CGT: los Moyano presionan y ya se habla de «una central paralela»
El Moyanismo rompió vínculos con el triunvirato de la CGT y amenaza con armar una central paralela si el Consejo Directivo no convoca a elecciones. Los disidentes formalizarán la Multisectorial del 21 F con un acto en el microestadio de Atlanta. Por su parte, el Gobierno de Cambiemos convocó a los triunviros a una reunión con empresarios para generar un acuerdo contra la recesión. ¿Qué pasará con la CGT? Por ANRed.
Hugo y Pablo Moyano, impulsores de la Multisectorial del 21F
A puertas cerradas, los opositores al triunvirato cegetista definieron el rumbo a seguir. Del cónclave participaron representantes de más de 60 organizaciones (un tercio de la CGT) y reunió, en torno a una mesa, a las figuras con más peso del ámbito sindical: Hugo Moyano, de Camioneros, Ricardo Berrozpe, de bancarios, Omar Plaini, de canillitas, Miguel Ángel Díaz, de docentes bonaerenses, Pablo Biró, de aeronáuticos, Facundo Moyano, de peajes, y al mecánico Mario Manrique. Del encuentro se resolvió convocar a un acto de la Multisectorial del 21F para el próximo jueves en el microestadio de Atlanta.
La ruptura es evidente desde mediados de julio, cuando el Consejo Directivo de la central obrera decidió mantener al triunvirato en funciones, cancelando las elecciones previstas para el 22 de agosto. Y se acentuó en las últimas horas, cuando los «independientes» (afines al Gobierno) establecieron una alianza con la UOM, de Antonio Caló, y con integrantes del Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA), cómo el ferroviario Sergio Sassia y el taxista Omar Viviani. Además, desde las filas de la Multisectorial del 21F acusan a este sector de no enfrentar el ajuste y no convocar a un nuevo paro general.
Al finalizar la reunión, Pablo Biró de aeronáuticos manifestó: «como dirigentes tenemos la obligación de torcer la realidad, y vemos que no hay decisión de los que dirigen hoy la CGT«. A su vez, el mecánico Mario Manrique señaló que «el movimiento obrero no puede tener una mirada pasiva ante lo que ocurre”. Y Pablo Moyano, fiel a su estilo, criticó la falta de combatividad del triunvirato y «que no acompaña el sufrimiento de los trabajadores. Queremos una CGT al servicio de los trabajadores”.
Integrantes del Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA)
La ruptura se da en un marco de debilidad del Ministerio de Trabajo. A la ya cuestionada figura de Jorge Triaca, luego del escándalo del «Sandra Gate» y de ofrecer su renuncia, se le suma el alejamiento de dos de sus hombres de peso: el director de Relaciones y Regulaciones del Trabajo, Adolfo Saglio Zamudio y del secretario de Atención Ciudadana, Lucas Fernandez Aparicio. Con estos cambios, La Rosada espera contar con el apoyo del triunvirato para realizar un acuerdo junto empresarios y sindicalistas a fines de «defender el empleo y la productividad».
Asi las cosas, las probabilidades de una nueva ruptura dentro de la CGT se acentúan. La unidad, conquistada al asumir Mauricio Macri, dependerá del rumbo a seguir del actual triunvirato en funciones: si decide convocar a elecciones o si espera a que la Multisectorial del 21F cumpla su promesa y arme una central paralela. Se abren nuevos capítulos en el culebrón del sindicalismo argentino. Mientras tanto, continúan los despidos y suspensiones, aumentan los impuestos y el ajuste golpea con fuerza sobre los sectores populares. Otra vez, la pregunta vuelve a ser la misma: en medio de este desastre, ¿qué sector está dispuesto a enfrentar las políticas del ajuste?