir la orden de cesar en su conducta el nombrado hizo caso omiso, continuando con su accionar. Que a raíz de ello el oficial mayor intentó detener el accionar del nombrado Baglioni, momento en el cual este comenzó a arrojarle golpes de puño y patadas siendo detenido”. Aclaramos que no íbamos a declarar y que íbamos a presentar un descargo por escrito. Después de eso ya estábamos en libertad y pude encontrarme con la gente que me había estado bancando desde hace casi un día, que la verdad que no era poca y estoy realmente muy agradecido.

Maxi: Entendiendo el presente que atravesamos miles de argentinos y argentinas, ¿qué impresión te deja la situación que tuviste que atravesar?

Matías: Es sabido cómo operan en esta clase de cosas, es moneda corriente. He ido a otras marchas ya, durante la gestión de este gobierno y la gente se moviliza de forma pacífica, pero como a ellos les sirve deslegitimizar estos movimientos populares y de reclamo, necesitan el “quilombo” y ellos mismos los generan. Con ayuda de los medios desvirtúan lo realmente importante, que son las causas por las cuales estamos ahí. De esta forma, a muchos de los que marchamos nos marcan la cancha, tratando de amedrentarnos y a los que no suelen ir a las marchas, les meten en la cabeza que no sirven de nada y que está lleno de violentos.

En lo personal, no van a hacer que deje de movilizarme. Es más, me dan más ganas todavía de salir a seguir marchando y protestando de forma pacífica, después de ver todo el apoyo que tuve durante el tiempo que estuve detenido. Fue realmente conmovedor y gratificante recibir todo ese cariño de mucha gente que nunca había cruzado en mi vida y estuvieron hasta las cuatro de la mañana dando vueltas para no dejarme solo (a pesar de que no me pudieran ver). La verdad que todavía no tomo conciencia de todo lo que se movieron por mí (no por ser yo, sino por cualquiera en esa situación) y a mi familia no la dejaron nunca sola.

Maxi: Para terminar, ¿qué les dirías a quienes comienzan a transitar este camino de lucha y puede que se atemoricen con las medidas de fuerzas que ven replicadas en los medios?

Matías: Creo que es importante no dejar de luchar con las armas que tenemos, que son las ideas, la palabra y el intercambio de opiniones. Personalmente sabía que las fuerzas se manejaban desde esa forma, lo único que hice fue reafirmarlas en carne propia. Hoy le comentaba a unos amigos que me sentía como si fuera Jim Carrey en The Truman Show, que está todo absolutamente armado de antemano y donde uno es el centro pero no depende nada de uno.

En cuanto a atemorizarse, es lo que buscan, y no hay que dejarse, hay que tomar las medidas de seguridad necesarias. Yo creo que cometí un error descuidándome demasiado, pero no me parece para nada peligroso este tipo de marchas. Siempre que sean pacíficas, no estoy para nada de acuerdo con la implementación de la violencia, al contrario, creo que es totalmente contraproducente hacia las causas. Me parece muy importante el hecho de tratar de concientizar a la gente que no tiene la costumbre de ir a las marchas o las protestas, que son de real importancia, porque es la forma que tenemos de defender los derechos que nos quieren quitar. Es una idea totalmente equivocada pensar que para eso está el voto únicamente, hay que salir a defender lo que es nuestro y pedir por lo que debería serlo. ¡La lucha no hay que abandonarla nunca!



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