19/08/2018

«Con el Decreto 338 se está abriendo la caja de Pandora actuando contra un compromiso histórico de nuestra democracia»

Foto: Efímera Producciones

Entrevista a Gustavo Lahoud, Licenciado en Relaciones Internacionales y Magíster en Defensa Nacional, quien afirma que «el Ministerio de Defensa ha quedado vacío de técnicos que conozcan realmente la materia. Para mí, esto encubre que ellos van a transformar al elemento militar en una fuerza híbrida, militarizada, actuando en términos de seguridad. En todas las líneas que ellos definan. Esto es lo grave». Por Mario Hernández.


M.H.: El reciente decreto 338 involucra a las FFAA en temas de seguridad interior y busca también la reubicación de Gendarmería y Prefectura. Es decir, busca liberar efectivos de ambas fuerzas para intensificar el control social en el territorio nacional. Y un tema que viene de la mano es la instalación de bases militares extranjeras. No es casual que esta medida haya sido dictada por Mauricio Macri después de la reunión con Christine Lagarde, representante del FMI y la reunión de ministros de Finanzas del G20. Uno de los argumentos del cual se habla es del narcotráfico y el terrorismo internacional. Esto me recuerda al Plan Colombia y a los argumentos con los que se sacó al Ejército a la calle en México. Con las consecuencias conocidas, en cantidad de desaparecidos y asesinados. ¿Has hecho una primera evaluación de este decreto y sus consecuencias?

G.L.: En primer lugar el decreto tal como salió consta de 6 artículos, y determina menos cambios de los que yo originalmente había pensado. Hace un mes se hablaba de que en el compendio de las cuestiones involucradas en el decreto, estos tipos iban a ir hacia una modificación integral de las condiciones de alistamiento, encuadramiento del llamado “instrumento militar” que son las tres Fuerzas Armadas y de las Fuerzas de seguridad, para generar escenarios de interacción entre ellas, por llamarlos de alguna manera.

Lo que hicieron fue modificar algunos poquitos artículos del decreto 727 del año 2006 que fue el decreto reglamentario de la Ley de defensa, la 23.554, que fue sancionada en tiempos de Alfonsín en 1988.

Esa Ley nunca se reglamentó durante toda la etapa menemista y se hizo 18 años después en el gobierno de Néstor Kirchner. El elemento nodal de esa Ley fue el artículo 1º que limitaba el por qué y el para qué del instrumento militar dentro de la defensa nacional. Es decir, el por qué y para qué emplearlo, en qué situaciones. Y hablaba de agresiones externas llevadas a cabo por otros Estados.

Este es el primer elemento que se hace desaparecer casi mágicamente de este nuevo decreto que modifica ese primer artículo del decreto 727. Se habla de que se emplearían los medios de manera efectiva o disuasiva, como dice la ley, para conjurar posibles amenazas de origen externo. Ese decreto al que viene a reemplazar hablaba de posibles amenazas de origen externo realizadas por otros Estados. Este es el primer elemento que para los que trabajamos en estos temas, nos hace prever que estos tipos lo que intentarían después de esto es generar una mayor flexibilidad para emplear el instrumento militar, a las tres fuerzas, en maniobras y procedimientos de orden interno.

Este es el primer elemento que hay que marcar y que ha hecho que hasta expertos que están vinculados a la centroderecha, de la Universidad Di Tella, por ejemplo, antes de que se diera a conocer el decreto, a dar por tierra con lo que se iba a proponer diciendo que se estaba abriendo la caja de Pandora porque se estaba actuando contra un compromiso histórico de nuestra democracia sobre el cual hay un consenso muy importante. Ese consenso tiene que ver con que el elemento militar sea utilizado para amenazas de origen externo perpetradas por otros Estados y las cuestiones de seguridad interior fueran conjuradas por la Policía Federal y las otras dos fuerzas militarizadas. Porque Gendarmería y Prefectura son fuerzas de seguridad militarizadas pero no son elementos militares.

El elemento sobre el que avanzarían es sobre la posibilidad de que las fuerzas de seguridad sean empleadas con elementos que van a ser liberados de los tradicionales centros de custodia de objetivos estratégicos, que ellos tenían a su cargo como, por ejemplo, áreas de logística importantes, fronteras, hidroeléctricas, etc. Áreas críticas para la comunidad nacional, en donde supuestamente desplegarían a las FFAA y a la Prefectura y Gendarmería la redesplegarían en situaciones que pueden tener que ver con el control social.

Y además establecen, y esto va a necesitar una reglamentación posterior porque después del decreto que reglamenta la Ley de defensa nacional, hubo una directiva de planeamiento nacional y esa directiva en este decreto fue derogada directamente. Era la 1691 del año 2006. Esa directiva indicaba cómo esa determinación general iba bajando en lo táctico y operacional.

Eso no se conoce todavía y es lo posterior que va a venir después de este decreto y ahí vamos a ver que seguramente sobre lo que van a trabajar, y es lo que resulta realmente inquietante, es sobre una redefinición de las llamadas “amenazas” de origen externo. Y ahí va a aparecer de todo, como cuestiones que vayan desde el movimiento poblacional vinculado al cambio climático hasta el evasivo terrorismo internacional, el evasivo narcotráfico, otras amenazas vinculadas al tráfico de personas, al tráfico de armas, que tienen que ver con cuestiones vinculadas al crimen organizado que en buena parte de los países centrales se resuelven por medio de agencias de carácter federal o nacionales que están en el marco de lo policial y que implican la colaboración de distintas fuerzas entre sí para la investigación criminalística, por ejemplo. Y que supone la generación de policías judiciales específicamente preparadas para investigar.

Esta es una vieja propuesta de Marcelo Sain, que nunca fue escuchada, para tratar de trabajar en conjurar este tipo de acciones del delito. Detrás de esto tenemos los “eventos estratégicos” a los que se refirió el Presidente, estos eventos deberían aparecer en esta nueva directiva cuando se dé. Y redespliegan a las FFAA en los centros críticos que mencionamos y también las emplearían en otro tipo de acciones que tienen que ver con el compromiso internacional que adopta el gobierno, léase Haití, nuestras FFAA van a ocupar su rol de policía internacional, ocupando otros países.

En definitiva no es que vamos a ver de forma inevitable en las calles mañana desplegados a uniformados militares, pero esto podría llegar a ocurrir si las FFAA van a tener actividad principal en el combate contra el narcotráfico o el crimen organizado como pasa en México. Esto en un período de 4 o 5 años. Hay que ver qué dice la directiva, pero abre la puerta a que se pueda generalizar cualquier tipo de intervención en el futuro que sea lesiva para la continuidad del orden democrático. Esto es lo grave.

M.H.: En cuanto a la instalación de bases extranjeras, ya hay una discusión por una base china que hay en Neuquén, ahora habría una base norteamericana cercana a Vaca Muerta. Hemos tenido este incidente que se ha transformado en un gran misterio, el hundimiento del ARA San Juan, por otro lado se habla de una suerte de colaboración en la frontera Norte. ¿Qué hay de todo esto?

G.L.: Lo que hay es que respecto al accionar norteamericano, desde la DEA, por ejemplo, el Departamento de Justicia, el Departamento de Estado que es su Cancillería y el Comando Sur que son cuatro áreas de políticas públicas en EE UU. El Comando Sur es el que históricamente ha diseñado la política militar para su intervención y control de toda la región latinoamericana. De esas áreas ha surgido en los últimos años un esquema de control híbrido respecto a los problemas políticos, económicos y sociales que plantea nuestra región para los intereses norteamericanos, que en realidad facilita su control. Eso entra dentro del a visión del juego geoestratégico norteamericano, eso lo explica muy bien Juan Gabriel Tokatlian también, que dice que la visión del gobierno de Macri y de Temer en Brasil no es muy diferente a la de aquellos dispuestos a decir que su estrategia es la de los EE UU.

Una de las cuestiones que ha bajado Estados Unidos durante los últimos años, es que hay varios países que han constituido centros de adiestramiento para emergencias, tienen distintos nombres. Un antecedente de esto fue en Resistencia, Chaco, en 2012 cuando gobernaba Capitanich.

M.H.: Iban a hacer un hospital.

G.L.: Eso terminó en una especie de centro anti catástrofe que quedó como algo indefinido y que no se sabía si iba a haber presencia de tropas extranjera. Porque por otro lado si la hubiera solo se podía franquear con una Ley del Congreso de la Nación que le dé autorización a la entrada de fuerzas de otros países.

«La DEA nunca combate centralmente la problemática del narcotráfico y sus redes»

M.H.: Los argumentos en Vaca Muerta son similares.

G.L.: Son similares y justamente en un área muy cercana en la confluencia a la zona de explotación de Vaca Muerta. Ahí teníamos pre existentemente un tema del que nadie habla ahora, que deviene de los acuerdos estratégicos con China de Cristina del 2014 sobre las 200 hectáreas en Neuquén donde instalaron una base de observación del espacio ultra profundo, que hoy no sabemos en qué estado está.

En medio de eso tenemos plantado en el epicentro de Vaca Muerta, con este eufemismo igual al de Resistencia de hace 6 años, este escenario nuevamente, una especie de base operativa para actuar ante catástrofes, emergencias ambientales, formación de personal médico para atender a estas situaciones. Este gobierno firmó un acuerdo en donde aparecen estas cuestiones con la Guardia Nacional de Georgia, que es una especie de cuerpo casi militarizado que tienen los EE UU y el de Georgia es el que tiene firmados un montón de acuerdos con fuerzas policiales y militares de distintos países. En Centroamérica tienen mucha presencia vinculada al control migratorio.

Acá aparece la DEA como otro elemento importante, porque estos centros para mí en definitiva son los que podrían ser utilizados mañana para el control de distintos tipos de tráfico, uno de ellos es el control del tráfico que a la DEA le interesa que es cómo entra la droga en el mercado norteamericano, porque la DEA, nunca combate centralmente la problemática del narcotráfico y sus redes y el financiamiento ilegal y el lavado, lo que le interesa es la manera en que el tráfico se realiza en función de los tiempos políticos estratégicos, cuánto entra o deja de entrar a los EE UU, qué pasa en la frontera de EE UU, qué pasa con Guatemala.

M.H.: Si controlara realmente y se produce una situación de abstinencia EE UU explota. La cuestión es administrar.

G.L.: Y en la administración entra otro tema. Los militares apoyando en términos logísticos, la Ley de seguridad interior es muy taxativa en cuanto a esto, la logística se puede operar en términos de proveer determinada infraestructura, materiales, transporte, apoyo a tareas que realizan solo si son tareas de seguridad.

Cuando con Cristina en 2011 se encaró el operativo Fortín en el norte para el control del tráfico de estupefacientes, hemos tenido varias situaciones en donde no se supo bien cómo se operó logísticamente entre las fuerzas de seguridad, Gendarmería, la PFA y el Ejército, porque llegaron a haber situaciones en las que eso quedó en una zona gris. Por ejemplo, qué pasaba si algún elemento irregular, un pequeño grupo de tráfico organizado realizaba una acción de ataque contra una patrulla militar, la ley no dice nada respecto a eso, lo que sí dice es que si una guarnición militar sufriera un ataque ellos tienen la posibilidad de repelerlo en la misma proporción que el ataque que han sufrido pero no más allá que eso. La ley no marca qué hacer en una situación en la que el instrumento militar tiene que operar con sus armas si sufriera un ataque. Entonces, cuando vos estas dispuesto a operar a las FF AA de esta manera el término de apoyo logístico es muy amplio.

M.H.: ¿Qué hacemos con las Fuerzas Armadas?

G.L.: Esa es una gran pregunta porque nunca se terminó de discutir el tema de cómo re-profesionalizar a unas Fuerzas Armadas de la democracia, en un sistema democrático que tienen que velar por el objetivo que establece muy claramente nuestra Ley de seguridad nacional, velar por nuestro modo de vida, nuestros bienes, la soberanía y la integridad territorial. Esa es la principal finalidad que tiene el instrumento militar dentro de la defensa nacional. Como ha habido una degradación de medios, de política militar, degradación de la carrera, los vaivenes terribles que hemos tenido.

M.H.: Por estos días el Ministro Aguad declaró que van a tardar varios años en que los salarios de los militares lleguen a alcanzar los de las fuerzas de seguridad.

G.L.: Esa fue una declaración funesta. Porque lo traicionó su inconsciente. Es gravísimo lo que está pasando, nosotros venimos denunciando esto, el ministerio de Defensa ha quedado vacío de técnicos que conozcan realmente la materia. Para mí esto encubre que ellos van a transformar al elemento militar tristemente en una fuerza híbrida, militarizada, actuando en términos de seguridad. En todas las líneas que ellos definan. Esto es lo grave.

M.H.: Podemos hablar de un escenario similar al que señalaba al comienzo del diálogo, como el de México y el de Colombia.

G.L.: Para mí hay escenarios claves. Ushuaia, Formosa, Chaco y la zona de la Triple frontera. Mirando el Acuífero, los Esteros del Iberá, nuestra región de Tierra del Fuego, proyectando en Las Malvinas y la Antártida, la región de Vaca Muerta, la región del Noroeste. Ahí se conforma un cuadrado estratégico en donde lo que puede llegar a plantearse en el futuro es la necesidad de un despliegue en términos de control de las riquezas naturales que hay allí. Y el elemento militar establecido para preservar nuestros bienes naturales, solamente debiera poder ser operativo en el marco de una política de defensa nacional, que incorporara al elemento militar junto a otras áreas del Estado. Cómo actuamos anticipando la posibilidad de que nuestros bienes naturales, que aseguran el futuro de nuestra comunidad, puedan ser dañados. ¿Habría hipótesis de conflicto en función de eso? ¿Cuáles serían esas hipótesis? Fijate que no se habla de hipótesis de conflicto, este es otro elemento. ¿Quién establecería una hipótesis de conflicto entonces? ¿Un grupo internacional que no sabemos quién es? ¿Las células dormidas del Hezbollah que no existen en la Triple frontera?

M.H.: O los mapuches, la RAM.

G.L.: Esto es lo grave. Porque se deja ser en un contexto como este, en donde las FFAA pueden tener rango salarial y presupuesto para que entre otras cosas se decida redesplegarlas con nuevos criterios, lo cual implicaría que hasta el propio instrumento militar de las FF AA, los dispositivos con los que cuentan puedan cambiar radicalmente en los próximos años, porque va a cambiar su empeñamiento, su forma de aplicarse en el territorio. Todo esto se habilita y puede derivar en cualquier cosa.



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