Gime y Lauti: cuando el dolor se convierte en conciencia social
En febrero de 2016, cuando estaba embarazada de Lauti, Gime murió, posiblemente por una negligencia médica. Su familia, para homenajearla, decidió cumplir su sueño y creó un comedor infantil. Por Movimiento Etiopía para ANRed
El 19 de diciembre de 2016, en José Mármol, al sur del conurbano bonaerense, abrió sus puertas el comedor infantil ‘Copita de leche Gime y Lauti’. Esa fue la respuesta de los papás de Gimena, que en febrero de ese año falleció –explican ellos– a causa de sucesivas negligencias de la guardia obstétrica del Hospital Churruca. Gimena había tomado dos decisiones: que su hijo se llamaría Lautaro y que algún día crearía un comedor infantil para que ninguna niña y ningún niño del barrio pasara hambre. Sus papás decidieron homenajear ambos sueños: crearon un comedor y lo llamaron “Gime y Lauti”.
“Copita de leche nos levanta un poquito, ya que es muy triste todo lo que pasó”, cuenta Juan, papá de Gime. Haber retomado el sueño de su hija logró que todas las tardes, mientras ofrecen la merienda a decenas de chicos de su barrio, la familia transite la pérdida de una manera menos dolorosa y más constructiva. Acompañando y acompañados.
El comedor es autogestivo: lo sostienen la familia de Gime junto a algunos amigos y gracias a las donaciones que reciben. El espacio es la casa de sus papás, donde de lunes a viernes alrededor de 50 personas, entre chicos y algunas mamás, reciben comida, algo caliente para tomar y mucho cariño.
“El horario de la merienda es de 16:30 a 18 hs –explica Carmen, la mamá de Gime–. Los lunes, además, organizamos un roperito comunitario, en el que los chicos y las mamás eligen qué ropa y qué calzado llevarse. Si por talle o por otro motivo sobra algo, nos encargamos de donarlo a ‘Mi Sueño’, un hogar transitorio que queda en Claypole. Y ellos, a su vez, también nos han donado cosas”.
Aunque el espacio es muy reducido, Copita de leche no deja a nadie afuera. Los chicos se organizan en tandas y los voluntarios se esfuerzan para que todos puedan estar lo más cómodos posible. Saben que cada niña y cada niño son especiales, y los tratan de esa manera.
El merendero tiene abiertas sus puertas a todas las personas que quieran conocerlo, ya sea para llevar donaciones, colaborar en la merienda u ofrecer alguna actividad recreativa. La dirección es República Argentina 654, José Mármol.
“Este era el sueño de Gime. Ella siempre fue solidaria, amorosa, se preocupaba por los demás –se conmueve Carmen–. Para nosotros superar el dolor es una lucha de todos los días, y Copita de leche nos hace llenar una parte del vacío. Ver las caras de los chicos, lo contentos que se ponen, te alimenta, te cambia”.
Podés comunicarte con el comedor a través del facebook: Copita de leche Gime y Lauti